El campo de La Albuera, una amenaza latente para la Segoviana

Desde hace años, el campo está aquejado por la infección de un hongo que en verano provoca que ciertas zonas, casi todas pegadas a la banda de la tribuna, se queden prácticamente peladas en verano. Las altas temperaturas y la habitual sequedad del periodo estival en Segovia no ayudan a mejorar dicha situación. Es más, el cambio climático he llevado a un verano extremo en la ciudad, sin agua y con unas temperaturas elevadísimas, que han colaborado activamente para dejar el césped de la Albuera como se encuentra. Peligroso para la integridad de los futbolistas en algunas zonas, como quedó demostrado en los primeros minutos del partido contra el Rayo Majadahonda, cuando uno de los centrales del equipo madrileño pisó en una zona irregular y salió lesionado.

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En boca de todos está el nombre del técnico del IMD que tiene claras las pautas para mantener el campo en estas fechas, Julio César Ortega. Ramsés Gil, que ha trabajado con él y conoce perfectamente el funcionamiento interno, tiene mucha fe en que esta semana, en la cual Ortega ha regresado de vacaciones y ha planteado un plan específico de recuperación, el campo presente otra cara. Porque el primer partido de competición, contra el Numancia el domingo, llega en un momento en que el cuerpo técnico incluso se plantea cambiar matices del juego del equipo que no pueden desarrollarse con el campo en estas condiciones. «Una temporada depende de tres patas: plantilla, trabajo y el campo», afirma el entrenador de la Gimnástica; que le concede por tanto una importancia del 33% al estado del terreno de juego. Sin dejar de mirar al cielo a ver si llueve esta semana; sin dejar de pensar en que la bajada de las temperaturas siempre ha favorecido el crecimiento de la hierba en las zonas ralas y confiando en que se pueda cortar el césped de aquí al domingo. Porque si se corta ahora, las calvas son todavía más evidentes.

La preocupación de los socios es tan evidente que algunos se han puesto en contacto con el club para ofrecer soluciones como la de pedir consejo al equipo de jardinería de La Faisanera, idea que la directiva ha trasladado al IMD. Porque el contacto con el nuevo concejal de deportes, Jesús Garrido, ha sido constante desde su llegada por este tema. Cuando se estaba preparando, con motivo del 95 aniversario del club, la idea de un partido entre el Valladolid y el Rayo Vallecano en La Albuera, el club castellano envió un experto para visitar el campo. La recomendación que dio fue la de levantar las zonas afectadas y resembrarlas; algo que ya no se está en condiciones de hacer por tiempos.

La falta de presupuesto de la concejalía en los últimos años hace que se haya tratado de tirar de una especie de cuidados paliativos ante la imposibilidad de atacar directamente el problema. Un problema que, en consecuencia, no ha hecho más que crecer. Otro más, aunque en este caso el más grave porque puede afectar de forma directa al rendimiento del equipo, de los que acumula un campo en el que, cuando se encienden las duchas, la calefacción salta. Tanto es así, que algunos equipos que han venido a jugar a Segovia este verano han llegado a pensar que se trataba de una jugada sucia por parte de la Gimnástica.