La Fundación Caja Segovia confía en abrir el museo del Torreón en verano

La Fundación Caja Segovia mantiene la incertidumbre en varios frentes. Por una parte, el judicial, que en las últimas horas ha traído consigo la buena nueva del auto de la Audiencia que ratifica la petición de juicio oral para los exconsejeros que hipotecaron el Torreón de Lozoya. El presidente de la institución, heredera de la antigua Obra Social y Cultural, Javier Reguera, da la bienvenida a un pronunciamiento que «llevábamos tiempo esperando». Queda todavía mucho camino que recorrer, admite el responsable de la fundación.

«Depende de la resolución final», emplaza a si al final hay procesamiento y una sentencia condenatoria. Ya sea por lo penal o por la vía civil, «tendrá que haber un resarcimiento a la entidad perjudicada», deduce el presidente.

A la entidad también le ocupa y le preocupa su maltrecha situación financiera, sobre todo cuando en el horizonte inmediato asoma el 17 de julio. Ese día se cumplirán cinco años de la hipoteca del Torreón (en manos de Bankia por importe de 6,8 millones de euros) y llegará el primer vencimiento del préstamo. A partir de entonces, la institución tendrá que abonar 1,3 millones de euros anuales, pues hasta ahora solo está obligada a abonar los intereses (alrededor de 105.000 euros al año).

Pagar por las visitas

El salvavidas económico de la Fundación Caja Segovia tiene que venir de los alquileres del patrimonio inmobiliario que le queda, confiesa el presidente. De momento, los contactos para el arrendamiento del Palacio de Mansilla han sido infructuosos. Una de las vías de financiación que pretende explotar la entidad es, precisamente, el Torreón. Reguera confía en que el museo que acoja y muestre colecciones y fondos de la institución y que albergará el emblemático edificio medieval que se alza en la plaza de Medina del Campo, en pleno casco histórico sea una de las fuentes que a medio y largo plazo genere beneficios a la fundación.

La intención es que pueda autofinanciarse, por lo que el primer paso ha de ir encaminado a lograr cuanto antes el equilibrio entre los ingresos que se obtengan en función de los visitantes y los gastos que lleve consigo esta nueva propuesta, comenta Reguera, quien espera que este verano pueda abrir sus puertas tras las obras de acondicionamiento que se están llevando a cabo, en especial la mejora de los accesos.