![«Era tentador seguir, pero hay que dar paso a la gente joven; ha llegado la hora»](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/pre2017/multimedia/noticias/201702/20/media/cortadas/alfredo%20TANARRO-kkRF-U2122646747028ZB-575x323@Norte%20Castilla.jpg)
![«Era tentador seguir, pero hay que dar paso a la gente joven; ha llegado la hora»](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/pre2017/multimedia/noticias/201702/20/media/cortadas/alfredo%20TANARRO-kkRF-U2122646747028ZB-575x323@Norte%20Castilla.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
quique yuste
Lunes, 20 de febrero 2017, 12:11
Lo ha tenido que pensar, darle muchas vueltas. Han sido muchas mañanas dando la bienvenida a cada día y contando lo que pasaba desde Radio Segovia. Pero Alfredo Matesanz (Segovia, 1951) ha tomado la decisión. Y se ha jubilado. La voz de Segovia se escuchará ahora de forma esporádica en las ondas.
¿Cómo fue la primera mañana que no tuvo que despertar a Segovia?
Ha costado. Me he levantado pronto, porque no he perdido ese hábito. Normalmente me levanto sobre las seis, y el viernes lo hice media hora más tarde. He ido a despedirme de las autoridades con las que he tenido tanta relación, he ido al médico porque tengo un catarro y he ido a la radio un momento a ver a mis compañeros y a recoger unas cosas. Se me fue la mañana volando, pero no será así todos los días.
¿A qué dedicará ahora su tiempo?
Haré un plan de cosas que me gustan, como pintar. Yo pinté mucho al óleo. Fui vecino de los Tablada y aprendí con ellos. Con su permiso le copie bastantes cuadros y me manejaba. Creo que me compraré de nuevo los tubos y los pinceles y empezaré a pintar. Me iré también a la piscina a nadar y al campo, que me gusta mucho. También tengo a mi nieta Aitana en Madrid, y ya me llama abu y me hace mucha ilusión.
¿Le habrán venido muchos recuerdos en los últimos días?
Cuarenta y cinco años de radio dan para mucho. Para mí ha sido una atalaya privilegiada desde donde he visto como se forjaba la historia de la ciudad. He conocido a todos los alcaldes de la democracia, he contado todas las elecciones... y hay muchas historias muy simpáticas.
Ha contado grandes momentos de la historia de la ciudad y de la provincia
Me acuerdo de la declaración de Segovia Patrimonio de la Humanidad, la llegada del Papa Juan Pablo II en 1982 que transmitimos desde el Azoguejo, el triunfo de Pedro Delgado en el Tour cuando entramos en directo con él desde la embajada en París, la lotería en el 2000 que contamos metidos en el habitáculo donde estaba Rosa, la lotera, a quien cogí del brazo para que hablara con Iñaki Gabilondo
¿Qué noticia no le habría gustado tener que dar?
Me acuerdo de la situación tremenda que se vivió con el túnel del AVE. Pudieron morir treinta o cuarenta personas. Me llamaron de Madrid y fui con un teléfono y un transistor al pie de la sierra. Estábamos allí con las familias que tienen a sus seres queridos atrapados y no sabían si estaban vivos o muertos. Aquello fue tremendo porque pensábamos que habían muerto todos en el túnel. Recuerdo la angustia porque se mascaba la tragedia, hasta que pasadas unas horas se supo que estaban bien. Fue algo impresionante y lo pasamos muy mal, aunque luego vivimos la alegría de ver como la gente salía y se abrazaba con sus familias.
¿Le ha costado tomar la decisión?
Mucho. Le he dado muchas vueltas, aunque la radio (la empresa) me lo ha puesto fácil. Me han insistido en que me quedara y que hiciera turnos más cortos o que no madrugara, haciendo solo el programa de la mañana, Hoy por Hoy. Era tentador. He entendido que hay que dar paso a la gente joven y ha llegado la hora.
¿Ha conseguido averiguar qué tiene de especial la radio?
La radio local tiene de especial que pasas a formar parte de la familia de la gente. La gente te quiere y acuden a ti como servicio, como compañía, como entretenimiento Yo lo que realmente amo es la radio local, que es la que se ocupa de las pequeñas historias de la gente, porque por allí pasa el álbum de la vida. A la gente de Segovia le ocurren los mismos problemas de paro, de preocupaciones, de inquietudes Por la radio local pasa la vida y desde ese punto de vista es apasionante. Entonces se entra en un contacto muy directo con la gente, a la que pones rostro y cara porque te la encuentras por la calle. Se establece una relación mágica de afecto y de cariño que he podido comprobar. Eso es lo que engancha.
¿En qué ha cambiado el Alfredo Matesanz que empezó a hacer radio respecto al que se ha jubilado?
No he cambiado en la ilusión. He trabajado siempre con mucha ilusión y hoy la sigo teniendo. Y si he tenido una historia inacabada llamaba a casa para decir que no iba a comer porque esa historia había que acabarla. Esa ilusión con la que empecé la mantengo y me siento orgulloso. He sido muy feliz con la radio. En eso no ha cambiado mi forma de sentir. El tiempo me ha hecho ver las cosas con más calma, soy más reflexivo.
En Segovia Alfredo Matesanz ha sido sinónimo de credibilidad
Eso se consigue con honestidad en el trabajo cada día. Muchas veces me han contado algo para que no dijera, y no lo he hecho. Al final la noticia salía por otro lado, pero yo me quedaba a gusto porque esa noticia no había salido por mi boca. Al final la persona que ha confiado en ti sabe que puede hacerlo más veces.
No ha sido un periodista polémico o conocido por sus opiniones
Me ha gustado escuchar a las partes. Quizás el respeto que siento por la gente me ha frenado de ser un periodista ácido o crítico. He preferido buscar a las personas para que ellos contarán las historias y llamar luego a la otra parte para que el oyente tuviera ambas referencias. Yo no soy quien para erigirme como juez de nadie. Hay periodistas críticos, a los que admiro, pero quizás me ha faltado el valor de hacer una crítica.
¿Ha tenido algún enfrentamiento o presión?
Sí, aunque no en la casa. He trabajado con absoluta libertad. Siempre me han dejado valorarlo a mí, que es distinto. Pero presiones sí que ha habido desde fuera con algún político que pretendía algo o que en algún momento quería alguna entrevista. Las puertas están abiertas, pero no me pueden decir qué tengo que preguntar. Tampoco puedo presumir de haber tenido grandes presiones, aunque ha habido cosas y momentos...
Dijo Javier del Pino durante su último programa que usted podía haber llegado donde hubiera querido en el periodismo nacional, ¿ha sido tentado alguna vez?
No me planteé dar el salto... Quizás alguna vez, pero de manera fugaz. Estoy muy a gusto en mi ciudad, muy anclado, y si me hubiera ido a Madrid habría perdido todo esto. Sí que hubo gente que me lo dijo, pero nunca me lo plantee. Era feliz en mi radio y mi ciudad, y tampoco me preocupa saber dónde podía haber estado.
¿Cómo le gustaría que le recordara Segovia?
La ciudad siempre me ha tratado muy bien. Lo de hijo predilecto me emocionó mucho. En el tiempo que estuve en la radio creo que hubo cuatro o cinco hijos predilectos. Es lo máximo a lo que un vecino puede aspirar, ¿qué más puedo pedir? Me dicen mucho que soy la voz de Segovia. Con eso me quedo, me parece maravilloso.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.