Solidarias con los artesanos

El trabajo con aparatos sencillos o simplemente con la manos permite realizar objetos únicos. Y para poner en valor este tipo de trabajo en el día de ayer diferentes establecimientos artesanos locales abrieron sus puertas. El Área de Turismo del Ayuntamiento de Segovia celebró así el Día de Solidaridad de las Ciudades Patrimonio Mundial. En esta vigesimoprimera edición se pretendía favorecer el conocimiento de la artesanía local y sensibilizar sobre la protección de este patrimonio cultural, así como alertar sobre la contaminación visual.

Durante la jornada, 12 espacios estuvieron abiertos para todos aquellos que quisieron comprobar la labor en directo de los artesanos y después adquirir algunos de estos productos realizados a mano. Es el caso de La Fabril Cerera, situada en la calle Peralta. De la mano de Manuel Yuste, los visitantes pudieron descubrir cómo se elaboran de manera tradicional las velas.

Este artesano explica que obra con la misma técnica que se utilizaba hace 80 años. Sobre una rueda octogonal coloca las tablillas con las mechas, que se meten en un noque (cubículo donde almacena la vela fundida en la caldera) tantas veces como se quiera de grosor. Una vez hecho este proceso, el diámetro se ajusta con unas hileras, relata Yuste. En el caso de los cirios, aclara que se llegan a introducir cerca de 300 veces en un proceso que dura más de un día ya que hay que dejar secar la cera. El material que emplea Yuste es cera de abeja, aunque también se puede usar parafina.

Repujado en metal

Otro de los establecimientos que estuvo abierto fue La Gárgola, un taller artesano situado en la calle Judería Vieja que rige el presidente del gremio de artesanos, Jesús de la Cruz. Latón, estaño, cobre o plata son los materiales con los que este trabaja a diario en su labor de grabar metales de forma manual. Sobre un alma, que son las diferentes piezas de madera con las que trabaja, adhiere los materiales con colas especiales, explica De la Cruz.

Una vez que ya están pegados comienza a repujar los metales con buriles de diferentes formas y tamaños, así como con las manos de las que dice que son «múltiples herramientas» hasta que crea una greca. Después patina el objeto, lo limpia y por último lo pule a mano, momento en el que ya está listo para ser vendido en su tienda.

250 urbes de todo el mundo

Y como estos dos artesanos, son varios los que en su día a día fabrican objetos con sus manos. Es el caso también de las religiosas del Monasterio Inmaculada Concepción con su repostería o las figuras policromadas de las monjas del Convento Santo Domingo El Real. Al igual que el Taller de Vidrio Soplado de Alba Martín, la cantería de Alejandro Duque o la conservación y restauración de bienes culturales de ConservArte, que también estuvieron abiertos al público. Sin embargo, señalaron que lo están durante todo el año.

El presidente del gremio destacó que acciones de este tipo son importantes para mostrar el trabajo de los artesanos, así como el de valorar y cuidar el patrimonio de esta ciudad porque «concienciar es crear cultura para el futuro».

En recuerdo al día 8 de septiembre de 1993 en el que se constituyó en Fez la Organización de las Ciudades Patrimonio de Mundial (OCPM) que reúne a las urbes inscritas en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, 250 ciudades de todo el mundo se sumaron a esta celebración para estimular la comprensión mutua de civilizaciones y el respeto de las diferencias culturales, fomentado la solidaridad.