Los miembros de la Asociación de Sumilleres de Segovia, junto al Acueducto con el premiado, Carlos González Huerta.

Los sumilleres de Segovia festejan a San Marcial Copero

La asociación que preside José Luis Aragüe Mazaca entrega su premio anual a Carlos González, director técnico de la bodega de la Estación Enológica de Castilla y León

Miguel Ángel López

Martes, 30 de junio 2015, 23:41

Cuenta Pablo Martín, presidente de los sumilleres españoles, que «la de san Marcial Copero es una historia real, no una leyenda, pues sirvió el vino a Jesucristo en la Última Cena». Asegura que está documentado en la Catedral de León (aunque el Cabildo insiste en que es leyenda) y que está justificado que sea el patrón de los sumilleres. Por eso celebran su fiesta patronal cada año, y desde hace cinco entregan el Premio Sumilleres de Segovia junto al Acueducto, después del desfile ceremonial por las calles céntricas con los mandiles y los tastevín que han vuelto a celebrar este martes.

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Carlos González Huerta, director técnico de la bodega experimental de la estación Enológica de Castilla y León, es el premiado de 2015. Fue distinguido con el mandil y la insignia de la Asociación de Sumilleres de Segovia que le entregó el presidente, José Luis Aragüe Mazaca en la plaza del Azoguejo, y para él fue un honor y un motivo de alegría porque desde hace treinta años ha seguido el surgimiento de la sumillería española, precisamente en Segovia. «Ha sido una relación muy bonita, he hecho muchos amigos y he aprendido mucho con ellos», declaró González antes de recibir el premio.

Para el técnico de la Estación Enológica el hermanamiento entre los sumilleres segovianos y los vinos de la región es muy positivo: «Los profesionales de Segovia tiran mucho de los vinos de Castilla y León, de Rueda, de Ribera, y luego de Toro, del Bierzo... son gente que ha indagado para ver cuáles eran las novedades y las necesidades y cómo se las podíamos transmitir al público. Segovia ha marcado siempre camino no solo en la región, sino a nivel nacional; para muchos de nosotros, Segovia ha sido el padre y la madre de la sumillería».

Ahora es normal que los sumilleres tengan un sitio en los restaurantes, y que el público busque su consejo. Ha sido una labor de años, comentó González, «han sido ellos los que han provocado que la gente no solo pida el vino que conoce y espera que el profesional le ofrezca, le explique y le diga de qué manera disfrutar de un vino, porque se han preocupado de lo que tenemos aquí y de lo que había fuera». Y ya no son solo los varones, las mujeres han ganado terreno en esta profesión. Como muestra, las cuatro que guiaron ayer la séptima Cata Popular que tuvo una alta demanda (no quedó una silla libre), en la que presentaron tres excelentes caldos, un albarín blanco de la Denominación de Origen Tierra de León, un cava brut nature y un tinto de Vinos de Madrid. Fue antes del vino y los aperitivos para todos los participantes y de la cena de clausura de la festividad en el restaurante El Cordero.

González, cuya labor es buscar diferentes formas de elaboración y características de los vinos, sostiene que en Castilla y León viticultores y bodegueros «hemos sabido hacer bien las cosas porque se ha buscado la calidad, siempre apoyados por los sumilleres, y somos la comunidad más importante en vinos de calidad, eso no lo tienen que dudar nadie». Por eso Rioja y otras denominaciones de origen miran a Castilla y León e instalan aquí bodegas, destacó el técnico. Y por eso también, aún con el calor riguroso de estos días, la próxima cosecha «está ahora en un punto excelente» y la producción no variará mucho más de un 5% respecto a la de 2014 «si las cosas no se tuercen con las tormentas».

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