Rafael Sanz Sanz
Sábado, 23 de julio 2016, 19:30
Con este título, Matabuena, cuna de la sierra segoviana, nuestro paisano Severiano Martín Berzal (Orejana, 1950) afincado en Matabuena por su vínculo matrimonial con una gentil matabuenense, acaba de editar y presentar en sociedad su interesante libro (no me resisto a llamarlo enciclopedia) relativo a esta localidad de nuestra sierra segoviana, que como declaró recientemente la alcaldesa de Arcones, Laureana Martín Rodríguez, nos han adulterado o cambiado el nombre original de cordillera carpetovetónica, o sierra carpetana en la parcela que abarca nuestra provincia, por el de sierra de Guadarrama o de Somosierra, por la influencia del poderoso Madrid.
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Digo enciclopedia porque esta obra encierra un compendio de historia, leyendas, costumbres, tradiciones, dichos populares, orografía, manantiales que al unirse dan lugar al llamado río Vadillo, afluente del Cega, vértices geodésicos y un montón de etcéteras, que sería muy prolijo enumerar.
Yo creo que Severiano Martín, Seve para los amigos, quedó plenamente satisfecho de la presentación de su trabajo, ilustrado con cientos de fotografías, pues se vio arropado y aplaudido calurosamente por la práctica totalidad de sus paisanos, tanto por los residentes censados en este municipio como por los eventuales que, al poseer su segunda residencia en Matabuena y ser ya temporada vacacional, acudieron puntuales a la cita.
En la presentación intervinieron, o intervinimos, como ustedes quieran, Josefina Arcones Bernabé, presidenta de la Asociación Cultural La Anduela, patrocinadora de esta primera edición; Lorenzo Martín Sanz, alcalde de Matabuena; Luis Martín Sanz, presidente de la Asociación Cultural San Ramón, de Orejana; Benito Gil García, vocal de la Asociación Cultural La Anduela; yo mismo, como prologuista, y como invitado de excepción Luis M. Linde, gobernador del Banco de España, quien se siente feliz, según sus propias palabras, de ser uno de los residentes eventuales de Matabuena desde hace varias décadas. Y finalmente el autor, Severiano Martín Berzal que, ante tanto agasajo y tanto aplauso de manos conocidas, se sintió ligeramente apabullado y llegó momento en que los nervios o la emoción estuvieron a punto de jugarle una mala pasada. Pero todo quedó en un pequeño susto.
El resultado final fue el que muchos esperábamos, y que yo hago constar en el prólogo, es decir, un rotundo éxito literario, materializado en la larga cola compuesta por más de cien personas que se formó entre los que deseaban llevarse un ejemplar dedicado y firmado por el autor, solo comparable con las que en alguna ocasión he presenciado yo en ferias del libro como la del Retiro de Madrid.
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Enhorabuena, de nuevo, estimado Seve, y que tengas con tu obra todos los éxitos que mereces y sabes que te deseo, y hasta la próxima edición, que espero aparezca en fecha próxima. De verdad, un abrazo.
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