Los abogados reivindican el Derecho como «instrumento de convivencia»

El decano del Colegio de Abogados de Segovia, Julio Sanz Orejudo, reivindicó la libertad como el pilar básico de la abogacía para garantizar el derecho a la defensa. Lo hizo durante la celebración de la Pascua Colegial, en la que los letrados cumplieron con la tradición de rendir homenaje a los compañeros que llevan 25 años siendo uno más de ellos (ejerzan o no la profesión) y de dar la bienvenida a los que se incorporan nuevos.

También, como hace dos años, se entregó en el marco de esta fiesta el premio jurídico Memorial Dionisio Sáez Chillón, que en esta ocasión recayó en Cristina Llinares Castelló, natural de Alcoy, y ganadora de la segunda edición del certamen que tenía como temática La violencia de género: Garantías y derechos de la víctima y del presunto agresor. Se hizo acreedora de él por su trabajo Aspectos prácticos de la agravación específica del quebrantamiento de condena en el artículo 153.3 C.P., elegido por unanimidad entre los presentados como el más destacado.

El jurado del premio ha estado formado, entre otros, por el propio decano del Colegio de Abogados de Segovia, el presidente de la Audiencia Provincial de Segovia, Ignacio Pando, el presidente del Capítulo Español de la Federación Interamericana de Abogados, Antonio Tejeda Encinas y la presidenta de la Subcomisión de Violencia sobre la Mujer del Consejo General de la Abogacía, Filomena Peláez.

La ganadora se mostró agradecida por el reconocimiento y aplaudió la organización de este Memorial Dionisio Sáez Chillón durante su breve intervención, que adornó una Pascua Colegial en la Sala Capitular de la iglesia de San Justo, en la que estuvieron presentes los decanos de los colegios de abogados de Valladolid y Ávila, Jesús Verdugo y Pablo Casillas, respectivamente, además del comisario jefe de la Policía Nacional de Segovia, Juan Jesús Herranz, el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia, Fernando Gil, y el jefe de la Policía Local, Julio Rodríguez Fuentetaja.

«Nuestro trabajo trasciende el conflicto y llega hasta el Derecho, el cual tenemos la obligación de proteger. Seguid confiando en él como instrumento de convivencia porque jugamos un papel decisivo en la civilización», defendió el decano del Colegio de Abogados de Segovia, Julio Sanz Orejudo, que destacó a su vez «la encomiable dedicación y el ejemplar comportamiento» mantenidos por los letrados ejercientes David Rubio Mayor, Félix Sánchez Montesinos y Roberto Abad, a los que les impuso la insignia de plata del colegio por sus veinticinco años de trayectoria

A los tres les animó a continuar defendiendo con orgullo su oficio. «La situación es complicada para todos, pero sean como sean las cosas en el futuro los abogados seguiremos teniendo la libertad para defender nuestro ejercicio profesional y los derechos de los ciudadanos. Nadie va a poder con ello», aseveró Sanz Orejudo, quien también entregó un diploma a Beatriz Callejo Sastre por llevar colegiada 25 años de forma ininterrumpida también cumplían esta onomástica Domingo Francisco Requero Egido y Ángela Bernardo Verano, pero no pudieron acudir al acto.

La familia del Colegio de Abogados de Segovia se amplió además ya que Lara González Cuevas y María Amor Pérez Merino sellaron su compromiso de ser leales a la abogacía, que continúa exigiendo, según concluyó Sanz Orejudo, «una recta conciencia y compromiso».