Segovia

Los accidentes ocurridos de camino a casa o al trabajo repuntan más de un 25%

Cada mes se producen una media de 15 accidentes 'in itinere', durante el trayecto de ida al trabajo o el regreso a casa, en Segovia. Es una cifra que no ha dejado de crecer en los últimos años, hasta anotar un incremento del 26,9% en el acumulado de siniestros hasta agosto, según la actualización de datos por parte de la Junta de Castilla y León. En los primeros ocho meses del año se han registrado 118 incidentes de este tipo que, al considerarse un accidente laboral, conllevan una doble indemnización para el trabajador que lo sufre. En las mismas fechas de 2022, se contaban 25 incidentes menos.

La gran mayoría de estos percances tienen como protagonista el coche. Mientras que los infortunios relativos al tráfico tienen presencia en un porcentaje casi simbólico en plena jornada laboral, explican el grueso de los accidentes ocurridos 'in itinere', al suponer un 60% de los que se han producido hasta agosto. La misma cifra se repite e, incluso, se dispara si se observa cada mes de manera individualizada. Por ejemplo, en enero, siete de cada diez siniestros ocurridos en los desplazamientos estaban relacionados con el tráfico.

En un número amplio, esta categoría de accidentes atañe al sector servicios, pues engloba un gran catálogo de profesiones. No obstante, aunque experimentan un notable ascenso, la práctica totalidad acaban en pronóstico leve. En Segovia, tan solo uno de ellos fue grave, lo que se traduce en un 0,8% de todos los incidentes observados en los trayectos de los trabajadores fuera del horario laboral.

Las víctimas de los siniestros considerados 'in itinere' suelen tener un contrato indefinido, si bien es cierto que el régimen temporal es significativo, al estar detrás de casi el 30% de los trabajadores que tienen estos accidentes. Asimismo, los que más los sufren son los profesionales que tienen entre 36 y 45 años y que desarrollan su labor en empresas de menos de 25 trabajadores. De hecho, las pymes notifican al año más percances de este tipo que grandes empresas cuya plantilla sobrepase los 250 empleados.

La provincia registra una tendencia ascendente en este tipo de accidentes laborales, lo mismo que sucede en Castilla y León. Sin embargo, el aumento de la provincia es hasta 18 puntos superior a la media regional. Todos los territorios de la comunidad autónoma lamentan del mismo modo cifras de siniestros 'in itinere' en rango positivo, salvo Ávila y Zamora. Por su parte, Soria presenta la mayor subida con el 33% y, a su vez, le sigue muy de cerca Segovia.

El secretario general de CC OO en la provincia, Álex Blázquez, alerta sobre el peligro que conlleva esta realidad. El representante sindical atribuye esta escalada de accidentes 'in itinere' a la necesidad que tienen muchos segovianos contratados a tiempo parcial de combinar dos empleos casi de forma simultánea para llegar a fin de mes. «En la mayoría de los casos, esos siniestros son de personas que necesitan varios trabajos para alcanzar un salario digno», sostiene. «El estrés y la ansiedad que provocan estas situaciones hacen que las condiciones no sean las más adecuadas para evitar» este tipo de percances, considera.

Este considerable aumento no es el único que le preocupa a Blázquez. La siniestralidad laboral en su conjunto vuelve a arrojar cifras «alarmantes» en el segundo cuatrimestre de 2023. Si se suma el total de bajas por sectores, ya sean en el puesto laboral o durante los desplazamientos inmediatamente previos o posteriores, la subida respecto al año anterior es de más del 5% en el acumulado de agosto.

Es un porcentaje ligeramente superior al observado durante el último ejercicio cerrado. Una de las principales diferencias en la comparativa es el desplome de los accidentes mortales, ya que 2022 fue uno de los periodos más trágicos en lo relativo a siniestros fatales de la última década, al contabilizar cuatro fallecidos. «La mortalidad en jornada de trabajo estuvo disparada», declara CC OO.

A día de hoy, los incidentes con pronóstico leve aumentan cerca de un 6%, mientras que los graves y mortales caen en picado. «Siempre que hay un accidente es algo negativo: esa es la premisa de la que tenemos que partir», subraya Blázquez. Sin embargo, reconoce que «evidentemente es peor un accidente mortal que uno grave, pero en cuestión de prevención no podemos bajar la guardia ni con los leves». Aun cuando el rango de gravedad ha descendido, la provincia tiene que lamentar un fallecimiento en los primeros ocho meses del año.

«Los datos demuestran la falta de rigor en la aplicación de la Ley de Prevención por parte de las empresas, es necesario una mayor implicación de las administraciones competentes en materia laboral», reclama el secretario general de CC OO. En concreto, exige más recursos para agudizar la vigilancia y el control del cumplimiento de la normativa.

Segovia notifica 1.489 accidentes laborales hasta agosto, lo que significa que se producen más de 180 incidentes cada mes. Entre ellos, destacan seis infortunios de carácter grave -dos se corresponden con el sector de la industria y tres con el de servicios- y uno mortal.

El grueso de los accidentes los acapara el sector servicios, que en los dos primeros cuatrimestres firmó cerca de 3.000 nuevos contratos y comunicó 716 accidentes. Le sigue la industria, con 349 percances laborales; la construcción, con 156, un dato superior al número de acuerdos alcanzados en el mismo lapso de tiempo; y, por último, la agricultura, que sumó 150 siniestros.

La actividad que revistió más peligro fue la construcción especializada, a la que se dedicaba el hombre asalariado, de nacionalidad española y con contrato temporal, que falleció el pasado agosto cuando desarrollaba sus labores, aunque no han trascendido las causas. En el transporte terrestre se produjeron dos accidentes de carácter grave, en el subsector de servicios personales otro, y la fabricación de productos metálicos y no metálicos registró dos siniestros de gravedad. Todas los heridos eran hombres asalariados, salvo un trabajador autónomo.

Hasta agosto también se declararon 32 enfermedades profesionales, el 71% sin parte de incapacidad laboral. Sin embargo, Blázquez matiza que «seguramente tengamos muchas más, pero no están ni reconocidas ni vinculadas al ámbito laboral». De los procesos que cursaron con baja, cinco pertenecen a la industria, tres al sector servicios y una a la construcción.