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José María Heredero. El Norte

Diez años sin Chemari

La Asociación Plaza Mayor rinde homenaje el domingo a José María Heredero con motivo del décimo aniversario de su muerte

Carlos Álvaro

Sábado, 14 de mayo 2016, 11:45

El jueves se cumplieron diez años del fallecimiento de José María Heredero. Aquel 12 de mayo de 2006, Segovia entera lloró la muerte del laureado fotógrafo, que tenía 79 años. Un infarto acabó con una brillantísima vida profesional Heredero no dejó de disparar con su cámara hasta el final, pero también con un hombre bueno, en el sentido machadiano del término. Prueba de ello son los numerosos amigos que dejó, que ahora, en el décimo aniversario de su partida, vuelven a rendirle tributo en su queridísimo barrio de San Marcos, donde tiene dedicada una calle.

La Asociación Cultural Plaza Mayor es la promotora del homenaje, que se verificará en San Marcos, el domingo a las ocho y media de la tarde. La asociación que preside Francisco del Caño quiere concederle el título de socio de honor a título póstumo, como muestra de agradecimiento, respeto, admiración y cariño. Según Del Caño, el acto será sencillo. En la plaza del Fielato estarán las hijas de Heredero, Esther y Cristina, que recogerán el título; sus compañeros pintores del grupo Aqua, Luis Labrador, Frutos Casado de Lucas, José Orcajo, Pedro Manzanas y José Antonio Regidor; el presidente de la Asociación de Vecinos de San Marcos, Hilario Tabanera, y los representantes del Ayuntamiento de Segovia. Previamente, a las doce de la mañana, se habrá colocado una corona de laurel en la plaza de la calle José María Heredero y celebrado una misa en la parroquia.

Fotógrafo profesional y pintor durante más de sesenta años, José María Heredero Chemari para los amigos nació en San Marcos en 1927 y a los catorce años entró a trabajar en el estudio del mítico Jesús Unturbe, fotógrafo y pintor, artista a quien Heredero siempre tuvo como maestro. Compatibilizando su trabajo con los estudios artísticos, aprendió todas las técnicas destinadas en aquella época a paliar las carencias tecnológicas y de materiales: primero el revelado, luego el positivado y por último la delicadísima faceta del retocado. «No se trataba de corregir los defectos físicos, sino de suavizar con delicadeza y sabiduría el cutis y las comisuras de los modelos», explicaba cuando recordaba sus comienzos.

Con el tiempo y por voluntad del propio Unturbe, José María se hizo con el estudio, donde invirtió toda su carrera profesional. Allí, en plena Calle Real, realizó un trabajo comercial marcado por la generosidad y cultivó al mismo tiempo una vertiente artística que le llevó a merecer y a acumular múltiples premios nacionales e internacionales. El periodista Miguel Velasco lo define como el fotógrafo «más laureado del mundo»; de hecho, Heredero atesoró más de quinientos premios que le permitieron visitar toda España y países como Estados Unidos o México, donde recibió uno de los galardones que más ilusión le hizo.

En los años setenta y ochenta, Heredero experimentó con éxito la técnica del vídeo y junto al propio Miguel Velasco realizó hasta quince documentales cinematográficos sobre temas segovianos que también merecieron varios premios. Uno de ellos, Agapito Marazuela y el folclore castellano, es el único documento existente que contiene la voz del maestro folclorista de Valverde del Majano.

Pocos saben, además, que en su juventud, José María Heredero fue ciclista y llegó a participar en varias competiciones. «No lo suelo decir porque parece una fanfarronada», confesó a El Norte en una entrevista que concedió en el año 2002. «Nunca gané grandes carreras, pero tengo algún premio que me llena de orgullo, por ejemplo, a la elegancia. Ahí queda eso, ¿eh?»

Por libre

Los amigos recuerdan a Chemari con verdadero cariño. «Su solidez profesional y sus convicciones personales lo mantuvieron al margen de modas, tendencias o imposiciones. A José María le gustaba caminar por libre y con poco equipaje», asegura Juan José Rodríguez Conde, amigo del artista. En San Marcos, la admiración es muy grande. Él se sentía estrechamente vinculado a este barrio, cuyos vecinos le concedieron sus dos máximos premios, el León de Oro y el Avellana de San Marcos. Pocos días después de su muerte, el 25 de mayo de 2006, el pleno del Ayuntamiento de Segovia acordó, en sesión ordinaria, dedicarle allí una calle.

«Sus fotografías constituyen un legado histórico único. Segovia, la vieja ciudad de Segovia, sus paisajes, sus lejanías, sus monumentos, sus celebraciones, sus personajes de tradición, sus pastores... Ese material es lo más destacado de su obra, pero tampoco podemos obviar sus fotos de estudio. Chemari heredó la trayectoria de los Unturbe, y eso son palabras mayores», afirma Francisco del Caño, impulsor del homenaje que la Asociación Plaza Mayor dedicará el domingo a Heredero.

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