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diana gil
Viernes, 17 de julio 2015, 12:47
La retirada de la marquesina de la estación de autobuses está un paso más cerca. El Ayuntamiento de Segovia ha procedido a la licitación de la obras de derribo, ya que además la ejecución de las mismas están contempladas en los presupuestos de este año, según explicó la alcaldesa, Clara Luquero, tras la celebración de la junta de gobierno local. Así que la regidora calcula que en un plazo de «un mes y pico» den comienzo los trabajos.
En un principio, estas actuaciones se iban a llevar a cabo «dentro del contexto de la remodelación de la estación para facilitarnos las cosas y para causar las menos molestias posibles a los usuarios de la estación», motivo por el que el juez había concedido una ampliación en el plazo concedido para retirar la cubierta, especificó Luquero. «Pero puesto que se demora el documento de la Junta de Castilla y León, el juez nos requiere el cumplimiento de la sentencia», añadió.
Las obras que próximamente acometerá el Ayuntamiento tendrán un coste de 98.000 euros. De esta forma, el Consistorio ejecuta la sentencia judicial que le obliga a retirar la marquesina tras perder la demanda interpuesta por la comunidad de propietarios de los números 14 al 20 del paseo Ezequiel González y de los números 1 y 3 de la plaza de la Estación de Autobuses, debido a que ésta se encontraba adosada al edificio. Dicha resolución establece también que se vea afectada «la seguridad e intimidad de sus domicilios» por la facilidad que existe de poder acceder «desde otras partes del inmueble o desde el exterior del edificio».
El acuerdo en el que el Gobierno regional certifique su compromiso económico con las obras tarda en llegar porque los documentos «están empantanados». Tal y como expuso Clara Luquero, necesitan la información detallada de licitación de las obras de la estación y el de cesión «formal» de la avenida de la Constitución. Conviene recordar que la Junta de Castilla y León se comprometió a ayudar con la financiación de los trabajos para acondicionar las instalaciones con el fin de que pudieran ser catalogadas como estación, pero aún no ha habido respuesta, a pesar de que Clara Luquero habló anteayer con el nuevo consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, desveló. En el Ayuntamiento aún están «pendientes de una reunión para hablar de este tema y de otros», añadió la alcaldesa.
«Para curarnos en salud»
La sentencia judicial obliga «estrictamente» al derribo de la marquesina porque se encuentra adosada al bloque de vecinos que inició el litigio. Pero la regidora aseguró que «para curarnos en salud» se demolerán dos elementos laterales «que no se contemplan en la sentencia» y que corresponden a varias de las taquillas de la terminal de autobuses. Se trata de las que hacen esquina en la parte final de las dependencias. Esto quiere decir que algunas de las empresas de transporte que operan en esta zona, concretamente La Sepulvedana y Linecar, se verán obligadas a cambiar la ubicación de sus locales, aunque deberán hacerlo a través del acuerdo que alcancen con el Consistorio. La razón es que el Ayuntamiento sacó a licitación cuatro nuevos espacios para la venta de billetes, pero finalizado el tiempo para concurrir ha quedado desierta la adjudicación, según explicó la alcaldesa.
La duda suscitada porque ninguna de las dos compañías había participado en el proceso abierto de la licitación hizo pensar que pudieran suprimir la venta de billetes de forma presencial. Sin embargo, al menos el director de Operaciones de La Sepulvedana confirmó que «la empresa no tiene previsto ningún cambio en su modelo de venta dentro de la estación de autobuses, y continuará facilitando la compra de billetes tanto a través de las máquinas de autoventa como a través de taquilla», han especificado fuentes del grupo consultadas por El Norte de Castilla.
La empresa no descarta que el emplazamiento de la actual ventanilla se pueda ver afectada por los trabajos de demolición previstos, pero al mismo tiempo aseguran «que no habrá ningún problema para acordar con el Ayuntamiento la ubicación definitiva de la ventanilla tras las obras, sin que esto suponga ningún cambio en la operativa diaria de la compañía». Por su parte, la otra empresa damnificada, Linecar, rehusó hacer declaraciones.
Y además, la remodelación
En una segunda fase se tendrán que acometer los arreglos para convertir la terminal en estación de autobuses y no en un apeadero, que es la actual denominación según la Junta. Entre los cambios que se llevarán a cabo están los de mejorar los sistemas antiincendios, reformar el vestíbulo, desmontar las cerchas o cubrir las dársenas, entre otros. El presupuesto, en los que se incluye la retirada de la marquesina y la remodelación de la terminal, rondará los 1,2 millones de euros, de los que la Administración autonómica dijo que asumiría el 50% .
Luquero había anunciado las intenciones del Ayuntamiento en una comparecencia el pasado abril: «queremos que las obras se ejecuten con el buen tiempo. A ver si puede ser en verano para que el servicio de subida y bajada de pasajeros se pueda realizar con las menores incomodidades». Pero todo hace indicar que los usuarios aún tendrán que esperar para ver al apeadero transformado en estación de autobuses.
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