Literatura en 99 palabras

Decir... contar... narrar... vivir... sentir... disfrutar... ver... entender... y todo con 99 palabras y un dibujo. Este es el reto al que se han enfrentado los autores de este pequeño libro de relatos en Laguna de Contreras.

Esta pequeña localidad está al norte de la provincia de Segovia, entre el límite de provincia con Valladolid y Sacramenia, localidad famosa por su asado, y bañado por los ríos de la Hoz y Duratón. El lugar no puede ser más acogedor. Inviernos largos y solitarios de un verde intenso, con muy pocas casas abiertas, y un maravilloso florecer veraniego con la invasión de los veraneantes, donde se llenan muchas de las casas cerradas durante el invierno.

Desde que nació la Asociación Cultural San Sebastian y San Roque, hace ya catorce años, las costumbres se han ido modificando, y muchos de los citados veraneantes ajustan sus vacaciones para hacerlas coincidir con la semana cultural, que además se acompaña de muchos actos festivos. Esta asociación, que aglutina prácticamente a todo el pueblo, intenta apoyar todas las iniciativas culturales que puedan poner en marcha cualquiera de los socios y que, hoy en día, son fácilmente divulgadas a través de las redes sociales.

Es el caso de este libro de relatos, cuyo promotor es José Ángel González Linares, que se ha movido y sigue moviendo por todas partes promocionando tanto el libro como al propio pueblo. A mí me convenció enseguida y me enorgullece haber colaborado con tres relatos, y sus respectivas ilustraciones, de las vivencias de mi abuela Aurelia durante su época escolar. Esta mujer, con sus noventa años recién cumplidos, me sigue contando anécdotas como si hubieran pasado ayer mismo.

Además de esto, me convenció para ilustrar otros tres relatos. Pero su verdadero mérito es haber logrado la colaboración de personajes tan conocidos como Antonio Fraguas Forges y su esposa, la escritora Pilar Garrido Cendoya.

Los relatos son, en general, vivencias muy personales. Sesenta y tres pequeños pedazos de la vida de jóvenes y mayores dotados de una gran ternura, tanto en la redacción de los textos como en la mayoría de las ilustraciones, pero condensados, concentrados y reducidos a 99 palabras. Una forma distinta y original de recopilar las historias y anécdotas locales y de dejar un legado donde generaciones posteriores puedan encontrar las anécdotas que quizá, y solo quizá, alguna vez escucharon... en Laguna de Contreras.