La dulzaina se reivindica en memoria de Mariano Contreras

Las dulzainas volvieron a sentar cátedra, a enunciar con maestría su lección de melodía escrita con notas castellanas en un ágora con tanto acervo folklórico como es la plaza de San Lorenzo. Este domingo fue el escenario de la vigésimo sexta edición del encuentro organizado por la asociación de vecinos del popular arrabal segoviano que huele ya a fiesta y por el Ayuntamiento de la capital. Al igual que en años anteriores, los sonidos que salen de las dulzainas rinden tributo a Mariano Contreras El Obispo, quien desde que falleciera presta su nombre a este memorial dedicado al folklore. Esta es la mejor manera que tiene el barrio de recordar al tan reconocido dulzainero.

En esta edición, se dieron cita en la plaza tres dulzaineros de la madrileña localidad de San Lorenzo de El Escorial. David Huerta, gran músico que domina a la perfección la música clásica y los sones de raíz. Ha trabajado con varias formaciones orquestales y goza de bastante prestigio. Además, tiene a su cargo una escuela de dulzaina. A Huerta le acompañaron dos de los alumnos más aventajados, Javier Laguna y Carlos Contreras. Ambos dejaron patente el dominio del instrumento que les ha llevado ser considerados jóvenes promesas del futuro, ya casi presente, de la dulzaina.

El encuentro, además de musical, tuvo un tono didáctico. Los asistentes pudieron apreciar la interpretación de las diferentes tesituras que ofrecen las dulzainas y acercarse a su historia. Un concierto participativo en el que se revelaron algunos secretos de la típica dulzaina.

Para Félix Contreras, hijo de Mariano, la dulzaina es un instrumento que en la actualidad está muy vivo. A su juicio, hace unos años atravesó una época complicada, pero ahora el panorama nacional cuenta con un gran número de escuelas que además tienen mucha calidad. El heredero musical de El Obispo asevera que ahora mismo Castilla y León y las comunidades limítrofes gozan de un gran ambiente de dulzaina y tamboril que «a mi padre le hubiese encantado ver».

También destaca cómo estas nuevas escuelas están inculcando la dulzaina en las nuevas generaciones y hacen que los chavales más jóvenes disfruten con ella. El hijo del recordado dulzainero agradece a la Asociación de Vecinos de San Lorenzo el recuerdo que año tras año tienen para con su padre.