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El exministro Jaume Matas llega el pasado día 28 de julio a la prisión de Segovia.
Perogordo atrae las condenas de los presos VIP

Perogordo atrae las condenas de los presos VIP

Antes que el exministro Jaume Matas o el auditor de Gowex, han pasado por la cárcel de Segovia Rafael Vera, Ángel Carromero o José María Rodríguez Colorado, entre otros nombres 'ilustres' de condenados

César Blanco Elipe

Martes, 12 de agosto 2014, 11:28

«Ya solo falta que nos caiga Urdangarin». Es el comentario jocoso que se traen en el centro penitenciario de Segovia. Una chanza que tiene mucho de lotería aunque la recoleta prisión de Perogordo se haya convertido en destino de políticos y empresarios que desean cumplir sus condenas en ella. Hace dos semanas, la entrada voluntaria del exministro Jaume Matas amplió la nómina de internos ilustres. Apuró hasta el último momento para empezar a descontar los nueve meses de prisión por tráfico de influencias, aunque algunas testimonios sospechan que Matas no alargará su estancia más allá de septiembre.

Antes otros descubrieron las bondades del centro segoviano. Y sí, escrito entre comillas porque, como apuntalan fuentes penitenciarias, «una condena siempre será una condena».

El primero que inauguró el desfile de personalidades fue el exsecretario de Estado, Rafael Vera. Condenado a siete años por malversación de dinero público, ingresó el 16 de febrero de 2005 por el caso de los fondos reservados. Año y medio después logró el tercer grado por motivos de salud.

La asistencia médica en un penal pequeño está más garantizada. Aunque Perogordo ha conocido épocas de masificación con más de 600 reclusos, niveles de saturación que quintublicaban la ocupación ideal y que suponían una amenaza a la seguridad interna, ahora se halla más o menos en su justa capacidad después de que aliviara sus celdas de presos procedentes de centros de Madrid que estaban en obras.

Precisamente el tratamiento asistencial fue uno de los argumentos esgrimidos por la defensa de Matas para justificar la elección. Los problemas de oído que padece el expresidente balear van a estar mejor atendidos en una prisión con una población reclusa que no llega a los 400 internos para las 344 celdas y otras 73 complementarias de sus dependencias. En otras instalaciones carcelarias consideradas tipo, lo habitual son 1.008 celdas.

El tercer grado, más rápido

Ese censo reducido de internos también favorece la rapidez de los trámites para disfrutar del tercer grado. Como confirman fuentes penitenciarias, la lista de espera para la clasificación es más corta en Segovia que en otros penales, por lo que la obtención del régimen abierto se dilata menos en el tiempo.

Perogordo se considera una prisión «relativamente tranquila». Solo dos de los seis módulos son regimentales, y por lo tanto, problemáticos. Muy por debajo de la ratio de otras cárceles. El resto son terapéuticos.

Vera coincidió con el que fuera director de la Policía, José María Rodríguez Colorado. Durante su estancia, el exsecretario de Estado recibió la visita de Felipe González y de los antiguos ministros socialistas del Interior, José Barrionuevo y José Luis Corcuera. Y es que, además del tamaño, la proximidad a la capital de España es otro aliciente si se conjuga con el alejamiento de los focos mediáticos.

Dos módulos regimentales

El dirigente de Nuevas Generaciones, Ángel Carromero, ha sido otro de los huéspedes de Perogordo.Llegó a finales de diciembre de 2012 para cumplir con cuatro años de prisión por el accidente de tráfico en el que murieron los opositores castristas y en dos semanas se le concedió el régimen abierto.

«Hay que reconocer que este centro es atípico», admiten fuentes sindicales. Si se compara con otros de su generación, tiene la mitad de los módulos que una penitenciaría tipo 6 en Segovia frente a los 12 o 14 de otras prisiones. Además, con menos celdas por módulo, 56 frente 70. A ello hay que añadir el polideportivo y las salas de actividades y despachos que acoge; el edificio sociocultural, que cuenta con sus aulas, biblioteca y otras estancias. La piscina lleva tiempo en desuso por los recortes.

¿Lo convierte todo esto en un centro VIP? «Si partimos de la base de que los internos de renombre no han pisado nunca el polideportivo ni el edificio sociocultural, la respuesta es no», concluyen fuentes penitenciarias.

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