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el norte
Lunes, 8 de mayo 2017, 18:46
Las fuentes de Caballar ha sido el destino elegido por el Área de Promoción Económica de la Diputación para la primera de las llamadas rutas guiadas Camina por Segovia en primavera, organizadas en colaboración con los grupos de acción local. Tras completar el recorrido de ocho kilómetros, los cuarenta participantes pudieron conocer los museos etnográfico y pedagógico La última escuela de Otones de Benjumea, que gestiona la Asociación Cultural El Corralón.
De la mano de los guías Jorge Fernanz y David Martín Carretero, la ruta se acercó hasta la fuente Fresneda , para dirigirse a continuación a la fuente Redonda y terminar el recorrido en la fuente Santa, aunque el número de fuentes en la zona supera la docena. En la zona abundan las calidad, lo que favorece el desarrollo de estos surtidores de agua. Caballar ha sido conocida tradicionalmente por la riqueza de sus huertas. La zona cuenta con un microclima derivado de la abundancia de agua. Hasta tres canales de riego alimentan las huertas hasta confluir en el arroyo Mulas, que llega a Turégano. Por eso existía una comunidad de aguas de Caballar y Turegano. El primer documento que así los acredita data de 1588. Turegano tenía derecho a cuatro días de agua y Caballar a tres. Había un aguador o aguadero, que echaba el agua a la salida del sol. Al aguador, que no podía ser ni molinero, ni batanero, se le tomaba juramento en ambos pueblos.
En los años sesenta, Caballar contaba con hasta ochenta hectáreas dedicaras a huertas. Famosa era localidad por sus frutales: perales, manzanos, guindos, nogales, ciruelos, etcétera. En las últimas décadas han ido dejando protagonismo a los chopos para su aprovechamiento forestal o en alguna época para el cultivo de remolacha cuando se abrió La azucarera de Aranda de Duero. Los participantes en la ruta conocieron también diversas plantas que abundan en la zona, como lavanda, te de roca o la rubia con la que se sacaba el famoso rojo del manteo segoviano.
Tras pasar por las ruinas de la ermita de San Frutos de Caballar, el trayecto ha concluido en la famosa Fuente Santa donde se sumergen las calaveras de San Valentín y Santa Engracia, los hermanos de San Frutos, cuando se celebran las conocidas Mojadas de Caballar. Tras la muerte de su hermano, San Valentín y Santa Engracia se trasladaron al monasterio de San Zoilo. Poco más tarde, sufrieron martirio por los musulmanes, que les cortaron la cabeza, que aparecieron siglos después en el lugar donde se construyó la fuente.
La urna con sus reliquias se sumerge tres veces en la fuente en las llamadas Mojadas de Caballar cuando la sequía aprieta. Las primeras documentadas tuvieron lugar en 1593 y la última en 1992.
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