Fomento aparca el Plan de Las Lastras, que rebaja a la mitad las 957 viviendas previstas

Es un proyecto ambicioso, enorme por su extensión y la inversión necesaria. Lo sigue siendo porque, aunque está parado, dormido en los cajones y retratado en un disco compacto, no está olvidado. La Administración regional podrá reanudarlo cuando sea oportuno. Ahora no lo es. Y el Ayuntamiento de Segovia tampoco tiene prisa, se desentiende porque la iniciativa corresponde a la Junta de Castilla y León. Han pasado dos años desde el último trámite la declaración de impacto ambiental, en noviembre de 2012, que fue favorable y el proyecto que surgió antes de que la crisis económica y la burbuja inmobiliaria estallaran con toda su crudeza, ha quedado relegado y sin plazos. El director general de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo, Ángel Marinero, ha confirmado a El Norte que desde hace dos años el Plan Regional de Actuación Urbanística Las Lastras-Estación «está en stand by porque en el contexto de la situación económica general y de la construcción no es aconsejable desarrollarlo ahora».

Lo que valoró entonces el Gobierno regional, cuando decidió dejar aparcado el plan, es que podría retomarse «cuando el contexto lo aconseje», señala Marinero. Es decir, cuando «la evolución de la situación económica española sea positiva», tras el oportuno análisis que indique la recuperación del sector de la construcción. Pero el director general no aventura un plazo: «Hasta la próxima legislatura no hay previsión de retomar el proyecto».

Asegura Marinero que «la parte administrativa del Plan Regional se dejó prácticamente acabada» y que, cuando se decida darlo un nuevo impulso «luego irá todo muy rápido». De hecho, tras el segundo periodo de información pública, finalizado a comienzos de 2012, el documento quedó ya muy definido con la incorporación de las alegaciones planteadas, con la reducción del número inicial de viviendas y con la parte de la estación de ferrocarril fuera de la zona a desarrollar dado el escaso interés del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) del Ministerio de Fomento para dar nuevo destino a parte de sus terrenos.

Incluido en el Programa Regional de Actuaciones de Urbanización de la Consejería de Fomento, el objetivo del plan es crear suelo para la construcción de viviendas protegidas además de un gran parque periurbano; fue presentado en un primer documento de marzo de 2009 en el que se contemplaba la posibilidad de edificar 957 viviendas, pero a la postre y tras los sucesivos informes y alegaciones y el desinterés del Adif, la previsión inicial se rebajó «a la mitad», como indica Ángel Marinero.

Necesidad de demanda

El protocolo que firmaron en julio de 2010 el consejero de Fomento, Antonio Silván, el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, y el presidente del Adif, contaba con la construcción de esas cerca de mil viviendas, el 80% de protección oficial y un 70% de ellas destinadas para jóvenes. El documento marcaba el propósito de la Junta de poner «a disposición de las entidades públicas y privadas que acometan la construcción de viviendas» el suelo de todo el sector una vez urbanizado, y aunque las obras para trazar las calles y parcelas se anunciaron entonces para finales de 2011, la tramitación las fue aplazando y, hoy por hoy, están descartadas.

Dice al respecto el director general de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo que «no merece la pena realizar una inversión, que además es de una cuantía importante, en calles y en urbanizar toda la superficie si no hay una expectativa de demanda razonable». Y si bien la recuperación del sector de la construcción parece que da los primeros pasos, es obvio que hay mucho suelo en Segovia por desarrollar, numerosas viviendas vacías y que, sobre todo, no se dan las circunstancias para que haya esa demanda «razonable» a que se refiere.

Insiste el director general en que la tramitación administrativa está lista, con la evaluación ambiental y los informes arqueológicos terminados. Destaca también que en la último periodo de información pública el Ayuntamiento de Segovia fue «puntilloso» en las alegaciones que planteó, en especial las relacionadas la conexión de la nueva superficie urbana con las actuales vías de conexión de la ciudad (Obispo Quesada, Conde Sepúlveda y Ezequiel González, para suprimir los fondos de saco), y otras relacionadas con el paisaje y las vistas incluidas en el decreto de protección de 1941, pues como ya indicó Arahuetes en febrero de 2012 sería necesario ver el efecto (con un fotomontaje) de las construcciones desde los miradores de la Canaleja y el Postigo del Consuelo.

Además, ya que el protocolo de 2010 estableció que Fomento pondría el suelo una vez urbanizado a disposición del Ayuntamiento y de los promotores de viviendas, está es una dificultad adicional para el desarrollo del plan regional porque el Consistorio planteó que «el mantenimiento y cesión de las zonas urbanizadas se haga de forma paulatina, según se desarrollan los trabajos».

La cifra de viviendas ha variado desde el planteamiento de 2009. En aquel documento se preveía la construcción de 576 entre las dos áreas (Las Lastras y el entorno de la Estación); en 2010, cuando se firmó el protocolo, se elevó a 957; en enero de 2011, el alcalde dijo que el plan era «insostenible» para el Ayuntamiento con las 559 del segundo avance, y un año después, en febrero de 2012 cuando el Adif ya había manifestado que no tenía interés en desarrollar su área, se rebajó la cifra hasta la última de 477 viviendas, que es la que da por buena Marinero al comentar que serán «algo más de 400».