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La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero (PSOE), ha asegurado este viernes que sería «un honor» que contasen con ella para ocupar algún puesto de responsabilidad dentro del nuevo Gobierno de la nación que va a presidir su secretario federal, Pedro Sánchez. Sin embargo, ... ella misma se autodescarta porque su «prioridad» y «responsabilidad» está en Segovia con los segovianos.
Cabe recordar que la actual regidora anunció hace unas semanas que iba a ser la cabeza de la lista del Partido Socialista para reeditar el bastón de mando en las próximas elecciones municipales que se vayan a celebrar. Luquero admitía que el proyecto de ciudad aún requiería otros cuatro más de desarrollo para fructificar
Una vez conocido el respaldo del Congreso de los Diputados a la moción de censura socialista, la alcaldesa de Segovia ha insistido en expresar su compromiso firme con una ciudad que confió en ella en las urnas, aunque ha explicado que estaría encantada de apoyar y formar parte de este Gobierno «en cualquier otro momento», según informa Efe.
También se ha referido al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «perfectamente capaz de afrontar el reto» y quien, tal y como ha indicado, traerá a España «dignidad» y «sensibilidad social», pero sobre todo «una limpieza de las instituciones».
Para la regidora, el primer paso del próximo Ejecutivo es la normalización y limpieza de las instituciones y el segundo incorporar la visión y la sensibilidad socialista a las mismas para abordar asuntos muy concretos. Entre ellos, califica de «urgentes» las pensiones, acabar con la reforma laboral o la 'ley mordaza', eliminar la «injusta» brecha salarial o devolver la pluralidad a RTVE, la televisión pública, en la que tal y como ha recordado los profesionales denuncian una censura «digna de los mejores tiempos del franquismo».
«Un Gobierno puede tener a personas muy trabajadoras y muy cualificadas, pero no sirve de nada si no está compuesto por personas honestas», ha sentenciado. A partir de esta base pide a Sánchez que siga en su línea de entrega y de centrar sus esfuerzos en velar por el interés general manteniendo la mirada en el más débil y en las personas que más están sufriendo las consecuencias de la crisis.
Por último, manifiesta que la moción de censura era una obligación moral que tenía el PSOE por «decencia» y «responsabilidad política», ya que, tal y como ha subrayado, el Partido Popular tiene «porquería hasta las cejas».
Aunque ha reconocido que en todos los partidos existen casos de «golfos que han avergonzado y maltratado la imagen de la formación», el problema del PP es que «la corrupción ha sido generalizada y sistémica» y ha puesto como ejemplo los presidentes populares de la Comunidad de Madrid que «no pueden aparecer con dignidad».
En este sentido, apuntala que «puede existir un fallo», pero los controles éticos del partido tienen que responder y la persona que muestre cualquier signo de falta de honorabilidad, honradez o honestidad tiene que retirarse «de inmediato» de las instituciones.
También critica el clima de «despego a la política» y «decepción generalizada» que ha generado el Gobierno del PP en el país tras la sentencia de la trama Gürtel, así como la imagen, a su juicio, «muy negativa» que existe en Europa de España, una situación que ahora «tiene la oportunidad de cambiar el PSOE», concluye Luquero.
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