Como cada 6 de marzo, el Patronato del Alcázar de Segovia conmemora el incendio que devastó la fortaleza en 1862. Ciento cincuenta y seis años después, el ejercicio que tiene lugar en uno de los monumentos señeros del patrimonio universal que atesora la ciudad pretende demostrar que aquellas llamas hoy no causarían tanta destrucción.
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La alcaldesa segoviana, Clara Luquero, ha puesto de manifiesto que «cada año se intenta afinar más en los protocolos» de actuación. El simulacro, además de útil, es un espectáculo de coordinación entre las diferentes partes implicadas en la salvaguarda de las personas y del patrimonio, una coreografía de equipos humanos y medios materiales representada en un escenario majestuoso que no pasa desapercibida para los visitantes, que también se involucran en el simulacro. Antes, eso sí, se les avisa de lo que va a suceder.
A las once en punto de este desapacible martes invernal, la sirena avisaba de que algo estaba ocurriendo en el Alcázar. Y esta es, precisamente, una de las novedades del ejercicio de este año. Como ha explicado el coronel director de la Academia de Artillería, José María Martínez Ferrer, «antes la alarma no se oía fuera». Ahora ese sonido identificativo de la alerta se escucha en los alrededores de la fortaleza.
Lo primero que hace el personal del Patronato del Alcázar es comprobar que la alarma responde a una incidencia cierta. Una vez confirmada la existencia de humo procedente, en este caso, del coro de la capilla, se activa la evacuación.
Primero hay que velar por las personas, tanto trabajadores como visitantes, y luego las obras de arte, hacen hincapié los responsables de los distintos cuerpos implicados en la intervención.
«Alcaide tres, alcaide tres... ¡evacuación!», comunica el jefe del protocolo de seguridad a través del equipo de transmisiones. Los empleados y los turistas empiezan a abandonar de forma ordenada el Alcázar a través de dos rutas: la de la entrada principal y otra por un puente que cruza el foso por la parte de abajo.
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Bomberos, Policía Local, obviamente el personal del Patronato del Alcázar y desde este año integrantes del servicio de emergencias 112 Castilla y León se coordinan para dejar líneas de escape diáfanas, guiar a la gente hasta las salidas y acometer la extinción del incendio y la ventilación del lugar. En este simulacro, además, se ha escenificado el rescate de una persona herida grave que se había quedado atrapad.
Además de la novedad de la sirena sonora en el exterior, la coordinadora de la base de Emergencias en Segovia del 112, Carmen del Pozo, ha valorado positivamente la inclusión en el protocolo de intervención de este servicio y cómo la práctica de este tipo de ejercicios «estrecha lazos» con el resto de instituciones para conocer de primera mano los recursos con los que se cuentan ante un suceso de esta magnitud.
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A las 11:25 horas ha finalizado el operativo. Fuego sofocado en trece minutos. Dos lesionados y tres obras de arte recuperadas.
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