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Equipo de un radar móvil en el interior de un coche de la Guardia Civil. M. A. L.
Tráfico instalará dos nuevos radares fijos en el descenso del Alto del León

Tráfico instalará dos nuevos radares fijos en el descenso del Alto del León

La DGT intensifica los controles en los tramos de la red provincial especialmente peligrosos

Carlos Álvaro

Viernes, 30 de octubre 2015, 10:29

La Dirección General de Tráfico (DGT) instalará próximamente dos radares fijos más en el descenso del puerto del Alto del León, según anunció ayer el jefe provincial de Tráfico, Pedro José Pastor. El objetivo es ejercer un mayor control en una zona especialmente peligrosa en cuanto empieza la campaña invernal.

Con estas dos nuevas cabinas, la provincia de Segovia sumará ocho radares fijos, pues actualmente tiene seis, dos de ellos instalados en la A-1, otro en la AP-6, otro en la N-VI, otro en la N-601 y otro en la N-110, al margen del radar de tramo en el entorno de los túneles de Guadarrama y de las seis unidades de radares móviles que recorren distintos tramos de las carreteras CL-601, CL-602, CL-603, CL-605, N-VI, N-110, N-603, SG-20, SG-205, SG-211, SG-222, SG-232 y SG-313, entre otras.

«El de los radares es un asunto delicado; son necesarios, pero no puedes llenar las carreteras. El objetivo no es multar, sino incrementar la seguridad. Está comprobado que su existencia modera la velocidad, y eso es lo único que nos importa», asegura el jefe provincial de Tráfico. Para Pedro José Pastor, España es uno de los países europeos que menos radares tiene en sus carreteras. «La gente piensa que hay demasiados, y no es así. La presión de radares que tenemos en España es infinitamente inferior a la que hay en otros países de nuestro entorno. Yo soy partidario de buscar un equilibrio, y los radares son necesarios en aquellos puntos donde la velocidad constituye un factor de riesgo en la seguridad vial», afirma.

La limitación de la velocidad es el objetivo de estos dispositivos que van a la caza de la infracción en una provincia en la que, como en otras, el exceso de velocidad es la causa de la mayor parte de los accidentes que tienen lugar en la carretera. En lo que va de año se han producido en la provincia 12 accidentes mortales, 9 de ellos en vías interurbanas, los cuales han arrojado 13 fallecidos, 5 menos que a lo largo de los doce meses del año 2014, que se saldó con 18 muertes. El pasado septiembre, con cinco fallecidos, fue el mes más negro del año, el mes que empañó una estadística muy prometedora. En este sentido, la de Segovia no suele ser una provincia que registre cifras demasiado elevadas, en comparación con otras provincias españolas.

Radares fijos, móviles y de tramo

  • La DGT denomina a los radares fijos cinemómetros sin operador. Son aquellos ubicados en cabinas y que suelen estar al margen de la carretera, aunque también se encuentran en pórticos o postes. Este tipo de radares debe estar siempre señalizado. La provincia tiene seis.

  • Por su parte, los radares móviles son los cinemómetros con operador, es decir, aquellos que están en coches camuflados u oficiales de la Guardia Civil. Este tipo de radares funciona tanto si el vehículo en el que están instalados circula como si no. Segovia tiene seis unidades.

  • Los radares de tramo son más fiables que los fijos porque hallan la velocidad media de un punto a otro. Es obligatorio mantener una velocidad media similar o inferior a la establecida en ese recorrido. En la AP-6, en el entorno de los túneles, hay uno.

«Muchos accidentes tienen una causa común: el exceso de velocidad. Esto se dio muy claramente en la estadística de 2014, año de muchas colisiones frontales y salidas de vía provocadas, fundamentalmente, por el exceso de velocidad. En la estadística de este año la velocidad ha estado en el origen de algunos accidentes pero no de todos. La velocidad indebida puede ser la causa del siniestro o puede agravarlo, porque no es lo mismo una distracción a 140 kilómetros por hora que una distracción a 60 kilómetros por hora. La cuestión es si tienes tiempo o no de corregir ese despiste. Tampoco es lo mismo tener un despiste en autovía que tenerlo en una carretera convencional, de la que te puedes salir con facilidad. Hay que procurar adaptar la velocidad a las condiciones de cada carretera e ir siempre por debajo de los límites que marca cada vía», comenta el jefe provincial de Tráfico.

Sobrepasar los límites de velocidad es una de las causas de los accidentes que se producen en las carreteras de la provincia, pero también lo son las distracciones provocadas por el uso de teléfonos móviles y el incumplimiento de normas tan esenciales como el uso del cinturón de seguridad. Aunque parezca mentira, todavía hay mucha gente reacia a abrochárselo. Y lo ocurrido el pasado septiembre en la N-110, a la altura de Tizneros, ejemplifica los fatídicos efectos del incumplimiento de la normativa: los dos jóvenes que perdieron la vida hubieran podido sobrevivir si llegan a llevar abrochados sus respectivos cinturones de seguridad, según el jefe provincial de Tráfico. El impacto fue mortal al salir ambos despedidos del vehículo.

Tramos vigilados

La última campaña de vigilancia especial promovida hace unos días por la Dirección General de Tráfico en las carreteras de la provincia arrojó un 8,16% de automovilistas denunciados, principalmente por exceso de velocidad. Durante la campaña, la Guardia Civil de Tráfico intensificó su vigilancia en aquellos tramos de la red de carreteras convencionales que están considerados de especial peligrosidad. La última actualización ubica estos tramos en carreteras como la N-VI, muy peligrosa por la cantidad de tráfico que soporta, la N-110, la N-603, la SG-20, la SG-205 o la SG-222.

Según el jefe provincial de Tráfico, los criterios para la tipificación de estos tramos son el resultado de analizar el número de accidentes graves, con víctimas mortales o heridos que necesitaron hospitalización, el número de accidentes en general y la información que se tiene de la velocidad media de circulación por estos tramos. Por ello, algunos de los tramos registrados en una primera publicación continúan tras la última actualización y otros son sustituidos por nuevos puntos en los que la combinación de siniestralidad y exceso de velocidad está más presente.

En todo el país, excepto el País Vasco y Cataluña, son 1.314 tramos identificados, que suponen 25.172 kilómetros de carreteras convencionales, con una longitud media de 19 kilómetros. En la provincia de Segovia hay unos veinte tramos identificados que pueden variar en las sucesivas actualizaciones.

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