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César Blanco Elipe
Lunes, 29 de mayo 2017, 10:49
La memoria de lo que fue el año judicial 2016 en la Audiencia Provincial de Segovia recoge los problemas y carencias ocasionados por las actuales infraestructuras. El día a día, en algunos casos, bien parece una prueba de resistencia física y psíquica. Al sonsacar del informe algunas situaciones que se han producido en los últimos meses, no es de extrañar que el delegado de Justicia de Comisiones Obreras (CC OO), Roberto Alonso, calificara de «drama» el desempeño cotidiano.
«He visto a gente llorar de impotencia porque creen que es la culpable del fallo preguntándose si han hecho algo mal», se quejaba el representante sindical por las constantes caídas de los ordenadores en los juzgados de la región y, por tanto, de Segovia. La política impulsada por la Administración central de «papel cero» en pro de la digitalización de toda la documentación «no funciona porque no hay medios materiales», hace hincapié el representante sindical.
El diagnóstico que plasma el presidente de la Audiencia Provincial, Ignacio Pando, en la memoria de 2016 no difiere demasiado de esta reclamación sindical. De ahí que solicite la continuidad de los dos informáticos y del formador, «sin cuyo auxilio diario, la paralización de la oficina sería frecuente». También llama la atención de la escasa utilidad que supone disponer de un servicio centralizado que deriva los avisos por fallos en el sistema a una empresa externalizada que no dispone de sede en Segovia.
Dilaciones inútiles
Asimismo, pide «mejoras en los programas de gestión». Se refiere a Lexnet y a Minerva, «cuyo uso masivo para la recepción, transmisión y tratamiento de la información da lugar a su ralentización a lo largo del horario laboral, con desmoralización de los funcionarios, que ven dilatado inútilmente su trabajo». La gestión digital de los expedientes a cargo de jueces y magistrados a través de la implantación de nuevas herramientas, como el portafirmas o el visor, deja mucho que desear, a tenor de lo que recoge Pando en su informe.
Así, un magistrado revela en uno de los escritos que adjunta el presidente de la Audiencia Provincial que «nos encontramos con problemas tales como la pérdida de documentos una vez creados y guardados en el sistema Minerva, o la pérdida de documentos guardados en Word en el ordenador si se cierra, así como la imposibilidad de acceder al citado sistema durante varios días seguidos». Otra juez añade la imposibilidad de contar con el programa visor para trabajar fuera de la sede judicial. Y es que es el casa es donde lleva a cabo la mayor parte del dictado de sentencias.
En los anexos que adjunta la memoria también se ponen de manifiesto las «incidencias prácticamente a diario» en los procesos afectados por la justicia telemática. En este caso, y a modo de ejemplo, se explica que ahora toda prueba documental ha de ir escaneada para su aportación al expediente digital. Pues bien, estos aparatos de reproducción digital presentan «problemas de funcionamiento con demasiada frecuencia, lo que dificulta el trabajo de los funcionarios».
A la espera de unificación
Otra queja recurrente en el informe es la falta de espacio y las estrecheces con las que han de convivir los trabajadores de algunas sedes judiciales, así como las deficiencias estructurales y de equipamientos. El origen de estos problemas está en que Segovia sigue sin poder contar con un Palacio de Justicia que unifique todos los órganos, oficinas y personal en un mismo edificio. Su puesta en servicio está prevista por la Administración central para 2020. Pando reitera la necesidad de contar con ese emplazamiento único y precisa que las obras que se iniciaron a finales del año pasado están paradas.
La dispersión lleva en el punto de mira de las quejas de la Audiencia Provincial demasiados años. La coyuntura actual de falta de inversiones públicas ha agravado algunas situaciones que genera al ausencia de un centro único para la jurisprudencia segoviana.
«Indeseable espectáculo»
Resulta llamativa la insistencia del Colegio de Abogados de poder disponer en todas la sedes judiciales que están diseminadas por la ciudad de «una dependencia donde poder colocarse la toga o hablar con sus clientes». Por su parte, el Colegio de Procuradores también reivindica un lugar habilitado para poder desarrollar su quehacer diario. Ambas quejas están recogidas en la memoria trasladada al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
También es preocupante el estado de algunos edificios de los partidos judiciales de la provincia. En concreto, el del juzgado de Sepúlveda, ya que Cuéllar y Santa María la Real de Nieva presentan unas instalaciones «adecuadas», matiza el informe de Ignacio Pando.
La funcionalidad del que presenta mayores problemas está lastrado por la propia estructura del inmueble y por su ubicación. «Se precisa el acondicionamiento para el acceso de personas con discapacidad física», señala el presidente de la Audiencia en relación a las deficiencias de Sepúlveda. Ese problema «ha obligado en alguna ocasión al indeseable espectáculo de tener que realizar actividades judiciales con personas impedidas en la calle».
La memoria también recoge la ejecución de obras en el vetusto Palacio de Justicia de la calle San Agustín, consistentes en instalación de sistemas de ventilación forzada en las dos salas de vistas y en la sección civil de la Audiencia, «de las que cabe dudar su efectividad», precisa el informe. Ante las reiteradas quejas expresadas por el «excesivo calor» en estas dependencias durante los meses de verano, se había pedido la instalación de sistema de sistemas de climatización. Sin embargo, el técnico de la Subdirección General de Obras del Ministerio de Justicia decidió que no era necesario poner aire acondicionado y optó por un sistema de ventilación forzada.
¿Y el aire acondicionado?
«Pese a la insistencia en que dicha medida no era suficiente y su inutilidad por contar dichas dependencias con amplios ventanales completamente practicables, en noviembre se realizaron las obras, que estaban previstas para agosto, con la consiguiente disfunción en los órganos judiciales que en esa fecha están en pleno rendimiento», relata el documento. El resultado «dista mucho de ser satisfactorio».
En invierno, única temporada en que se ha probado, cuando la temperatura en la calle es baja, lo que el sistema de ventilación introduce es aire frío, y es de temer que en verano meterá aire caliente, pues las tomas se ubican en la pared sur del patio, donde se acumula el calor en las mañanas. En este sentido, el presidente de la Audiencia menciona, por su excepcionalidad, que el pasado septiembre, la letrada de la Administración de Justicia ordenó el cierre de la Audiencia porque la temperatura en las oficinas superaba los 30 grados centígrados. Al día siguiente, la Gerencia Territorial solucionó el problema con el aprovisionamiento de tres aparatos portátiles de aire acondicionado.
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