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La alcaldesa de Segovia, la socialista Clara Luquero, ha cedido a la presión «insostenible» –como lo califican sus socios de Izquierda Unida (IU) en el equipo de gobierno– y ayer se reunió con la concejala de Turismo, Gina Aguiar, para comunicarla el cese tras cinco meses de defensa encendida de la «honestidad y lealtad» de la edil, dedicación, trabajo y esfuerzo que insistió en elogiar este mismo lunes y en el comunicado en el que anuncia la medida.
La nota condensa en tres párrafos la notificación del cese, el agradecimiento «por la entrega y el trabajo» que ha venido realizando Aguiar y el argumento que ha esgrimido Luquero desde que estallara la crisis de los contratos menores en la Concejalía de Cultura, procedimientos judicializados por el Partido Popular, mayoritario en la oposición. La alcaldesa reitera que «las dos sentencias del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo referentes a irregularidades administrativas en sendos contratos del área de Cultura ponen de manifiesto errores técnicos procedimentales, y que la única acusación directa contra la concejala por supuesto trato de favor [a su hermano Luis Aguiar al contratarle para el servicio técnico del centro de creación de La Cárcel] ha sido desestimada por el juez».
La regidora explica que la decisión de cesar a la concejala de Turismo «tiene en cuenta la situación política». Asume las discrepancias crecientes en estos meses con los socios de IU en el equipo de gobierno en el Consistorio. Alcaldía ampara el hecho de prescindir de Gina Aguiar «en aras de facilitar la gobernabilidad de la ciudad». La grieta en el seno del equipo de gobierno del PSOE e IU era real, como venía advirtiendo en sus declaraciones el portavoz del grupo de Izquierda Unida.
Desde la primera sentencia por la adjudicación «irregular y no ajustada a derecho» de la organización del festival de cine a la asociación cultural Trípode mediante la fragmentación del contrato, Ángel Galindo ha demandado responsabilidades a sus socios socialistas. Esa depuración pasaba por la dimisión de Aguiar al frente de Cultura.
El concejal de IU cree que el cese es suficiente y aleja con sus palabras la amenaza de ruptura. «La solución pasaba por la asunción de responsabilidades y con el cese se están asumiendo», afirma el representante de IU, quien subraya que su formación «no era ajena ni podía convivir» con el escenario político que se había creado. Tanto en sus manifestaciones públicas como en las conversaciones con los socialistas, Galindo señala que «hemos trasladado que se estaba tensando la cuerda por las diferencias en torno al caso de Gina Aguiar», añade Galindo.
El 17 de marzo, y a pesar del amparo de la alcaldesa durante las dos semanas posteriores a conocerse el fallo del 'caso Trípode' que supuso el primer revés judicial y en las que los grupos presionaron y solicitaron la salida de la concejala, Aguiar y Luquero comparecieron para anunciar la renuncia de la edil a continuar al frente de Cultura, aunque la regidora aguantaba el pulso y mantenía a su compañera en Turismo.
El movimiento no calmó las aguas. La oposición lanzaba una ofensiva para reiterar la petición de destitución. El pleno que cerraba abril mostró las diferencias entre los firmantes de los acuerdos de gobernabilidad y de investidura. IU y Podemos-Equo votaron a favor de pedir la dimisión de Aguiar y se desmarcaban del PSOE. Por su parte, la concejala defendía su honestidad y se negaba a renunciar, con la ratificación, una vez más, de la alcaldesa.
Pero una nueva denuncia en los juzgados enrareció aún más el pacto de gobierno. Esta vez, Podemos-Equo advertía a mediados de abril de posibles irregularidades en la contratación del hermano de Aguiar para el servicio técnico de La Cárcel. Poco después, el PP interponía una demanda, y en esta nueva judicialización de un caso de contratación en el área de Cultura, con el supuesto agravante de actuar a favor de un familiar directo, IU manifestaba que la edil debía dimitir «sí o sí».
Llegó la sentencia y el segundo revés para el equipo de gobierno liderado por la alcaldesa. Las explicaciones reiterativas de la alcaldesa convencían cada vez menos a Podemos-Equo, que favoreció hace dos años su investidura. En una carta abierta, la formación morada advertía de que «el tiempo para destituir a Gina Aguiar se acaba». A su vez, su portavoz, Guillermo San Juan anunciaba la intención de Podemos de no asistir a ningún órgano presidido por responsable municipal de Turismo.
Al mismo tiempo, IU insistía en que, tras la segunda sentencia, «no hay otro camino que la dimisión de Gina Aguiar o el cese de la alcaldesa». Galindo, tildó de «desagradable» el ambiente generado en la alianza de gobierno por las discrepancias con la posición de la alcaldesa y de resto de ediles del PSOE.
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