Vista del vaso infantil y la zona de estancia de las piscinas municipales de La Granja. M. A . L

La queja de una familia monoparental fuerza el cambio de bonos de la piscina de La Granja

Una vecina con dos hijos considera «una discriminación» que no pueda acogerse a la bonificación para matrimonios

miguel ángel lópez

Miércoles, 15 de julio 2015, 11:56

La nueva realidad social, la existencia de familias con un solo miembro a cargo de los hijos, ha irrumpido en el mundo de las normas, muchas veces demasiado formal y rígido. Es fácil percibirlo al aplicar las ordenanzas municipales de muchos ayuntamientos. En el Real Sitio de San Ildefonso se han dado cuenta porque una vecina ha reclamado contra la «discriminación» que le impide adquirir los bonos familiares de las piscinas municipales.

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La modificación de la ordenanza fiscal está en marcha, pero llevará tiempo porque ha de seguir los trámites administrativos. El cambio del sistema de bonos de las piscinas municipales de La Granja lo ha motivado esta vecina, Isabel Izquierdo, cabeza de una familia monoparental con dos hijos que a principios de junio advirtió que no podía adquirir el abono equivalente, el de un matrimonio con un hijo, es decir de una familia con tres miembros.

Presentó un escrito en el registro del Ayuntamiento y aún no ha obtenido respuesta, pero el alcalde, José Luis Vázquez, que ha tenido noticia de su reclamación por El Norte, ha encargado a los técnicos municipales que inicien la tramitación para modificar la ordenanza.

Esta vecina de La Granja afirma que «no se puede sacar el abono familiar de la piscina municipal si no se es una familia formada por un matrimonio con o sin hijos», ya que «las familias monoparentales no podemos beneficiarnos del abono familiar, no se contempla esa posibilidad». Según su relato, a primeros de junio fue a la piscina para rellenar el formulario y pagar el abono de temporada, pero le dijeron que los abonos solo eran para matrimonios con o sin hijos. En este último caso el abono cuesta 136,85 euros para los empadronados en el municipio, y sube a 171,08 euros con un hijo, 193,88 con dos hijos y 207,56 euros para un matrimonio con tres o más hijos.

Más caro

Por analogía, Isabel Izquierdo entiende que debería aplicársele la condición de familia de tres miembros y darle la posibilidad de adquirir el bono de matrimonio con un hijo. Sin embargo, no es posible. La opción que le daban le sale «mucho más cara», pagar dos bonos de niños y uno de adulto. Y los empleados de la piscina le dijeron que tenía razón, pero solo le propusieron que presentara un escrito en el Ayuntamiento.

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Lo hizo, lo registró el 9 de junio. Pedía que se adecuaran los abonos familiares a «los nuevos modelos de familia» y que se adoptaran medidas provisionales para que este verano ella y sus hijos, y otras personas en el mismo caso, pudieran beneficiarse de los descuentos.

«A fecha de hoy (por ayer) no me han contestado, ni siquiera que lo están tramitando». Isabel Izquierdo se siente «discriminada». Sostiene que «es una discriminación en toda regla, más aún teniendo en cuenta que en muchas casas de las familias monoparentales solo entra un sueldo». Opina que «no tanto por el Ayuntamiento del Real Sitio sino, en general, es una vergüenza que en España estemos así en el año 2015, que se siga discriminando a las familias no convencionales».

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Realidad social

Ella no explica sus circunstancias personales, pero es obvio que son familias monoparentales tanto las formadas por algún miembro de un matrimonio disuelto o separado con hijos como los viudos.

Esta vecina no sabe aún que el alcalde se ha comprometido a que la Corporación municipal modifique la ordenanza fiscal. El alcalde reconoce que la norma es «compleja» y que cuando se redactó y aprobó el Ayuntamiento pretendía «contemplar todas las circunstancias familiares», pero a la vez reconoce que «no se previó la situación de las familias monoparentales»; por eso entiende que es «necesario adaptar la ordenanza a la realidad social».

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Vázquez agradece en cierto modo que la reclamación de Isabel haya advertido de esta situación anómala de la ordenanza, y a la vez solicita «a los vecinos que se impliquen y comuniquen cualquier incidencia de este tipo, porque es la manera de que podamos mejorar las cosas».

Pero claro, la voluntad de modificar la ordenanza choca con el procedimiento administrativo, con los preceptivos plazos y los necesarios acuerdos municipales. De ahí que Isabel plantee, además, «medidas provisionales». Para poder tener los bonos este verano.

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