Silencio ante el Cristo de San Gil

La penitencia y el silencio protagonizaron la jornada de Jueves Santo en la villa de Cuéllar. En una procesión que sigue en auge, tras ser recuperada en 2003, cientos de cuellaranos y visitantes, se acercaron hasta los barrios de San Andrés y San Gil para disfrutar de las cuatro tallas que salieron en procesión. Desde la iglesia de San Andrés iniciaron el trayecto la Cruz de Nuestro Padre Jesús Nazareno, La Oración de Jesús en el huerto, El Encuentro con la Verónica y el Santo Cristo de San Gil. Esta última centró los focos de muchos, siendo el Cristo de San Gil, del siglo XIV una talla románica que era portada a andas por diez penitentes, ataviados con uniforme rojo. Este Cristo presidía la antigua iglesia de San Gil que le otorga el nombre.

Representantes de las ocho cofradías recorrieron la carretera de Bahabón, calle Ramón Montalvillo, Chile, Francisco Ovejero, carretera del Henar, Carretera de Bahabón para regresar hasta el punto de partida. Otro de los atractivos, espontáneos, aunque esperados, fueron varias saetas dedicadas por vecinos de la villa al paso de las imágenes. Especialmente al Encuentro con la Verónica, y también al Cristo de San Gil. La Verónica lucía un pañuelo nuevo, que era uno de los estrenos de esta Semana Santa, y sin lugar a dudas levantó pasión entre los fieles.

Durante casi dos horas los penitentes acompañados por las bandas de cornetas y tambores procesionaron dando lustre a una Semana Santa que sigue haciendo méritos para ser declarada de Interés Turístico Regional.

Hoy, jornada de Viernes Santo, será el día grande para muchos, saliendo en procesión ocho imágenes, a partir de las 20:30 horas en la Plaza de San Francisco de la villa cuellarana.