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Domingo, 15 de noviembre 2015, 12:19
Diez años contemplan ya a la Muestra de Cine Europeo Ciudad de Segovia (Muces) y su director, Eliseo de Pablos, que ya lo era cuando este festival se puso en marcha, reconoce que arrancaron con unos cimientos que temían que se pudieran venir abajo en cualquier momento. Sin embargo, un decenio después la Muces se ha afianzado y está en disposición de ofrecer 112 películas de 29 países diferentes y un sinfín de actividades paralelas a partir de este próximo miércoles, fecha fijada para el comienzo de su décima edición, que se prolongará hasta el próximo 24 de noviembre.
En un momento tan especial Eliseo de Pablos no puede evitar remontarse a esos orígenes de la Muces en los que se sentaron las bases para que un director de la talla de Jaime Chávarri llegue a decir que este festival tiene la mejor programación de Europa. Lo recuerda De Pablos, quien admite que las características de la Muces la convertían en una apuesta arriesgada cuando emergió en el panorama cinematográfico, al tiempo que destaca que el carácter europeo del festival y su apuesta por la calidad frente al glamur constituyen las principales razones del respaldo que tiene por parte del público.
«Es un modelo que no se encuentra. Primero, porque es de cine europeo, que solo hay dos en España, y segundo porque prima la calidad en las películas y en las actividades que se hacen. Si no hay un alto nivel en los talleres, conferencias y demás, no se hacen, no nos interesan. El éxito de Muces es eso y que la programación está muy cuidada. Es una de las mejores programaciones que se pueden encontrar», señala su director, quien junto a su equipo de trabajo ha labrado una red de relaciones e información que le permite conseguir películas premiadas en los principales festivales antes de que obtengan esos reconocimientos. «Y también hay una compensación entre los países de alta producción y los de baja producción. Se compensan unos y otros y le dan una entidad muy interesante en programación a Muces».
Además, este festival cuenta con la ventaja de poder trabajar con la tranquilidad de tener el respaldo inequívoco del Ayuntamiento de Segovia como principal benefactor aunque también existen ayudas privadas y avanza sin la presión de estar obligado a adquirir mayor entidad. «No es una cuestión de cantidad, sino de calidad. No es cuestión de que haya más gente, sino de que sea un número apropiado y de que disfrute de un buen cine. En la sección oficial tenemos unos porcentajes de ocupación por encima del 90% gracias a la política que tiene el Ayuntamiento de facilitar al máximo la asistencia. Solo la sección oficial cuesta dos euros y es por controlar. Muchas películas están al cien por cien», asevera De Pablos, que recuerda, además, la carencia de salas que sufre Segovia: «Echamos mucho de menos el teatro Cervantes. Me acuerdo que hace diez años estábamos pensando que al año siguiente ya sería nuestra sede. Diez años después sigue en la ruina total. Espero que en el futuro se pueda recuperar para Segovia esta sala extraordinaria».
Mientras que llegan las aportaciones públicas para que el teatro Cervantes pueda regresar al esplendor que tuvo antaño, la Muces prosigue su camino con la certeza casi absoluta de que los espectadores no le van a fallar. «En este país hay cosas que caen bien y cosas que caen mal. El festival cayó bien desde el principio y Muces lo mejor que tiene es su público. La mayoría de películas no se conocen y la gente va a ciegas. Pero sabe que es muy buen cine y por eso va sistemáticamente», señala De Pablos, que ni siquiera da importancia a la cercanía geográfica y temporal de la Seminci de Valladolid: «Estamos encantados de que Castilla y León tenga un festival tan importante como la Seminci, pero nuestro planteamiento es diferente. Coincidimos en alguna película, este año, por ejemplo, en las dos que han ganado. Tanto El valle de los carneros como Mustang están en Muces. No supone ninguna competencia, somos complementarios».
Tampoco cree que haya una saturación de festivales en España. «Yo soy partidario de que haya el máximo de festivales posible porque son muy diferentes unos de otros. Es una oportunidad para aquellas localidades a las que les llega el cine mal porque la distribución está saturada del cine americano. Les llega un soplo de aire fresco con cinematografías europeas, japonesas, coreanas o latinoamericanas, que están tan de moda ahora. Y hay una cosa curiosa y es que ninguna de las dos grandes ciudades españolas tiene un gran festival de cine. El cine se ha descentralizado y los festivales están en otros lados como Gijón, Valladolid, Segovia, Sitges», argumenta.
Pide más ayudas
Y de regreso a la Muces, De Pablos lamenta que no cuenten con más ayudas: «Nos gustaría que las instituciones que están cerca de nosotros en el cine o políticamente nos ayudarán más. También que hubiera más apoyos de empresas privadas. Nosotros hacemos un milagro. Este es un festival milagro porque se hace con al menos cinco veces menos presupuesto que un festival de su nivel en España». Y lanza la pelota sobre todo al tejado de los hosteleros de la ciudad: «Su apoyo podría y debería ser mayor, pero esta es una batalla perdida en Segovia para Muces y para todas las grandes manifestaciones culturales. No somos capaces de movilizar a la hostelería, que es la gran beneficiada de todo esto. Entre ellos te ponen la excusa de que no hay unanimidad porque solo se beneficia la parte de la hostelería que está en las zonas céntricas. Pero nosotros seguimos apoyándoles y ayudándoles con demostraciones gastronómicas, mesas redondas o con la película de los hermanos Roca. Todos son solidarios, pero no apoyan en nada. El festival, sobre todo durante el fin de semana, mueve a muchos miles de personas».
Tampoco se muestra benévolo con las críticas de Unión Progreso y Democracia (UPyD), que ha puesto el acento en que la Muces tenga un presupuesto mucho mayor que otros festivales similares. «Los que lo critican no tienen ni idea de lo que es un festival. Yo creo que no han estado en uno en su vida. Un festival es una cosa bien compleja que vale un buen dinero. Un buen dinero que yo creo que es bien empleado. Nos comparan, además, con un festival de cortos, que es de una asociación y de amigos. Es como comparar a un equipo de Primera División con uno de Primera Regional. Igual que a nosotros no se nos puede comparar con Cannes o Berlín. No tiene ninguna razón y obedece a espíritus provincianos, envidias y mediocridades. Los críticos es un grupúsculo que lo hace sistemáticamente todos los años y al que no hay que darle más importancia, porque la gente de Segovia y la que viene de fuera apoya incondicionalmente el festival», afirma.
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