fernando de la calle
Martes, 16 de septiembre 2014, 11:59
Los vecinos de Nava vivieron ayer el que sin duda es uno de los momentos más especiales de todas las fiestas, el traslado en procesión de la imagen del Cristo de la Expiración desde la iglesia parroquial hasta su ermita. Fueron varias horas de jotas ante la imagen del patrón, con la banda de Nava y un grupo de dulzaina y tamboril.
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En un día tan entrañable para los vecinos, agradó especialmente la visita de don Amando, sin duda uno de los párrocos que más han querido y apreciado los naveros. Sacerdote en Nava durante 22 años, ofició la misa de la mañana y estuvo presente en la procesión de la tarde que como es tradicional concluyó con la subasta de las andas para poder meter al Cristo de la Expiración a su ermita, donde permanecerá hasta el inicio de las fiestas del año que viene.
Por otra parte, la noche del pasado domingo, los naveros vivieron un nuevo susto, esta vez durante uno de los partidos de pelota a mano. Un espectador de avanzada edad, vecino de Jemenuño, comenzó a perder la respiración mientras comía un bocadillo, quedando prácticamente inconsciente y con claros síntomas de una insuficiencia respiratoria grave. De inmediato se aviso al servicio de urgencias del centro de salud de Nava pero ante la tardanza en llegar de los sanitarios, tuvo que ser uno de los pelotaris, técnico de emergencia de profesión y que acababa de disputar el primer encuentro, el que le hiciera los primeros auxilios. Atendido posteriormente en el propio centro de salud, fue trasladado a Segovia.
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