Vegetación en el Acueducto de Segovia. Óscar Costa

El Acueducto de Segovia, listo para su primera gran limpieza del siglo

El Ayuntamiento espera poder retirar la vegetación de sus pilares antes del anidamiento de aves en primavera

Carlos Álvaro

Segovia

Martes, 25 de enero 2022, 00:10

Es un proyecto ambicioso y de calado, porque supone intervenir en una construcción declarada Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad. Además, será la primera vez que se haga desde la última restauración del monumento, en los años noventa (exceptuando la limpieza puntual ... de la pila 67 que tuvo lugar en 2011).

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La concejala de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento, Clara Martín, tiene encima de la mesa un informe técnico que propone la retirada integral de la vegetación que crece entre las juntas de los pilares del Acueducto. El documento, elaborado por el restaurador Carlos Sanz Velasco, cuenta con el aval del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León (ambas administraciones acordaron encargar el trabajo) y expone la necesidad de intervenir en todo el tramo aéreo del monumento, incluidas las dos casetas de decantación situadas en Chamberí y en la avenida Padre Claret. Además, Sanz Velasco ha realizado un análisis pormenorizado de los factores biológicos que afectan a la integridad del Acueducto. «Los vegetales son los más visibles. Por un lado, están los líquenes y musgos que se adhieren directamente a la piedra y, por otro, las hierbas y arbustos que echan raíces en las juntas de los sillares. Parece increíble, pero en el Acueducto hay toda clase de plantas, caducas y perennes, y dependiendo del tipo debe actuarse de un modo u otro, porque algunas proliferan en primavera y luego se secan en verano, ellas solas, y otras están ahí, de manera constante. El especialista tiene localizadas todas», explica Martín.

La memoria técnica ampara la intervención integral y propone varias actuaciones, entre ellas la retirada de esas plantas herbáceas y arbustivas que enraízan entre las piedras. En el caso de las perennes, antes de su eliminación, se aplicaría un herbicida que ataque directamente a las raíces e impida que vuelvan a brotar. De las plantas caducas se extraería especialmente la parte exterior, siempre con mucho cuidado para no causar daño alguno en el granito. La raíz podría quedarse porque morirá de forma natural.

Plantas entre algunos de los sillares del monumento romano. Óscar Costa

Antes de acometer la operación, el técnico aconseja realizar una documentación fotográfica de todo el monumento, a fin de tener controlado el estado del que se parta para después hacer un seguimiento de conservación. «Al fin y al cabo, se trata de una intervención preventiva», apunta la concejala. Los medios a utilizar no son demasiado complejos, pues en ningún caso haría falta la instalación de andamios. Los operarios trabajarían desde unas plataformas elevadoras tipo grúa que les permitirían intervenir con comodidad en las zonas más elevadas de la construcción romana. La obra puede costar en torno a los 50.000 euros y el plazo de ejecución rondaría los dos meses, según estima el propio documento. La actuación no prevé la erradicación de líquenes y musgos porque esto requeríría elaborar unas analíticas más profundas para saber si es bueno o no retirarlos y establecer de qué manera se haría si finalmente se decidiera eliminarlos. «Intervenir en el Acueducto no es como hacerlo en el jardín de casa», puntualiza la concejala.

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La memoria técnica tampoco establece plazos para repetir la operación en el futuro. Que se vuelva a intervenir o no dependerá de los resultados del seguimiento que se haga. Habrá plantas que no vuelvan a salir más y otras que dependan de si los años son húmedos o secos. Por ejemplo, la vegetación erradicada en el año 2011 en la pila 67 (calle Almira), que era muy abundante, no ha vuelto a brotar.

«La idea era disponer de un informe, con una propuesta de actuación elaborada por un técnico competente, en este caso un restaurador de monumentos, especialista en el tratamiento que requiere la piedra. Es el punto de partida», señala Clara Martín. El Ayuntamiento está de acuerdo con la intervención propuesta por Sanz Velasco y quiere empezar la obra cuanto antes porque el mes de abril está a la vuelta de la esquina y si las aves empiezan a anidar, la dificultad aumenta. La Concejalía de Patrimonio Histórico tiene previsto solicitar esta misma semana la autorización de la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León. Se trata de un monumento y es requisito indispensable. «La actuación ha sido consensuada con la Junta y suponemos que obtendrá el permiso de Patrimonio sin problema», dice la concejala. Paralelamente, el Ayuntamiento de Segovia empezará a tramitar la contratación de la obra para no perder más tiempo. «Lo ideal sería contratar la intervención a la vez que Patrimonio estudia el expediente y se pronuncia. Por un lado, hay que contratar las plataformas, el material, y por otra al restaurador y los operarios. Tenemos que acometer la obra antes de que comience el anidamiento de las aves. Empezar en marzo, como muy tarde, estaría bien».

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Vegetación en el Acueducto de Segovia. Óscar Costa

El anidamiento de las aves –además de la elaboración de la memoria técnica necesaria para poner en marcha el proyecto– fue la causa del aplazamiento de la obra el año pasado. La fauna que puebla el Acueducto no es asunto baladí. Hay vencejos, chovas, palomas... «Es una fauna muy diversa que debemos respetar. Se trata de retirar la vegetación cuando menos afecte a las aves, pero como no hay que instalar andamios, todo es más sencillo. Las plataformas tipo grúa se van a ir moviendo de un pilar a otro y la molestia puede ser mínima. Si la tramitación se retrasara, consultaremos a los técnicos de Medio Ambiente para saber cómo tenemos que proceder, si esperamos a que se marchen las aves o intervenimos. Los especialistas dirán. Hasta ahora, no hemos manejado una memoria para saber cómo tenemos que afrontar una intervención así, por lo que tampoco podíamos hacer una propuesta a los especialistas en aves para conocer cómo puede afectarlas», apunta Martín.

Las administraciones (Ayuntamiento, Junta de Castilla y León y Ministerio de Cultura) desean tener un protocolo que guíe las intervenciones que haga falta llevar a cabo en el Acueducto. El informe técnico elaborado va en ese línea. El Ayuntamiento dispone ya de una documentación muy completa sobre el estado del monumento, reunida al cabo de los años y las restauraciones.

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