La peña Kalúas ganó el concurso de carrozas del año pasado con este montaje dedicado a Peter Pan.

Bodas de oro para las carrozas de Fuentepelayo

Uno de los alicientes de las fiestas es su desfile, una iniciativa importada desde Levante que se ha convertido en seña de identidad del municipio segoviano

mónica rico

Jueves, 20 de agosto 2015, 17:01

Aunque surgió como algo heredado, los vecinos de Fuentepelayo acogieron de buen agrado, hace ahora medio siglo, una tradición que fue adoptada como propia y que se ha convertido en una de las señas de identidad de las fiestas del municipio. Se trata del desfile de carrozas, una iniciativa que se importó desde Levante y que este año cumple sus bodas de oro. Por ello estas fiestas en honor a Nuestra Señora de la Asunción en Fuentepelayo tendrán un sabor especial, tal y como asegura el alcalde en el saluda en el que se dirige a los vecinos para felicitarles las fiestas.

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El primer edil, Daniel López, destaca la importancia que representa la celebración del quincuagésimo año del inicio del desfile de carrozas, parte significativa, original y distintiva de las fiestas. Asimismo señala que no es fácil emprender una actividad y darla una continuidad de tantos años, y recuerda cómo en sus inicios la idea caló fuerte en las peñas y jóvenes, que supieron materializar la idea, y también en la aceptación de la población. Entre todos han sido capaces de hacer arraigar esta iniciativa año tras año y generación tras generación, «pues durante estos cincuenta años han sido muchas las personas que han dedicado a plasmar una idea en una realidad andante hasta hacer del desfile de carrozas una parte imprescindible de nuestras fiestas», destaca el regidor, que también hace mención a cada una de las carrozas modelada, forjada o esculpida por cada una de las peñas.

La celebración de estas bodas de oro es posible gracias a la propuesta del entonces alcalde, Francisco Sanz Cubo, a quién se le debe la implantación de esta actividad festiva. La historia de estas carrozas y estas fiestas viene de hace décadas, cuando las fiestas patronales se venían celebrando durante el mes de septiembre, en honor a San Miguel, patrón de la localidad, precedidas de las ferias que se realizaban por dichas fechas.

En el pleno celebrado el 18 de agosto de 1965 aún se habla de Fiestas de San Miguel, y al parecer fue este año cuando se decidió el traslado de fecha al penúltimo domingo de agosto. Sin embargo, en otro pleno de mayo de 1966 se forma una comisión de festejos para preparar las actividades taurinas y proponer al Ayuntamiento el programa, fechas y financiación, pero no se habla de cambio de fechas de las fiestas. Desde el Consistorio no se ha hallado cuando se decidió modificar su celebración, ni el programa de fiestas del año 1966, si bien, en el pleno fechado el 17 de agosto de ese mismo año ya se habla del programa de festejos a celebrar los días 27 y 28 de agosto.

Ese mismo año (1966) se celebró el primer desfile de carrozas, introducido y propuesto, según las crónicas de entonces, por el que era alcalde, Francisco Sanz Cubo, importando la idea desde Levante y siendo bien acogida por las peñas de la localidad que desde entonces, salvo en el año 1970 en el que no se celebró, se viene realizando año tras año y cada vez con mejores perspectivas.

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Desde entonces han sido decenas las carrozas que han desfilado por las calles de Fuentepelayo durante sus fiestas y cientos los vecinos que han colaborado en su realización. Por ello el alcalde agradece a todas las peñas y personas que durante estos años han continuado tomando el testigo para que dicho evento haya seguido en el tiempo y a todos los que de una u otra manera hacen posible que siga prolongándose, con la esperanza de que sea durante muchos años más. También desde el Ayuntamiento hacen extensivos los agradecimientos a la Fundación Caja Cega, que se ha volcado en este aniversario con el reparto de más de mil camisetas conmemorativas de esta efeméride entre las peñas de la localidad.

Y es que cada año, casi con el inicio del verano, decenas de personas se esfuerzan durante semanas para preparar primero el diseño y después materializarlo en las carrozas y disfraces que les acompañan. Año tras año se han mejorado tanto la calidad como la técnica, consiguiendo un alto nivel de ejecución y que la apertura de las fiestas sea un acto que cada año congrega a cientos de personas, vecinos y visitantes de municipios del entorno, que acuden puntuales a disfrutar del espectáculo. Yeso, cerámica, papel fallero, alambre y pintura se convertirán un año más en bellas estampas que recorrerán las calles de Fuentepelayo el sábado por la tarde.

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