Alumnos a la hora de comida en el comedor escolar de un centro docente de la provincia segoviana.

El ‘catering’ se extenderá a la mitad de comedores escolares el curso que viene

El cambio de gestión ha detonado el rechazo de padres en colegios de San Cristóbal y San Lorenzo

César Blanco Elipe

Martes, 17 de junio 2014, 11:23

El curso escolar no ha escrito aún su punto y final y ya se atisban conflictos con el que viene. Además de las dudas que genera a unos y otros la aplicación de totum revolutum de la reforma educativa impulsada por el ministro José Ignacio Wert, en ese horizonte no tan lejano de septiembre se abre un nuevo frente de discordia: los comedores escolares. A partir del próximo ejercicio nueve colegios de la provincia cambian la gestión e incorporan el servicio de catering. Nada más conocerse las intenciones de la Administración autonómica han saltado voces discordantes y de preocupación que se oponen a que sus hijos sean comensales de este tipo de prestación y reivindican el mantenimiento de las cocinas tal y como han funcionado hasta ahora.

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Las primeras en dejar constancia de sus rechazos han sido las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS) del Martín Chico, centro del barrio capitalino de San Lorenzo, y del Marqués del Arco, en San Cristóbal de Segovia. Son dos de esos nueve colegios para los que la Junta de Castilla y León tiene previsto el cambio de gestión del comedor escolar. Los otros son los centros docentes de Cantimpalos; Coca; Sacramenia; el San Gil de Cuéllar; el de Olombrada, así como el Eresma y el Elena Fortún en la capital, según ha enumerado el director provincial de Educación, Antonio Rodríguez.

«Solo queremos que nuestros hijos coman saludable»

  • La voz de las Ampas

  • «¿Qué pasará con los niños que necesitan una dieta especial? ¿Con los celíacos o diabéticos? Y si un día uno se levanta malo, tiene diarrea, ¿cómo le dices que le haga un arrocito o un pescadito a la plancha?» Son algunas de las dudas que asaltan a Pilar Inclán, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio Marqués del Arco, en San Cristóbal de Segovia. Son cuestiones que siembran preocupación porque, al fin y al cabo, «solo queremos que nuestros hijos coman saludable». Ahí radican su demanda de que se mantenga la actual prestación de cocina que hasta este año viene brindando el centro y su oposición inicial al cambio por un servicio de catering.

  • Desconfía, al igual que los representantes del AMPA del colegio martín Chico, de que una empresa clon sede en Málaga, aunque tenga sus estructuras cerca de Segovia, surta de comida y preste avituallamiento al colegio. «Según tengo entendido, envían la comida el viernes y la refrigeran para servirla durante toda la semana siguiente, así que la tendrán que preparar el jueves, intuyo», comenta la madre al referirse a los visos de pérdida de calidad y de propiedades de los menús que traerá consigo el cambio.

  • Inclán también pone en solfa el programa de comensales, porque «las raciones son contadas». Esa programación se desbarata si un día acuden al comedor usuarios esporádicos y «hay que estirarlas», o si por el contrario faltan chicos habituales. El servicio que se pretende implantar «no da margen de maniobra».

El responsable manda un mensaje de tranquilidad a las familias ante las movilizaciones en ciernes. Argumenta en favor del cambio que ya hay once colegios segovianos que cuentan con el servicio de catering implantado y que «no ha dado problemas». Con los nueve que lo instaurarán el curso que viene a raíz del cambio de la concesión, ya serán veinte los comedores escolares con los menús de línea fría, lo que supondrá la mitad de los que a día de hoy están abiertos y en funcionamiento en la provincia, que atienden a más de 3.700 comensales.

Igual que El Corte Inglés

En cuanto a las garantías de salubridad, seguridad e higiene que ofrece el modelo de alimentación, Antonio Rodríguez cita el ejemplo de que es el sistema que usa El Corte Inglés. Por lo que respecta a la logística necesaria, la empresa que resulte concesionaria ha de disponer de un «horno regenerador» en el que se termina de preparar la comida antes de ser servida, explica el director provincial, quien aún desconoce si alguna de las empresas que ya prestan este servicio en la provincia repetirá o no la adjudicación.

Lo que sí aclara Antonio Rodríguez es que las «cláusulas van a ser más exigentes en cuestión de calidad, por lo que se les va a pedir a las empresas que sean sumamente rigurosas» en el cumplimiento de los requisitos que ha de reunir el servicio de comedor. Así pues, los pliegos de condiciones para poder optar a asumir la prestación de catering serán más restrictivos, y además añade el responsable provincial existen los controles y supervisiones que lleva a cabo un departamento de la Universidad de Valladolid y la propia Consejería de Educación.

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Antonio Rodríguez revela que uno de los criterios aplicados para materializar el cambio en la explotación del servicio de comedor concierne a su frecuentación. Así, los nueve que cambiarán el curso que viene a la prestación alimenticia de la línea fría son colegios con menos de cien alumnos comensales. Para botón, la muestra del de Olombrada, que es empleado por once escolares, o el de Sacramenia, al que recurren 28 chicos. Además, Educación también ha sumado a esa condición el hecho de que no haya personal directo de la Junta para atender la cocina.

Bonificaciones

La red de comedores escolares gestionados directamente por la Junta de Castilla y León se extiende por 40 centros docentes de la provincia y es usada por 3.707 estudiantes. Son datos del curso académico que está a punto de espirar. Las familias recurren a este programa para intentar la deseada y no siempre conseguida conciliación de la vida familiar y laboral. De esos alumnos, 1.937 son perceptores de algún tipo de bonificación oficial y otros casi 900 son transportados, para los que el comedor sale gratis, según los datos de la Dirección Provincial de Educación. El gasto del departamento regional en asegurar este servicio asciende a 1,2 millones de euros.

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Las becas se conceden en función de las circunstancias familiares. De 100% de la gratuidad se aprovechan las familias numerosas catalogadas de especiales, mientras que a los hogares también con más de tres retoños pero de carácter general la prestación les sale por la mitad del precio. La Administración también tiene en cuenta las condiciones de renta, y en virtud del nivel de ingresos declarados las familias pueden beneficiarse de descuentos del 100%, del 75% o del 50%.

Por otra parte, este verano los comedores escolares de los centros docentes permanecerán cerrados, en contraposición a la recomendación dada por la Defensora del Pueblo. Así lo ha confirmado el director provincial de Educación, quien matiza que la atención se suplirá con las ayudas canalizadas a través de la Red de Protección a las Familias.

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