Si la Segoviana se convierte en Sociedad Anónima Deportiva, el club pasará a ser una empresa constituida ante notario y con un consejo de administración. ... Una figura a la que su presidente, Agustín Cuenca, quitó ayer glamour. «Si alguien piensa estar para sentarse y mandar, no lo está entendiendo bien. La filosofía es la misma, el consejo va a tener que trabajar de manera gratuita». Una figura que deberán aprobar los accionistas, de la misma forma que los socios ponen o quitan juntas directivas. El mensaje del dirigente azulgrana es la continuidad. «Ni nos estamos quitando del medio con esto ni tenemos ningún interés de ponernos en medio. Si los accionistas quieren que sigamos, nosotros seguiremos». Algo que, según reconoció, expuso ayer sin haberlo consultado con sus compañeros.
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Luis Javier González
Si no se cubre el capital, la conversión quedaría anulada y la Segoviana seguiría siendo un club. El dinero que se aporta con la compra de acciones es indisponible hasta que se constituya la sociedad –no se puede sacar a mitad del camino– y sería devuelto si el proceso fracasara. Si sale adelante, Cuenca propuso no destinarlo a activo corriente –sueldos de los jugadores– sino a otras partidas. «Al aval si nos mantenemos en Primera RFEF o pequeñas inversiones que nos puedan generar rentabilidad».
Habrá dos figuras distintas: el abonado y el accionista. En muchos casos coincidirán, pero tendrán derechos diferenciados. El primero paga por ver el fútbol, el segundo, por ser dueño. Y la intención es que el último no tenga ventajas para ir al campo. «No podemos permitírnoslo».
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