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david aso/ical
Miércoles, 29 de octubre 2014, 12:40
La Audiencia de Segovia ha condenado a seis meses de prisión a un hombre que aceptó una oferta laboral de internet donde se le proponía una remuneración «rápida y fácil» gracias a comisiones por recibir transferencias que estaban basadas en phishing, una ciberestafa por la que se retira dinero de cuentas bancarias tras obtener claves de forma fraudulenta.
V.A.V.M., de 45 años y origen peruano, con nacionalidad española y sin antecedentes penales, recibió así 5.728 euros sustraídos a un cliente del BBVA en Segovia, entidad a la que ahora deberá indemnizar con 2.873 euros (e intereses), además de pagar una multa similar y hacerse cargo de las costas de un proceso en el que se le condena por blanqueo de capitales. Incurrió en ese delito al ejercer como mulero para los phishers, mientras que estos últimos se evaden de la Justicia al no haber sido identificados.
El juicio tuvo lugar el pasado 7 de octubre y en la sentencia, facilitada a la agencia Ical y cuyo ponente es el presidente de la Audiencia, Ignacio Pando, se recoge el acuerdo de conformidad alcanzado por las partes en aquella sesión. El Ministerio Fiscal asume una atenuante analógica de drogadicción del acusado, y éste acepta la pena citada de seis meses y un arresto sustitutorio de 40 días en caso de impago de la multa.
Como hechos probados, el magistrado concluye que V.A.V.M. contactó a través de internet con personas de una empresa que no han podido ser identificadas y que le ofrecieron un trabajo para obtener dinero «de forma rápida y fácil, con el empleo de un número reducido de horas». Su labor debía centrarse en abrir o utilizar cuentas bancarias propias para recibir, de «presuntos clientes» de esta empresa, un dinero que después tenía que transferir o ingresar a otras personas ubicadas en el extranjero; pero esos clientes eran en realidad víctimas de phishing, y el ahora condenado sirvió de mulero a los ciberestafadores.
'Phishers'
Estas cantidades, por tanto, eran sustraídas de las cuentas por los phishers, los miembros de la empresa que contactó con el procesado, que se apoderaban de forma ilícita de los datos, claves de seguridad y contraseñas de legítimos titulares para realizar operaciones bancarias fraudulentas. En eso consiste en esencia el phishing, en correos electrónicos que aparentan ser de fuentes fiables para obtener datos confidenciales de víctimas potenciales.
En este contexto, el acusado, «pese a conocer el origen ilícito de las cantidades que percibía», según la sentencia, recibió 2.873 euros procedentes de la cuenta de un cliente de un BBVA de Segovia que no había autorizado tal transferencia. La operación se registró el 17 de marzo de 2010, y ese mismo día V.A.V.M. acudió a una sucursal de este banco situada en el barrio de Ciudad de los Ángeles de Madrid, ciudad donde residía, para retirar el dinero por ventanilla.
Apenas dos horas después, el acusado recibió 2.855 euros más sustraídos a la misma víctima de Segovia, aunque esta vez ya no pudo retirarlos porque el banco le bloqueó la cuenta. El afectado, por su parte, no ejercitó acción civil ni penal alguna porque el BBVA le reintegró la cantidad perdida. En cualquier caso, con la intervención del Ministerio Fiscal en el ejercicio de la acción pública, V.A.V.M. ha sido condenado a «seis meses de prisión () multa de 2.873 euros con arresto sustitutorio de 40 días en caso de impago y pago de costas; debiendo indemnizar a la entidad bancaria BBVA en la cantidad de 2.873 euros». Es el precio que deberá pagar ahora por hacer de mulero al aceptar una oferta laboral de internet con una remuneración «fácil y rápida», aunque la ausencia de antecedentes penales juega a su favor para evitar la pena de prisión si cumple con sus obligaciones económicas.
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