Los juzgados ganan agilidad a pesar de ingresar un 24% más de asuntos civiles

El presidente de la Audiencia Provincial, Ignacio Pando, desprende un cauto optimismo una vez hojeados los números que resumen la actividad de los juzgados de primera instancia e instrucción que operan en la provincia. Seis en la capital segoviana, a los que hay que sumar los órganos de Cuéllar, Sepúlveda y Santa María la Real de Nieva. Esa satisfacción matizada que expresa el responsable judicial por el funcionamiento de la justicia en Segovia se debe a que no hay ningún parámetro que chirríe en negativo en comparación con la media regional. Ese mirarse en el espejo de los demás ayuda a valorar lo que se hace y es como el algodón del mayordomo de la tele, no engaña.

Así, los niveles de resolución, de entrada de asuntos en los juzgados, de sentencias o de autos están «más o menos en los números que se dan en las otras provincias», comenta en modo sintético el presidente de la Audiencia de Segovia. El lunar dentro de esa normalidad se localiza en Sepúlveda. Allí es donde las estadísticas publicadas por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) asoman coloreadas de un rojo propio de las llamadas de atención y de aviso.

Ignacio Pando no cierra los ojos ni obvia la objetividad de las cifras. Asume, aunque con matizaciones, que en el juzgado sepulvedano «el nivel de pendencia de asuntos es muy superior al resto de la provincia, aunque por otra parte el nivel de resolución no es muy inferior». Esa tasa fue del 0,61, el triple que la registrada en los partidos judiciales de la capital y de Cuéllar y casi el doble que la obtenida por el juzgado de Santa María la Real de Nieva.

Es decir, en otras palabras, el cociente que resulta de dividir los casos en trámite al final del ejercicio (1.141) y los resueltos (1.872) es alto. No es un buen síntoma. La razón que encuentra el presidente de la Audiencia Provincial a esta situación es el «problema de personal, de organización y prácticamente de localización del órgano judicial». En los entes emplazados en los pueblos, en este caso el de Sepúlveda, suele ocurrir que «es difícil que el responsable que trabaja allí también viva allí. Si residiera en el mismo municipios, la dedicación sería mayor». Pando no quiere decir que los profesionales falten a sus funciones, ni mucho menos, simplemente que en esas condiciones es más complejo atender el volumen de trabajo.

Refuerzo para la estabilidad

En el órgano judicial de la villa se han producido una serie de vacantes y los interinos que se nombran asumen el puesto con la idea de irse en cuanto tengan la oportunidad de acercarse a la capital. Ese déficit de plantilla y las rotaciones en la cobertura de la plaza alargan los procedimientos, concluye Ignacio Pando en su explicación. De todos modos, «se está intentado dotar de una estabilidad al juzgado de Sepúlveda con un refuerzo», agrega el máximo responsable de la Audiencia Provincial de Segovia. Los frutos se verán en las próximas estadísticas del Tribunal Superior regional.

Esos números que definen lo que fue 2014 en los juzgados de primera instancia alumbran un incremento «relevante y notable» en los asuntos civiles entrantes en los seis órganos operativos en el partido judicial de Segovia capital. Al menos así lo califica Ignacio Pando. De un año a otro, el ordenamiento civil ha visto cómo ha crecido en un 24% el caudal de casos que fluyen por las sedes judiciales casos. El ejercicio pasado ingresaron 4.004 asuntos. La media de entrada por cada uno de seis juzgados es de 667, reflejan los datos del TSJCyL.

Ignacio Pando repara en este incremento porque está por encima de la norma marcada en Castilla y León, aunque sigue habiendo partidos judiciales y juzgados que aún experimentan unas subidas mayores, como el palentino de Carrión de los Condes, con un 50% más de asuntos civiles ingresados con respecto al año anterior.

Pando observa una estacionalidad compensatoria en estos datos. Es decir, frente al importante descenso detectado en 2013, se da este aumento doce meses después. Una posibilidad que apunta el presidente de la Audiencia de Segovia es que «el efecto de la imposición de tasas ya ha sido asumido después de que en un principio, cuando comenzaron, la gente se retrajera de recurrir». Pero por lo que va de año, el magistrado intuye un nuevo repunte de la litigiosidad civil en 2015 como consecuencia del aluvión de denuncias provocadas por las preferentes y cláusulas suelo firmadas con las entidades bancarias. Pese a esa mayor carga de trabajo, «los órganos judiciales siguen resolviendo los asuntos», sentencia Pando, quien destaca, en general, una mayor agilidad en la justicia provincial.