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Un paciente sigue las instrucciones de la especialista en un tratamiento de rehabilitación. Pablo Lorenzana

El absentismo laboral le cuesta a las empresas de Segovia 29,5 millones de euros

El coste de las incapacidades temporales aumentó el año pasado un 7% como consecuencia de unas bajas más largas

Viernes, 17 de mayo 2024, 00:30

El tejido empresarial anda preocupado por los costes que acarrean las bajas laborales atendidas por el Servicio Público de Salud de Castilla y León (Sacyl). Sobre todo, inquieta la tendencia, que dibuja una curva ascendente en busca de un techo. Las patronales, con independencia del ... ámbito territorial al que representan, hacen hincapié en la necesidad de acortar la duración de las incapacidades.

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Esa pretensión de rebajar el absentismo va íntimamente ligada a la consecución de un ahorro económico. En este aspecto, la cobertura de las contingencias comunes diagnosticadas, como son las abundantes patologías traumatológicas, varía en función de si la asistencia pudiera ser prestada por alguna de las mutuas que colaboran con la Seguridad Social o si el afectado recibe la atención en el sistema sanitario público.

Según las organizaciones empresariales, la primera opción les haría ganar eficiencia al recortar los tiempos del absentismo laboral y, por ende, les permitiría reducir el desembolso que han de afrontar en la actualidad. El aumento de esos importes repercute de manera negativa en otros aspectos de la actividad económica, advierten las confederaciones de empresarios, como puede ser la generación de empleo y nuevas contrataciones.

En Segovia, el año pasado bajó la verja con 771.332 días contabilizados en los procesos de incapacidad temporal declarados. Esas jornadas -equivalentes a más de 64.000 meses fuera de juego- obtuvieron su pertinente indemnización. La curva ascendente que muestra la evolución en la provincia de la duración de las contingencias pegó en 2023 otro respingo. Según las estadísticas anuales del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dicho repunte con respecto al ejercicio precedente fue de 37.260 días más sumados por empleados apartados del desempeño profesional y recibiendo atención médica. En términos relativos, los datos concluyen que el absentismo se prolongó un 5% el curso pasado en Segovia.

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771.332 días

de baja sumaron las incapacidades temporales iniciadas el año pasado en el provincia de Segovia por una contingencia común, accidente o enfermedad profesional.

En proporción, este aumento de la duración conjunta de las incapacidades temporales se queda incluso corto si se compara con el experimentado por el coste económico asumido por las empresas durante el periodo de baja del personal. En función de la causa común o profesional que esté detrás, la incomparecencia se alarga más o menos y, por lo tanto, resulta más o menos cara para la compañía. Si se echa la vista al año anterior, el importe afrontado por las empresas escaló hasta superar los 29,5 millones de euros, casi dos millones más que en 2022, lo que significa que los industriales segovianos tuvieron que hacer frente a un incremento del 7% en el coste aparejado a las incapacidades temporales de sus trabajadores.

«En las bajas laborales derivadas de contingencias comunes, las mutuas no puede participar activamente en los procesos de recuperación de los trabajadores», aclaran fuentes de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT). Esta organización está constituida como entidad sin ánimo de lucro. Se creó en 1986 con el objetivo de representar los intereses generales y comunes de las dieciocho mutuas colaboradoras con la Seguridad Social que a día de hoy funcionan en España.

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Paradójico

Esas mismas cifras publicadas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ponen de manifiesto una paradoja a la que los números también dan respuesta. En la provincia, en 2023 hubo más días de baja y también aumentó el coste de las empresas asociado al absentismo provocado tanto por contingencias comunes (como una gripe) como por accidentes sobrevenidos en el desempeño de la tarea o por enfermedades profesionales reconocidas y referidas al ejercicio de una determinada labor. Sin embargo, en ese escenario de subidas, se observa un descenso en el volumen de procesos de incapacidad temporal iniciados a lo largo de los doce meses del curso.

¿Cómo es posible que crezca el gasto para cubrir las bajas si hubo menos expedientes? Las empresas de la provincia segoviana, al bajar la persiana de 2023, registraron 17.196 casos iniciados en ese periodo. A lo largo de 2022, ese volumen fue muy superior, hasta alcanzar las 24.763 tramitaciones. Es un descenso del 30%.

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La paradoja queda resuelta cuando las estadísticas ministeriales revelan que la duración media de las ausencias sufridas por trabajadores por problemas de salud o por el padecimiento de un accidente laboral se estiró de 32,03 a 45,41 días. Es decir, las bajas promediaron un alargamiento cercano a las dos semanas. Esta prolongación atañe tanto a las incapacidades finalizadas al cabo del curso como a las que además recibieron la pertinente compensación. Las estadísticas del Ministerio también llaman la atención sobre la duración media de las bajas finalizadas e indemnizadas, que ha pasado de casi cuarenta jornadas a 83,29 el pasado ejercicio.

45,41 días

es la duración media de las incapacidades temporales registradas en la provincia de Segovia el año pasado.

41,38 euros

es el coste medio mensual por trabajador que padece una incapacidad temporal en la provincia de Segovia, según datos de 2023.

A estas alzas hay que añadir que el coste mensual por trabajador también se ha encarecido entre los dos últimos años completos contemplados en la revisión cuantitativa que hace el Estado al absentismo laboral. En 2022, ese desembolso era de cuarenta euros menos cuatro céntimos; mientras que doce meses después subió a 41,38 euros.

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Por lo tanto, unas incapacidades temporales más largas y un mayor coste medio mensual por trabajador de baja, así como el importe creciente abonado por día indemnizado encarecen el pago que hacen las empresas segovianas por el absentismo laboral, a pesar de que a lo largo del último año haya disminuido la cantidad de expedientes de baja iniciados por contingencias comunes, accidentes en el desempeño del trabajo o por haber contraído alguna de las enfermedades profesionales catalogadas.

El ritmo de la siniestralidad laboral no afloja a pesar de las reivindicaciones sindicales. A lo largo de los dos primeros meses del presente 2024, en la provincia se han registrado 375 percances que han conllevado la consiguiente baja de la víctima, incluidos los padecidos durante el desplazamiento hacia o desde el lugar de trabajo.

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