Los accidentes provocados por animales ocasionan más de un herido al mes

Cada vez se producen más volantazos o frenazos en las carreteras segovianas. La tendencia positiva en el número de atropellos a animales se percibe con el paso del tiempo. El balance de cada ejercicio realizado por la Dirección General de Tráfico (DGT) arroja aumentos notables, con un repunte del 56% en los últimos cinco años. De hecho, los 225 incidentes por este motivo registrados en enero, marzo y abril ya suponen una cuarta parte de los anotados durante todo 2022, según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno en Segovia.

La Jefatura Provincial de Tráfico de Segovia muestra su «preocupación» ante esta situación. Aunque reconoce que en la mayor parte de los accidentes provocadas por fauna no hay heridos de gravedad, matiza que «no hay que restar importancia a estos siniestros». Para ello, se basan en la estadística de los últimos tres años. Desde 2021 se han producido un total de 26 atropellos que se han resultado en 31 personas heridas. Todas ellas de carácter leve, excepto una víctima en 2022, con pronóstico grave.

El anterior ejercicio finalizó con 15 incidentes que han tenido como resultado daños personales, que crecen un 67% respecto a 2021, cuando se anotaron nueve. Además, la provincia acumula más heridos en 2022 -18 personas- que Burgos, con 15, que es el territorio que lidera el ránking nacional con mayor número de siniestros al acercarse a los 3.000.

En la última década solo ha tenido lugar un accidente mortal en Segovia. Es un hecho que permanece inmutable desde 2016, cuando una ambulancia colisionó con un caballo y perdió la vida la persona trasladada en camilla. En lo que respecta a los daños materiales, los siniestros se cuentan por centenares en las carreteras provinciales.

Nadie podría imaginar que las 290 colisiones con animales que constan en 2010 iban a triplicarse en apenas unos años, hasta rozar las cuatro cifras en 2022. De hecho, el millar de atropellos se podría alcanzar este año si se tienen en cuenta los casos del primer trimestre. Este engloba los meses donde la aparición de los animales en los kilómetros de calzada de Castilla y León es menos probable que en otras épocas, como es el verano, según la estadística presentada por el Centro de Estudios de la Fundación Axa.

En las vías segovianas se presta especial atención a los meses de junio, julio y sobre todo agosto, que son los más peligrosos para sufrir un accidente con corzo. Esta especie estuvo involucrada en 621 de las colisiones con animales en 2022, lo que supone más de seis de cada diez siniestros. Lo mismo sucede en los primeros meses de 2023, con 128. De hecho, la aparición de este animal en las carreteras ha aumentado más de un 30% en cuatro años.

Le siguen los siniestros provocados por jabalíes, que se concentran fundamentalmente entre octubre y diciembre, aunque el año pasado descendieron un 5% respecto a la etapa anterior. El zorro también está presente en un mayor número de accidentes, aunque no llegan a la veintena, del mismo modo que el tejón y ciervo. Pero no todas las especies son cinegéticas, se cuentan incidentes con más de treinta perros y veinte vacas. El ganado vacuno, junto a los caballos, tienen un gran peligro debido a su mayor peso.

Tanto grupos ecologistas como organizaciones agrarias llaman la atención sobre el atropello de lobos. En 2022 fueron tres, cifra que se repite en el periodo anterior pese a estar incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) desde septiembre de 2021. Tal y como ha advertido Asaja Segovia en reiteradas ocasiones, este animal cada vez se acerca más a los cascos urbanos en busca de alimento y para ello atraviesa las vías cercanas a los pueblos.

El Colectivo Azálvaro, una entidad segoviana conservacionista, participa desde 2016 en un estudio y seguimiento de atropellos de la fauna en la carretera SG-500. En su base de datos también se percibe un aumento de siniestros en los últimos años. Esta iniciativa comenzó porque el registro de la DGT hace un recuento de los incidentes en los que hay un vehículo afectado, mientras que el número real de animales muertos en la carretera es muy superior.

«No hay datos sobre ello», lamenta el presidente de la organización, José Aguilera. Su enfoque parte de la afección que tiene el incremento de la circulación en la biodiversidad. Por ello, en sus estadísticas incluyen los atropellos a mamíferos, que suponen un 58%, pero también a aves -25%-, reptiles -17%- o anfibios, estos últimos en menor medida.

Hay identificadas más de 60 especies, desde zorros, tejones, ardillas o garduñas hasta culebras, lagartos, sapos, búhos o alondras. Algunos de ellos incluso tienen un alto rango de protección. «Esa infinidad de animales es lo que se tendría que publicar», remarca el portavoz. Este mismo viernes el colectivo informó de la muerte de una nutria a escasos kilómetros de El Espinar.

La presencia de fauna silvestre en la carretera es un problema general dentro de los límites segovianos, y eso que «no somos una de las peores provincias», declara el delegado de la Federación de Caza de Castilla y León en Segovia, José Luis Gómez. Sin embargo, reconoce que hay zonas más peligrosas que otras, como es la próxima a la sierra, donde «los animales se mueven más».

Este riesgo explica que el tramo segoviano de la N-110, que comunica el sureste y nordeste de la provincia, acapare cada año en torno al 20% de todos los accidentes con fauna silvestre. En 2022 fueron 181 y estuvo seguida por la CL-603, con 86 siniestros; la SG-205 (Cerezo de Abajo-Cantalejo-Cuéllar), con 64; y la CL-605, con 29. En los primeros tres meses de este año, la N-110 ya acumula 44 incidentes, la SG-205, un total de 21; y la N-603 y CL-603, 18 respectivamente.

El cazador segoviano es consciente del notable aumento de siniestros en las carreteras con especies cinegéticas involucradas. Atribuye este repunte a la pandemia, cuando no pudieron reducir las poblaciones de corzo y jabalí. Pese a que hubo menor circulación por las restricciones de movilidad, el número de accidentes de tráfico por animales aumentó de 707 en 2019 a 737 en 2020, un dato un 30% inferior al último censo anual.

Para hacer frente a este problema, tanto la Federación de Caza como la Federación Empresarial Segoviana (Fes) son partidarios de un mayor control cinegético de algunas especies. Es una propuesta que será trasladada a la Junta de Castilla y León y que principalmente consiste en flexibilizar el cupo establecido sobre determinados animales. Este se rige por un número limitado de precintos que cada año se conceden a los cotos de acuerdo a la superficie. Gómez también es partidario de «agilizar y facilitar» la tramitación de los permisos a los cazadores.

Ante ello, la Jefatura Provincial de Tráfico llama a que los conductores tengan una especial precaución en las vías secundarias, ya que es donde «suelen producirse» estos incidentes. Asimismo, el horario más habitual de presencia de fauna en las carreteras coincide con sus hábitos de salida, es decir, al amanecer y atardecer, «situación que empeora la visibilidad». Por ello, aconseja reducir la velocidad, lo que permite aumentar la capacidad de maniobra y tiempo de reacción ante un posible impacto.