Los Coquilla de Sánchez Arjona ganan el trofeo al mejor encierro de Cuéllar

Los Coquilla de Sánchez Arjona se alzaron este año con el trofeo al mejor encierro del ciclo que cada año otorga la Asociación Encierros de Cuéllar. Los novillos de la ganadería salmantina, que protagonizaron el encierro del martes 2 de septiembre, consiguieron nueve de los doce votos del jurado. Uno más fue para el encierro del lunes, con reses de la ganadería de El Canario, mientras que los dos votos restantes quedaron en blanco.

El jurado estuvo formado por representantes de asociaciones implicadas en el desarrollo de la fiesta y de medios de comunicación: Gabriel Gómez, de escuellar.es; Chantal Núñez, de El Adelantado; Ignacio Montalvillo, de cuellar7.com; Mónica Rico, de El Norte de Castilla; Pablo González, de Televisión Segovia; Jesús Muñoz, de Radio Cuéllar; José Fernando Verdugo Martín, de la recientemente creada Asociación A Caballo; José Luis Escudero, presidente de la peña El Encierro; Jairo Martín, del colectivo de jóvenes corredores; Jesús Arenal, veterinario; y Ernes Fernández, de la Asociación Ehtoro.com.

Estuvieron acompañados por distintos representantes de la Asociación Encierros de Cuéllar, con voz y sin voto, entre ellos Jesús Salamanca y Manolo Blanco, quienes guiaron un debate en el que se dio cabida a todas las opiniones y en el que reinó un ambiente de respeto e interés que se puede trasladar a cualquier otra iniciativa similar. Entre todos trataron de valorar el comportamiento del ganado durante los cinco encierros y cuestiones como el porqué los astados en este ciclo han realizado el recorrido del pinar de forma mucho más rápida que en ocasiones anteriores.

Los jinetes admitieron una gran casta en los astados y aseguraron que era más sencillo el traslado por el recorrido que se realizaba en años anteriores, que atravesaba una zona de pinar particular que este año se ha evitado. Pinos, arena, espesura, polvo y la adrenalina de los caballistas son otros de los factores que pueden haber influido en este traslado.

Demasiados vehículos

Durante el debate también se puso de manifiesto la existencia de muchos vehículos a motor y vecinos a pie por el pinar, lo que también puede despistar a la manada; y se apuntó la necesidad de valorar tomar acciones frente a las decenas de personas que ya desde la salida de los corrales se acercan a la manada a tomar imágenes, pues, en ocasiones, consiguen espantar a los astados, bien mansos o bravos.

Parte de las críticas se centraron en el papel de los caballistas encargados de la conducción del encierro, aquellos que portan un brazalete, y a los que se culpó de dejar muchos huecos libres, que provocaron la huída de varios astados a lo largo del ciclo. De hecho, en el debate se afirmó que en algunas imágenes se puede comprobar cómo un animal se escapa y algunos de estos jinetes con brazalete no hacen absolutamente nada para impedirlo.

Llevar el brazalete supone una responsabilidad, y, para algunos miembros del jurado parece que algunos jinetes solo lo llevaban como una entrada de barrera para el encierro. También se dijo que algunos únicamente parece que trabajan en los puntos en los que se encuentran cámaras y prensa, para salir en la foto.

Los caballistas presentes reconocieron la existencia de fallos en su trabajo, pero también otros factores como los toros e incluso los mansos, algunos de ellos muy cansados.

Nuevamente quedó patente entre las opiniones de los asistentes, cómo desde la organización ha primado la elección del ganado para los festejos de la plaza, lo que ha supuesto que para el encierro de campo y calle hayann dado muchos problemas; aunque tampoco se pudo determinar qué encaste es el más adecuado para los encierros de la localidad, ya que conviven muchos factores.

En el tramo urbano

En el análisis del tramo urbano se vio la escasa fuerza con la que llegaron los toros al punto intermedio de Las Parras, lo que en parte se pudo producir por la excesiva velocidad en el descenso del Embudo, lanzándose casi a diario la carrera incluso antes de comenzar la cuesta. Puede haber influido que los encierros por las calles hayan resultado, en general, «un desastre», según algún miembro del jurado, por la falta de fuerza con la que llegaban los astados, que en gran cifra realizaban el último tramo del encierro caminando.

Otra de las controversias de estos encierros ha sido la aparición de varas en el grupo de pastores, un objeto que hace años se había desterrado de las carreras en Cuéllar. Desde la Asociación Encierros de Cuéllar se manifestó que se tratará de luchar por su desaparición, ya que no encuentran motivo ninguno para que puedan resultar beneficiosas en el encierro.

Con este análisis y todas las opiniones registradas durante el debate, la Asociación Encierros de Cuéllar realizará su informe anual (que estará disponible para quien lo solicite), que, un año más remitirá al Ayuntamiento, y en el que se volverá a pedir la puesta en marcha de un protocolo de actuación, que se viene reclamando en los últimos años.