Un solar rústico ubicado en el alfoz de Segovia. Antonio de Torre

La adquisición de tierras en Segovia se dispara un 60% desde la pandemia

El atractivo por las fincas rústicas aumenta por primera vez en 16 años para destinarlas a un uso de recreo y entretenimiento

Martes, 18 de marzo 2025, 07:55

El negocio de la compraventa de tierras coge cada vez más fuerza dentro del sector inmobiliario de Segovia. El suelo rústico aumenta su valor en ... la provincia debido a la elevada demanda que ha experimentado en los últimos años, sobre todo a partir de la pandemia. Son más de 11.000 fincas las que se han adquirido a lo largo de 2024, lo que supone un récord desde que se tienen registros en 2007. Las preferencias son variadas, aunque los compradores apuestan por hacer una inversión dirigida al uso recreativo y de entretenimiento.

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Las transacciones de terrenos rústicos han ganado peso en Segovia, lo que es un aspecto destacable, ya que el 97% del suelo provincial está clasificado bajo esta tipología, según la Agenda Rural Sostenible. Son millones de hectáreas las que están repartidas entre campos de cultivo, pastos para el ganado, montes, bosques y fincas situadas alrededor de los núcleos urbanos. Las casas de campo, los negocios de hípica o los cotos de caza están muy presentes en el territorio segoviano y tan solo en 2024 protagonizaron más de 11.800 transmisiones patrimoniales.

La adquisición de tierras siempre ha sido mayoritaria frente a la compra de parcelas urbanas, salvo puntuales excepciones, como fue 2007 o 2010, en plena burbuja inmobiliaria. Fue tras la crisis económica cuando las transacciones relacionadas con parcelas no urbanas experimentaron un descenso. Todo cambió con la llegada de la covid y, a día de hoy, mantienen una tendencia positiva, pues las transmisiones de estas propiedades han repuntado un 60% en apenas cuatro años.

Las operaciones llevadas a cabo con suelo rústico y urbano frecuentemente han ido a la par. Sin embargo, desde 2020 la proporción de fincas que se compran en el campo es mayoritaria, aun cuando las transmisiones de viviendas en la ciudad y los pueblos también se han disparado. Precisamente, el Instituto Nacional de Estadística (INE) eleva al 59% las adquisiciones de tierras que se han firmado en el último año.

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Los terrenos agrícolas y negocios familiares de carácter rústico no suelen aparecer en los escaparates de las inmobiliarias. «El diamante de la inversión en el sector es la vivienda y, aunque con menos aceptación, los locales; las fincas son para un tipo de economía más baja», declara el presidente del Colegio oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Miguel Tovar.

Cerca del núcleo urbano

Pero los datos no mienten y los despachos de las agencias cada vez reciben más visitas de personas interesadas en adquirir algún terreno. «Tienen muchas salidas aquellas fincas que están más próximas a los núcleos urbanos», especifica. A su juicio, es una predilección que tiene que ver con las expectativas de liberación de estas parcelas en un futuro próximo para el desarrollo de promociones de vivienda. «Si el radio de acción aumentara, las fincas rústicas podrían quedar dentro de suelo urbanizable, por lo que las perspectivas son muy buenas», asevera.

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Las solicitudes de potenciales compradores son numerosas sobre todo entre marzo o abril, aunque el año pasado destacó febrero y el último trimestre. El promedio de tierras que fueron transmitidas a nuevos titulares cada mes ascendió a 984: son aproximadamente una treintena por día. El método para hacer efectiva estas adquisiciones puede fluctuar, según confirma el instituto estadístico. Un tercio de ellas se correspondieron con herencias, casi la mitad están relacionadas con concentraciones parcelarias o divisiones horizontales y una mínima parte son donaciones y permutas.

Más del 20% de las transmisiones que se ejecutan en la provincia de Segovia al año son a través de contratos de compraventa. Por lo general, las operaciones realizadas siempre superan la barrera de las 2.000. A lo largo de 2024 se rebasó este umbral con creces, al contabilizar más de 2.600 transacciones, lo que se constituye como un récord histórico desde que se tienen registros en 2007. Hace tan solo quince años las ventas se reducían a 1.600.

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«La gente busca terrenos rústicos no muy grandes fundamentalmente para recreo y entretenimiento», detalla el profesional inmobiliario. Las parcelas en el campo que más se venden son las que tienen entre 500 y 1.500 metros cuadrados. «Siempre han tenido aceptación entre aquellos que desean tener un pedazo de tierra para pasar un determinado tiempo al año en ella», apostilla.

Son inversiones mucho más económicas que las que tienen que ver con suelo urbano. Si se quiere comprar una vivienda con el propósito de sacar rentabilidad, el comprador debe disponer de un mínimo de 80.000 euros, mientras que para adquirir una finca rústica de proximidad al núcleo urbano y de unos 1.000 metros de superficie con «8.000 o 10.000 euros» es suficiente, calcula Tovar.

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Cambio de mentalidad

La pandemia del coronavirus desencadenó un cambio de mentalidad de muchas personas, que empezaron a valorar un estilo de vida «en el que prevalece la salud, la alimentación de calidad, la tranquilidad y la conexión con la naturaleza», informa Cocampo, una plataforma especializada en la compraventa de fincas rústicas. A ello se suma que la rentabilidad actual que ofrecen los bancos es «baja», dice el presidente de las inmobiliarias, lo que explica que muchos ciudadanos opten por invertir en terrenos para la creación de refugios a los que acudir cada fin de semana o en periodos vacacionales.

La zona que resulta más atractiva para los compradores es la que está más cerca de Segovia capital, su alfoz y la montaña. «Está bastante cotizada la falda de la sierra, como son las que están próximas a Navafría, Arcones o Matabuena, pues son una gran oportunidad para la gente de Madrid que quiere tener un lugar al que escaparse», especifica Tovar.

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El procedimiento para ubicar una residencia temporal en estos espacios obliga a adaptarse a la normativa de emisión de licencias, que difiere de la del suelo urbano. No obstante, el presidente de las agencias inmobiliarias no ve un obstáculo en el cumplimiento de estas regulaciones. «Hoy en día puedes llevar una simulación, casas de madera o prefabricadas», explica. Y en caso de que no se pueda construir, también es una alternativa el hospedaje en autocaravana.

Una inversión adaptada a los gustos: desde fincas millonarias hasta pequeños solares

La finca rústica engloba un amplio catálogo de explotaciones, pues no solo se refiere a las tierras de labranza y ganaderas , sino que también hay parcelas destinadas a la actividad cinegética o de recreo. La plataforma de compraventa Cocampo destaca algunas inversiones relevantes que han tenido lugar en Segovia el último año, como es la del proyecto fotovoltaico de Apple o el cambio de manos del castillo de Pedraza.

No osbtante, en su listado de anuncios figuran una variedad de oportunidades que dan respuesta a necesidades muy diversas. Una de las propuestas es una extensa finca ganadera próxima a la sierra que se vende por once millones de euros y está seguida de un coto de caza mayor que tiene un valor de seis millones. Entre las diferentes ofertas publicadas se puede encontrar dos fincas consideradas de lujo, pues se corresponden con negocios de hípica, cuya adquisición requiere una inversión de hasta 3,5 millones de euros. En el otro extremo se observan solares próximos a núcleos urbanos o pastizales cerca de pequeños pueblos, que están a la venta por menos de 5.000 euros.

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