Más líderes

Segovia es la cuna del buen yantar. Junto al Acueducto han crecido mesones que han elevado la cocina castellana a los altares. Cándido, Duque y José María son tres templos para los amantes de la gastronomía y por allí pasan habitualmente los jugadores de varios equipos de Primera para comer y hacerse una foto. Pero la comida y el fútbol poco o nada tienen que ver, por mucho que una conocida casa de comida rápida patrocine la camiseta de la Segoviana, el líder del Grupo octavo de Tercera División, que ayer ganó al Villamuriel en un partido que disfrutaron los gourmets del fútbol. «Vamos a dejar al cochinillo a la altura del Burger King», gritaba una aficionada cuando saltaba el equipo azulgrana al campo, pero los cerrateños no convirtieron al primer clasificado en comida rápida, aunque tampoco se mostraron tan atenazados como una manzana en la boca del conjunto segoviano, que es lo que cabía esperar.

«Lo único que pido a mis jugadores para este partido es orden e intensidad», afirmaba el técnico del Villamuriel horas antes del encuentro y los suyos siguieron su consejo a pies juntillas. Pero es muy complicado mantener este binomio durante noventa minutos y en el primer descuido llegó el primer gol de una Segoviana que devolvió la titularidad a Manu, Miguel Herranz y Quino y que relegó al banquillo en esta ocasión a Kike. El conjunto cerrateño, mientras, metió muchos jugadores de corte destructivo en el centro del campo. El objetivo de los de verde estaba claro:no se podía dejar pensar al rival. Cada intentona de combinación en la medular era contestada con una presión asfixiante que impedía trabajar con fluidez a los de Luis Bertó, pero hubo un pequeño desliz en la zaga que fue aprovechado por Dani Calleja para marcar el 0-1 en el minuto 25. Primera llegada al área de la Segoviana y primer gol.

El Villamuriel estaba jugando bien, plantaba cara al líder y no estaba dispuesto a que las buenas sensaciones desaparecieran por el gol en contra. El centro del campo, comandado por Fer, Marcos Belerda y Tuco, siguió en sus trece e impidió a la Segoviana trenzar jugadas de nivel, pero un nuevo desajuste estuvo a punto de acabar en la portería defendida por Sevi. Miguel Herranz, que demostró su clase en cada intervención, sirvió un buen balón a Domingo pero el portero estuvo muy atento y desbarató la ocasión.

Las ocasiones solo habían llegado del lado visitante, pero el Villamuriel también quería su parte de protagonismo, que llegó por mediación de Aitor, quien vio al portero de la Segoviana, Facundo, adelantado y le tiró una vaselina que estuvo a punto de colocar la igualada de nuevo en el marcador un minuto antes del descanso.

La segunda parte comenzó de la mejor manera posible para la Segoviana. Rubén Yubero botó magistralmente una falta en el borde del área y marcó el segundo tanto segoviano cuando solo habían transcurrido dos minutos de la segunda mitad. El gol pudo ser el de la puntilla para el Villamuriel, pero los cerrateños demostraron una vez más que su punto fuerte es el entusiasmo y las ganas. No se arrugaron y pusieron al líder en más de un aprieto.

Javichi, que sorprendentemente comenzó el partido en el banquillo, entró en el minuto 67 y un cuarto de hora después de su ingreso en el campo recordó a todos los asistentes que es uno de los jugadores más dotados técnicamente de la plantilla. El delantero del conjunto cerrateño botó una falta de manera magistral y colocó el 1-2 en el marcador. El gol permitió a esa aficionada de la que se hablaba aquí antes volver a gritar aquella ocurrente frase, pero el que fue comida rápida ayer fue el Villamuriel, al que se comieron en solo dos bocados.

Con esta victoria y la derrota del Burgos Beroil Bupolsa ayer en el campo de La Virgen del Camino, la Segoviana es más líder. Menudo comienzo de temporada el suyo. Invicta y al frente de la tabla.