Así se acerca el Nava al rival imposible

Ambos se citaron por primera vez el 24 de noviembre de 2019 en Nava de la Asunción, toda una fiesta que terminó con el mejor equipo del mundo honrando la tradición navera de chocar la mano de los aficionados. Fue un partido que duró cuarto de hora, un toma y daca en los que los segovianos llegaron a empatar a siete. A partir de entonces, un parcial de 2-11 rompió sin remedio la igualdad. Los culés tenían los dos puntos en el bolsillo al descanso (15-24) para un holgado triunfo final por 24-39.

El covid impidió el duelo de la segunda vuelta en el Palau. Allí se vieron el 19 de septiembre de 2020. Los segovianos aguantaron el primer asalto de 10 minutos y llegaron a mandar con un gol de Rodrigo Pérez Arce (5-6). Los locales pusieron orden con un parcial de 9-2 para allanar la tarea al descanso (20-12) rumbo a otro triunfo plácido (39-22). El duelo de la segunda vuelta tuvo siete minutos de paridad (4-5) y acabó en la mayor paliza: 21-45.

A la siguiente, en Barcelona, los naveros aguantaron el vendaval. Intercambio de goles y Djukic puso el empate a 15 a cinco minutos del descanso. Los blaugranas aprovecharon ya ese tramo para apretar y se marcharon con un +3 al descanso (19-16), sin romper del todo a un Nava que llegó en el retrovisor de los cinco goles a los últimos diez minutos. De nuevo, el Barça estiró la renta hasta el 44-34, un marcador engañoso. No lo fue la vuelta, en plena caída libre navera hacia el descenso, con una salida culé de 1-5 para otro triunfo sin paliativos: 24-42.

Los culés se llevaron el susto el pasado 28 de octubre en un partido que empezó como un intercambio de goles casi burocrático, sin parciales. Esa humanidad del Barça motivó a los segovianos, colmados de acierto en ataque y con la intensidad defensiva para mandar al descanso (15-13) y ponerse +5 en la segunda parte (20-15). El Barça respondió con un ritmo inaguantable y y los goles de Wanne, pero no se puso por delante hasta el minuto 48. A partir de ahí, con los locales extenuados, aceleraron hacia un 31-37. En la vuelta, el campeón no dio opciones: ventaja de 12-6 para una victoria que no peligró, pero nada excesivo: 36-25. Porque el Nava va mejorando en el videojuego y hoy volverá a enfrentarse el monstruo final.