

Secciones
Servicios
Destacamos
Miguel Ángel López
Lunes, 20 de octubre 2014, 11:55
Eligieron el «camino de perfección», la vida contemplativa. El mundo no les es ajeno, pero viven apartadas, en clausura. «Ni tenemos Internet ni lo queremos porque no deja de ser una introducción del mundo en el convento», afirma la madre priora del convento de San José, María Teresa del Niño Jesús. Este es su nombre, el que reemplazó al propio cuando profesó en la orden de las carmelitas descalzas esta mujer riojana, que también ha vivido en Palencia pero que se siente «segoviana desde que entré en el convento de Segovia, el 7 de junio de 1953». Más de 61 años lleva a la madre Teresa en el edificio que ahora comparte con otras diez hermanas, donde no entienden de redes sociales y nuevas tecnologías de comunicación, aunque no las rechaza porque sí tienen ordenador: «Nosotras no tenemos Internet, no lo necesitamos, y como cada convento tiene libertad para organizarse para otras quizá sea válido».
Ayer fue un día especial para ellas, para las once carmelitas que habitan el convento de San José. El descubrimiento de la placa con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús en la fachada de la calle Daoíz y la misa oficiada por el obispo Ángel Rubio fueron dos acontecimientos en la vida ordinaria de la comunidad, pero el primer acto, que abría el año jubilar teresiano como destacó el prelado, no lo vieron; permanecieron detrás de las rejas, igual que en misa.
La placa es la tercera colocada en la pared del convento. La más antigua, del siglo pasado y hecha en caliza, es la más grande y recuerda la fundación por la santa el 19 de marzo de 1575;la segunda, el cuarto centenario del convento de 1974, y la tercera, descubierta ayer por el obispo y la concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, el inicio de este año teresiano que se extiende hasta el 15 de octubre de 2015 y que celebran las 17 ciudades donde la santa abulense realizó sus fundaciones. El acto, sencillo y sorprendente para las decenas de turistas que bajaban al Alcázar, solo tuvo la solemnidad de la pieza interpretada por la Coral Voces de Castilla, un «canto de introducción para marchar hacia el altar», dijo Ángel Rubio. La capilla barroca del convento ya estaba llena para la misa que concelebró el obispo con otros veinte sacerdotes. Y arriba, tras la reja del coro, las madres carmelitas.
En clausura
En la actualidad, hay unas 14.000 monjas carmelitas descalzas en 835 conventos de todo el mundo. Las que viven en el de Segovia tienen a la venta «un librito en el que se ven muchas fotos del convento, que está bien, muy arregladito», dice la priora, la hermana María Teresa. Cuesta tres euros, «explica la vida que hacemos, que es completamente contemplativa», y es la única producción que sale del edificio al exterior porque no hacen repostería ni objetos artesanos. Siguen la regla de Santa Teresa, la oración y el trabajo personal. También tienen tiempo para distraerse y para estar en el mundo: «Oímos cedés y tenemos un DVD, y esta mañana hemos escuchando en Radio María la misa de beatificación de Pablo VI», explica la priora, cargo en el que se turnan cada tres años.
El convento tiene un límite de capacidad para 21 monjas, el que puso Santa Teresa, pero ahora son once, «más bien pocas, confiando en que el señor nos envíe más vocaciones», dice la hermana, y recalca que «del mundo de fuera sabemos por las revistas y por lo que nos dice la gente que nos visita». Están al tanto de los conflictos de Siria y de Irak «mil vidas daría yo por una sola alma que se salvara» y de muchas otras cosas, entre ellas la crisis económica, que «también afecta a la Iglesia», porque «tenemos que estar enteradas para pedir con más intensidad».
La oración es su vida, y su ejemplo Teresa de Cepeda y Ahumada, la santa que rige su día a día y sus noches y cuyo centenario, comenta la priora, «supone la revitalización del espíritu de la orden, y permite recordar todo lo que hizo la santa».
Es lo que dijo el obispo también en la homilía de la misa vespertina: «Necesitamos más que nunca volver a Teresa de Jesús, a su espiritualidad». Aludió a la mujer luchadora, que protagonizó un movimiento radical como reformadora «en tiempos difíciles como los de ahora».
El centenario, pensado en muchos lugares como recurso turístico, tiene también este componente, el de revitalizar una figura universal.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Descubre la fruta con melatonina que te ayudará a dormir mejor
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.