Un grupo de niños muestra una pancarta en la que se anima a la participación.

La Caminata Solidaria de San Lorenzo rejuvenece

La tradicional marcha, que cumple 15 años, ha reunido en esta edición a 420 personas, muchas de ellas niños

el norte

Viernes, 1 de mayo 2015, 15:55

Más de 400 personas se han sumado hoy a la tradicional Caminata Solidaria del grupo de Acción Misionera de la parroquia de San Lorenzo. Paso a paso y edición tras edición, esta marcha recauda fondos para dar sustento económico al trabajo de cooperación que se desarrolla dentro del hermanamiento con las misiones de La Pradera, en Caracas (Venezuela) y Dete (Zimbabue). Esta cita solidaria, que cumple 15 años, ha tenido la lluvia intermitente como molesta invitada dutante el habitual itinerario de diez kilómetros que va desde la iglesia de San Lorenzo hacia El Sotillo, La Lastrilla, Zamarramala hasta desembocar otra vez en el punto de partida. Las inscripciones se podrán formalizar una hora antes de la salida.

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Esta marcha llama la atención sobre las difíciles condiciones de vida que sufren los habitantes de otras partes del mundo. En el distrito venezolano de La Pradera, con el que el barrio San Lorenzo se encuentra hermanado desde hace varios años, muchos de los niños no se encuentran escolarizados y no pueden disfrutar siquiera de una comida al día. La primera niña que salió del centro para continuar sus estudios, hasta ingresar en la Universidad Católica, ha regresado a él para trabajar con los chavales que actualmente son atendidos en la Misión. Sus responsables sacan de la calle a niños que son huérfanos y les proporcionan alimentos, asistencia sanitaria y educación para que obtengan un nivel mínimo que les permita ingresar en la escuela estatal. Lo primero que se hace es documentarlos, sacar su partida de nacimiento, para que en el futuro puedan integrarse en el sistema educativo general del país.

El dinero que se recauda en la Caminata Solidaria de San Lorenzo va destinado a luchar contra esa situación. También en otras dos poblaciones, como son Dete o Haití. En esta última se ha ayudado a construir un campamento para 300 niños, un taller de costura para mujeres o fuentes con agua limpia. En la localidad zimbawe de Dete, mientras, los esfuerzos han estado centrados en proporcionar alimentos y una educación a los niños.

Las aportaciones vienen de lo que cada participante en la caminata quiere aportar. No hay un precio de inscripción fijo, sino que los andariegos entregan lo que consideran.

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