«Había tenido otros percances y me dijo que se cortaba la coleta»

Navalmanzano, pueblo natal del joven Juan Carlos Otero, se despertó el sábado con la noticia del fallecimiento de uno de sus vecinos más conocidos, Juan Carlos Otero o Gallo, como lo conocían todos en el pueblo, tras una grave cogida en la localidad vallisoletana de La Parrilla. La triste noticia sorprendió a muchos de sus amigos y conocidos, que no podían creer el desenlace del joven de 34 años.

Amigo personal del fallecido, el alcalde de Navalmanzano, Pablo Ángel Torrego Otero, visiblemente afectado, señalaba que se enteró de la noticia cuando le avisaron telefónicamente desde El Norte de Castilla. «Por respeto a la familia prefiero no hacer declaraciones, pero si vas por cualquier sitio de Navalmanzano te darás cuenta de la trascendencia y de la personalidad que él tenía y de lo que aportaba al municipio, de lo que él era, una persona muy querida».

El mismo sábado por la tarde, la Corporación municipal, con muchos amigos cercanos a Juan Carlos, se reunió para establecer un decreto de Alcaldía y hacer oficiales los dos días de luto en memoria del joven recortador local.

«No es porque haya fallecido, pero era una bellísima persona y muy profesional en su trabajo», destaca el regidor. Juan Carlos tenía una herrería donde trabajaba principalmente como instalador de chapas metálicas. «Ahora se estaba haciendo una casa enorme, que aún no está terminada. Le iba muy bien en el trabajo y le podría haber ido mejor, si no fuera por los puñeteros toros», comentaba un vecino de Navalmanzano en una de las múltiples conversaciones generadas a raíz de conocerse la noticia. El bar 3,1416 sirvió a muchos para compartir opiniones, mientras que otros se encontraban de golpe con la noticia al acudir al establecimiento en las horas posteriores al suceso. «Había tenido dos percances, uno en Valladolid y otro en Madrid, y ya no se metía tanto, pero es una afición muy peligrosa. La última vez que hablé con él, me dijo que ya se iba a cortar la coleta, y mira», comentaba allí mismo otro conocido del fallecido.

Se da la circunstancia de que los padres de Juan Carlos perdieron a otro hijo hace años en un accidente, por lo que muchos de los pensamientos de los vecinos son ahora para ellos.

Entre los recortadores de la zona, la noticia ha caído como un aténtico mazazo. «Yo estaba casi todas las semanas en contacto con él, era una persona muy querida y agradable», comenta Bruno Vírseda, compañero de El Gallo en muchos concursos de recortes de novillos y encierros por toda la comarca. Visiblemente afectado, Bruno comenta cómo eran un grupo de doce chicos de la zona, entre Navalmanzano, Carbonero o El Espinar, de donde procede él, los que se movían por los festejos. «Un grupo que ahora está muerto con la noticia. Solo he podido hablar un poco con uno de ellos porque no nos salen las palabras y tampoco he querido enterarme de cómo ha sido exactamente».

El funeral por Juan Carlos Otero se celebrará esta tarde, a las 20:00 horas, en Navalmanzano,