![Vehículos de los bomberos en el exterior del Alcázar durante el simulacro.](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201903/06/media/cortadas/simulacro-incendio-alcazar-tanarro-23-khpF-U70833930701GEC-624x385@El%20Norte.jpg)
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El cronograma ha funcionado como estaba previsto. La intervención, según ha comentado el jefe del Servicio de Extinción de Incendios de Segovia, ha sido un éxito y en poco menos de media hora han sido evacuadas del Alcázar más de 220 personas mientras el humo (en realidad vapor de agua coloreado) salía por la ventanas del patio del Reloj. El simulacro del incendio que conmemora el fuego que devastó la fortaleza el 6 de marzo de 1862 ha contado este miércoles con la participación de 150 visitantes (la mayoría estudiantes de un instituto), los 25 trabajadores de Archivo General Militar, los 21 del Alcázar, otros cinco de la tienda y la cafetería, los diez trabajadores de las obras y todo el personal externo, los equipos de bomberos, Policía Local, emergencias sanitarias 112 y, por primera vez, los voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de Segovia.
La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, y el alcaide del Alcázar, el coronel José María Martínez Ferrer, han asistido a la simulación que cada año realizan el personal de la fortaleza y del Servicio de Extinción de Incendios de la capital con los demás equipos de emergencias. Se realiza cada 6 de marzo para comprobar que funcionan de forma correcta los sistemas contra incendios instalados en el Alcázar, además de los protocolos de evacuación.
José Luis del Pozo, jefe de los bomberos, ha comentado que «la colaboración de los restantes servicios ha funcionado fenomenal», aunque han «aprendido ciertas cosas que matizaremos luego en las siguientes reuniones para realizar mejoras en el simulacro de intervención». Estas reuniones son, como las previas, fundamentales para que el operativo se desarrolle de acuerdo con los protocolos establecidos.
La simulación había sido acordada antes por el patronato del Alcázar y los servicios de emergencias, pues cada año (desde hace más de veinte) se decide, como ha explicado la alcaldesa, qué prácticas se van a hacer, siempre diferentes, «para tenerlo todo muy afinado» pues el objetivo es prevenir cualquier suceso para que los protocolos de intervención estén preparados y «muy interiorizados».
Este año, con ese fin de tratar de actuar como si se tratara de un suceso real, el simulacro ha sido «algo más enrevesado». La voz de alarma, «¡alcaide, alcaide, alcaide!», con la palabra repetida tres veces, ha sonado en los dispositivos de comunicación del personal del Alcázar, y al corresponder a una alarma por incidente grave los responsables han activado los protocolos de actuación con este nivel de emergencia.
La mayor dificultad ha sido la altura, pues el foco del supuesto fuego ocurrido tras una explosión, ha estado situado en la Sala de Planos, el último piso de la edificación que alberga el Archivo Histórico aneja a la Torre del Homenaje, con más de 60 peldaños y el equivalente a cinco pisos de viviendas. Así se ha incrementado el recorrido de los bomberos con sus equipos para rescatar a las dos personas heridas en el incidente, evacuadas al patio del Reloj para que fueran atendidas por los equipos sanitarios antes de su traslado al exterior del Alcázar.
También ha sido difícil intervenir con la gran cantidad de humo que ha inundado la sala, el chapitel de la Torre del Homenaje, la escalera de acceso desde el patio del Reloj (que ha actuado como tiro del fuego), los desvanes y otras dependencias. Y
El simulaccro ha incluido, como en los últimos años, la activación del protocolo del plan de contingencia para salvaguardar el patrimonio contenido en el Alcázar, los legajos del archivo y las obras de arte.
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