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Vista de la calle del Carmen a pocos metros del Acueducto.
El recuerdo de un convento

El recuerdo de un convento

La calle perpetúa el nombre de la comunidad de Carmelitas Calzados que estuvo varios siglos en la zona

Elena rubio

Lunes, 18 de julio 2016, 15:42

La calle del Carmen está situada en el centro de la ciudad y permite conectar la actual Avenida del Acueducto con la plaza del Doctor Gila, ya en el barrio de San Millán. Sus dos tramos de escaleras, con una barandilla en el centro, inician el recorrido de esta vía, que deja a sus espaldas una de las zonas más transitadas de Segovia. Por el día, suele ser una calle de tránsito, pero tranquila, con suelo adoquinado, por la que el peatón puede pasear tranquilamente, ya que no tiene tráfico a excepción de algún vehículo que reparte a los establecimientos de restauración que se encuentran localizados, sobre todo en el primer tramo de la calle.

El tiempo ha cambiado los inmuebles, casi todos rehabilitados porque «sus casas de la izquierda son de mucho carácter por su antigüedad y factura», como detallaba hace un siglo Mariano Sáez y Romero en su libro Las calles de Segovia.

También las gentes que se encontraban han cambiado, ya que hace 100 años era frecuente ver por los alrededores herreros, zapateros y clientes de varias tabernas que se dirigían de la Plaza Mayor a la recién estrenada estación de ferrocarril. Pasear por esta calle, generalmente sombría por las casas y algún bloque que la flanquean, permite a los ciudadanos contemplar una vista singular del Acueducto desde la mitad de la vía, que se va alzando imponente a medida que se camina por ella. Una imagen del monumento que se complementa con algunos esgrafiados segovianos de varios inmuebles.

Distintas sedes

También permite contemplar de frente el inmueble de la Casa de la Tierra, del siglo XVIII, donde dormían los procuradores, y un escudo de armas en la fachada de una de las casas nobles de esta calle, que pocos conocen y que procede del antiguo convento del Carmen Calzado, que existió en la zona.

Es de este inmueble religioso, desaparecido en la actualidad, de donde viene el nombre de la calle. La comunidad de las Carmelitas Calzados se estableció en Segovia en el año 1593. El Carmelo calzado se contraponía a la Orden de Hermanos Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, resultante de la reforma e inspiradores de normas de una vida monástica más austera.

Estos monjes primero se establecieron en la Casa del Sol, antiguo matadero, y después, en 1603, se trasladaron a este convento. Quizás los más mayores recuerden sus imponentes muros, que hacían precisamente de la calle del Carmen una vía «estrecha y sombría», según Sáez y Romero.

Según recoge Juan Antonio Folgado en su publicación 'Las calles y plazas de Segovia y sus barrios incorporados', las obras de la nueva iglesia y convento empezaron en 1618 y duraron seis años. Sin embargo, «a finales de 1624 se declaró un incendio, que obligó a una lenta y trabajosa reconstrucción de casi todo el conjunto, si bien se normalizó la vida conventual». Pero la invasión de las tropas napoleónicas, y después la desamortización de las leyes de Mendizábal, sacudieron de forma notable la ciudad, siendo un «duro golpe para el convento e iglesia del Carmen, cuyos frailes a raíz de 1835, tuvieron que exclaustrarse».

«Ofrecemos un servicio eficaz y personalizado»

  • La calle acoge en los bajos de las casas y edificios que allí se encuentran establecimientos de diferentes sectores. En el número 5 se localiza desde hace tres años y medio la Asesoría María Jesús Cristóbal González, que anteriormente estaba en la plaza de la Morería, cerca del Paseo del Salón. María Jesús Cristóbal asegura que es una calle con movimiento, pero «tranquila» comercialmente hablando. Pero, «muy cerca de todo», por su ubicación a escasos 150 metros del Acueducto. Esta asesoría es un despacho jurídico, laboral, fiscal y contable que ofrece una amplia cobertura, que hace que los segovianos confíen en estos profesionales porque «nos encargamos de todo». A su clientela, fiel y muy familiar, le ofrecen un servicio muy directo, eficaz, amable y personalizado, que les permite tener un trato cercano, casi de amigos. «Estamos muy contentos con nuestros clientes, son personas muy profesionales, confían plenamente en ti y te exigen en función de lo que tú les das», destaca Cristóbal.

  • La confianza es compartida. «El boca a boca es el 70% de nuestro mercado, pero mucho más importante que la publicidad. Los segovianos nos recomiendan, fundamentalmente, he tenido casos de Barcelona que han contacto conmigo porque una persona les ha hablado de mí», comenta Cristóbal. Sus clientes son fundamentalmente de Segovia, pero también los hay de Madrid, Ávila y Valladolid, y realizan gestiones de empresas ubicadas en Madrid, Toledo, Málaga y Cádiz.

En 1848 «se cedió el edificio del convento a la fábrica de paños de Segovia, a excepción de la capilla, sacristía y otras habitaciones complementarias, si bien, en 1861, sufría un incendio demoledor», puntualiza Folgado. Este destrozo en un auténtico gigante que había estado ubicado en la zona más de 250 años provocó que el culto se trasladara siglos después a una pequeña capilla dedicada en esa zona a Nuestra Señora del Carmen.

Caja Segovia

En 1962, la zona donde se ubicó este gran convento era un solar, que fue adquirido por la entonces Caja de Ahorros de Segovia. Los muros comenzaron a edificarse a partir de 1963, y los trabajos duraron hasta 1966, cuando fue inaugurado el edificio. Una parte importante de este inmueble da precisamente a la calle del Carmen, a una conocida sala donde se han realizado centenares de actos públicos.

El recuerdo del convento sigue hoy presente dentro de este edificio, sede principal de Bankia en Segovia desde el 2012. En la entrada del edificio está presente un relieve de Florentino Trapero. Allí puede leerse, en una placa, «En este sitio estuvo la Capilla dedicada a Nuestra Señora del Carmen, resto del antiguo convento de Carmelitas Calzados erigido en 1603. En su recuerdo el Ayuntamiento de la Ciudad entregó a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia esta imagen de Nuestra Señora del Carmen, obra del escultor segoviano Trapero».

Otro recuerdo de este desaparecido convento del Carmen se encuentra lejos de esta zona, en el barrio de la Albuera ya que «la ocupación de este espacio hizo que en su día Caja Segovia sufragara la construcción de la iglesia del Carmen en el barrio de La Albuera».

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