Nuevos ‘sakura’ y nuevos vínculos

Shoka Fukui, Kou Matsuura, Misaki Inagaki, Saori Shimada, Masashi Kimura y Kenta Sugawara emplearon ayer la mañana en recordar a las víctimas del del accidente de Fukushima y el tsunami que arrasó la costa Este de Japón el 11 de marzo de 2011. Los seis estudiantes japoneses proceden de las universidadades de Kobe y Kinki y participan en el programa de turismo idiomático del Ayuntamiento, y ayer dejaron por unas horas su inmersión en la cultura local para trasladar a Segovia la tradición de primavera de su país con una sencilla ceremonia, la plantación de cerezos, sakura, símbolos religiosos, espirituales, de amistad, de paz y de continuidad. Los sakura, el hecho de plantarlos y ver cocómo crecen, son una razón para perpetuar el vínculo con los árboles y con Segovia de estos alumnos.

Esta es la idea desde la primera plantación de 22 sakura (todos de la especie Prunus Serrulata Amanogawa), realizada en marzo de 2013 en el Huerto de los Cerezos y las Palabras, una parte del Jardín Miguel Delibes junto al adarve de la muralla norte de Segovia. Aquella primera ceremonia fue con motivo del Año Dual España-Japón; tres años después, en el lugar no caben ya más cerezos, y el nuevo espacio elegido para la plantación fue ayer el Jardín de los Poetas, también en la muralla norte, junto a la Puerta de Santiago.

Placa y diplomas

Shoka, Kou, Misaki, Saori, Masashi y Kenta tomaron las palas con la ayuda del personal de Parques y Jardines para cubrir con tierra el cepellón del cerezo; al lado del plantón queda una placa con sus nombres en carácteres latinos y japoneses, y los diplomas que acreditan la plantación (y que les recuerda el vínculo que han adquirido con el cerezo) se los entregaron la concejala de Turismo, Claudia de Santos, y la de Medio Ambiente, Paloma Maroto.

Están lejos de casa, pero esta sencilla ceremonia les pudo recordar la fiesta del festival Hanami con la que los japoneses reciben la primavera, bajo los sakura en flor. Y han adquirido un vínculo con el árbol y con la ciudad; cuando terminen sus cuatro meses de estancia para aprender español y costumbres segovianas tendrán un motivo para regresar a Segovia.