Los accidentes laborales crecen un 10% en el primer trimestre del año en la provincia

Y es que el año ha empezado de luto. La provincia lamentó dos fallecimientos en los tres primeros meses. Enero, febrero y marzo sumaron dos personas fallecidas en accidentes laborales. Una de las víctimas –un hombre de 34 años, vecino de Cuéllar, que dejó viuda y una niña– pereció aplastado por dos toneladas de zanahorias en una fábrica de hortalizas situada en Vallelado, según recuerdan en Comisiones Obreras y UGT.

La esquela hecha por los sindicatos en su reclamación de más seguridad y prevención laborales rezaba que el trabajador había perdido la vida «por desplome de carga». Otro luctuoso recordatorio esgrimido por las organizaciones rendía tributo a la segunda persona fallecida a lo largo del primer trimestre del año en Segovia. En este caso la víctima murió durante uno de los desplazamientos realizados en el desempeño de sus tareas. Tenía 49 años.

Las dos muertes en el inicio de ejercicio duplican las que hubo que lamentar a lo largo de todo el año pasado, advierten los responsables de los sindicatos. Los números parecen dar la razón a la regla de tres que deduce Álex Blázquez. La recuperación de la producción y de la actividad económica eleva la amenaza de sufrir un percance. En los tres primeros meses de este curso, la provincia registró 497 incidentes durante el desarrollo de la jornada laboral. Son 45 más que en el mismo periodo del curso anterior, lo que representa un incremento cercano al 10%. Si se añade la estadística sobre la accidentalidad denominada 'in itinere', que es la que tiene lugar en el trayecto hacia o desde el lugar del puesto de trabajo, la cantidad de incidentes contabilizados a lo largo de los tres meses inaugurales del año en Segovia asciende a 537.

Cabe matizar que todos estos casos han conllevado el correspondiente expediente de baja de la víctima, aunque solo uno fue catalogado como grave, según recogen los datos de prevención de riesgos y salud laboral de la Junta de Castilla y León.

La media de accidentes que acarrearon la incapacidad temporal del trabajador supera este año los seis diarios. Es uno más cada jornada que el promedio que arrojaron las mensualidades de enero, febrero y marzo de 2021, cuando aún la pandemia condicionaba muchas de las actividades laboral, sobre todo por las limitaciones de movilidad y de aforos. Como ponen de relieve los datos de la Administración autonómica, entonces hubo que lamentar más casos 'in itinere' (40 frente a los 46 acumulados en enero, febrero y marzo del curso anterior).

Los sectores económicos que han impulsado el crecimiento de la siniestralidad laboral en lo que va de año son servicios, que engloba a la hostelería, comercio y turismo, y la construcción, que en los últimos tiempos ha visto cómo se ha propulsado su actividad. Basten los últimos datos de la Encuesta de Población Activa concernientes al primer trimestre del año para comprobar que el segmento del ladrillo y el hormigón ha engrosado su masa de ocupación en la provincia, con casi 2.000 trabajadores más que un año atrás. Es uno de los segmentos en los que más ha subido la actividad. En la provincia, la accidentalidad en la construcción creció entre enero y marzo un 32% con 66 percances contabilizados en las estadísticas de la Junta.

Por su parte, en el ámbito de los servicios, la siniestralidad ha aumentado en el mismo primer trimestre por encima del 16%. Sumados enero, febrero y marzo, este motor económico acapara 249 bajas de trabajadores accidentados, todos leves salvo uno catalogado como grave. En total, todos estos casos suponen casi la mitad –el 46%– de todos los incidentes ocurridos en Segovia entre enero y marzo, ambos incluidos. El único segmento económico que ha visto cómo se ha reducido la accidentalidad laboral es el agrario, donde han disminuido por encima del 13%.

«En este momento en el que la actividad parece que vuelve a relanzarse gracias en parte a la puesta en marcha de proyectos asociados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, es esencial que el proceso venga acompañado de un impulso decidido a las políticas públicas activas en prevención de riesgos laborales, así como de un aumento de la actividad inspectora», demandan los sindicatos por el Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo.