![Un preso marroquí trató de crear una célula yihadista en la cárcel de Segovia](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/pre2017/multimedia/noticias/201511/23/media/cortadas/carcel-segovia--575x323.jpg)
![Un preso marroquí trató de crear una célula yihadista en la cárcel de Segovia](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/pre2017/multimedia/noticias/201511/23/media/cortadas/carcel-segovia--575x323.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Melchor Sáiz-Pardo
Lunes, 23 de noviembre 2015, 15:29
A. Chiakhi llevaba meses en la cárcel de Segovia tratando de crear una célula yihadista para, en nombre del Estado Islámico, intentar sembrar de bombas los metros de Madrid y Barcelona. Este marroquí de 42 años, en prisión por malos tratos a su esposa, fue arrestado ayer por agentes de la Brigada de Información de Madrid de la Policía Nacional en el centro penitenciario segoviano, después de descubrir que él era el autoproclamado imán de un grupo salafista que en septiembre había mandado cartas amenazantes al PP contra Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre, además de anunciar atentados terroristas.
Chiakhi, que según el Ministerio del Interior «está considerado como una persona totalmente radicalizada», buscaba a compañeros de prisión con unas características muy concretas para convertirlos en yihadistas: jóvenes presos desarraigados, mayoritariamente musulmanes, a punto de cumplir condena por delitos ajenos al yihadismo y muchas veces relacionados con el menudeo de drogas. El mismo perfil de los yihadistas que asesinaron a 130 personas en París el 13 de noviembre o que en enero perpetraron los atentados contra Charlie Hebdo o la masacre del 11 de marzo de 2004 en Madrid.
Chiakhi, que defendió ante los policías que le detuvieron por malos tratos que al ser musulmán «su mujer le pertencía» y que podía hacer con ella «lo que quisiera», había intentado adoctrinar a una decena de presos comunes en el centro penitenciario de Segovia, según fuentes de la investigación. Y al menos había conseguido que dos pasaran a las amenazas.
Esos dos presos, el hispano marroquí de 41 años Jalil E.H.B. en prisión por robo con violencia, y el italiano R.M., de 43 encarcelado por robo con violencia y asesinato, fueron detenidos el pasado 26 de octubre en los centros penitenciarios de Segovia y Puerto de Santa María (Cádiz). Jalil, residente en la barriada del Príncipe de Ceuta, ya había sido investigado en 2012 por su relación con otro grupo salafista creado en prisión.
Ambos fueron capturados en el marco de la denominada operación Khalya (celda, en árabe) como presuntos autores del envío en septiembre de una carta escrita a mano, al parecer redactada por A. Chiakhi, a la sede nacional del PP de Madrid. «Si Alá quiere, gran crimen para Mariano Rajoy». «En nombre de Abu Bakr al-Baghdadi (el cabecilla del Estado Islámico) explotarán bombas en el metro de Madrid y el de Barcelona», eran algunas de la frase de esa nota escrita a caballo entre castellano y árabe, que también incluía «amenazas directas» contra Esperanza Aguirre.
Fuentes de la lucha antiterroristas destacaron que varios de los acólitos de Chiakhi podrían suponer una «grave amenaza» una vez que recuperaran en breve su libertad, debido a que buena parte de ellos habían concluido su adoctrinamiento y se mostraban dispuestos a hacer la yihad en España. De hecho, confirmaron estas mismas fuentes, la operación Khalya continua abierta a la búsqueda, dentro y fuera de los centros penitenciarios, de los presos y exreclusos que pudieron tener contactos con Chiakhi.
«Radicalización»
La operación se ha desarrollado dentro del Plan Estratégico Nacional de Lucha Contra la Radicalización Violenta, que contiene un apartado específico para combatir la radicalización en los centros penitenciarios. Las cárceles, como vienen alertando desde hace años los especialistas, han sido y son, no solo en España, uno de los principales focos de adoctrinamiento y captación de yihadista.
Dentro del denominado Programa de intervención con los internos islamistas en los centros penitenciarios, creado en julio de 2014, hasta 180 presos están sometidos a un estricto control. Entre ellos, obviamente están los 81 presos 62 preventivos y 19 condenados por delitos de terrorismo yihadistas, pero hay otros 99 reclusos controlados por su radicalismo salafista que están entre rejas por delitos comunes.
Todos están incluidos en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES), lo que supone la intervención de todas sus comunicaciones y planes específicos de control. El pasado 10 de febrero, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias emitió una circular en la que amplió el control FIES al colectivo menos radicalizado de los tres existentes (A, B y C) y que hasta entonces se había librado de esa supervisión tan estrecha.
Al arrestado se le acusa también de un delito de amenazas, que hacía en nombre de Abu Bakr al-Baghdadi, máximo dirigente de este grupo criminal.
El detenido, originario de Marruecos, y de 42 años de edad, cumple condena por delitos en el ámbito de la violencia de género y está considerado como una persona totalmente radicalizada. El arrestado dirigía fundamentalmente sus labores de captación y reclutamiento a internos cuyas condenas estaban a punto de finalizar, según Interior.
Fuentes de la lucha antiterrorista informan a Europa Press de que es habitual que los internos radicalizados en el Islam busquen siempre para sus labores de proselitismo a internos a los que les queda poca condena por cumplir y pueden estar pronto en la calle.
'Operación Khalya'
La detención de este lunes se ha llevado a cabo en el marco de la operación 'Khalya' en la que fueron detenidas otras dos personas el pasado 26 de octubre por envío de cartas con amenazas. Estos dos arrestos también se produjeron en centros penitenciarios.
Los dos detenidos el pasado octubre estaban acusados de mandar al menos una carta con amenazas de bomba a la sede del PP. Eran dos hombres de 41 y 43 años, uno nacido en Marruecos y el otro en Italia, cuyas identidades responden a las iniciales de J.E.H.B. y R.M.
Según informaron a Europa Press fuentes de la investigación, ambos se encontraban en los centros penitenciarios de Segovia y el Puerto de Santa María (Cádiz). La carta iba dirigida a nombre de Esperanza Aguirre, estaba escrita en árabe y en ella se amenazaba con hacer explotar una bomba en Madrid y otra en Barcelona.
La misiva también incluía amenazas contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En esa carta decían actuar "en nombre de Alá y de los hermanos muyahidines", según las mismas fuentes consultadas. También citaban a Mahoma y al líder del Estado Islámico, Abu Bakr Al Baghdadi, también conocido entre sus fieles como 'El califa Ibrahim'.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.