Unos 1.200 vecinos de varios pueblos de Segovia sufren apagones desde hace seis días

El alcalde de Muñopedro no sale de su estupefacción ante lo que están pasando, no solo en su población, sino también en otras cercanas como Labajos, Cobos de Segovia, Bercial o Marugán. Entre todos los padrones suman más de 1.200 residentes. Le parece incompresible que a día de hoy, con la cantidad de avances tecnológicos que existen, lleven camino de seis días a tientas, a merced de los cortes intermitentes de luz. José Antonio Velasco asegura que el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con la compañía eléctrica para advertir de los apagones y para pedir explicaciones. La empresa poco o nada les ha podido ayudar hasta ahora.

Este martes por la tarde el regidor ponía de manifiesto que en Unión Fenosa «no saben donde está la avería». Las cuadrillas de operarios peinan la zona afectada, pero al menos hasta este martes no habían dado con el problema.Ha habido varias hipótesis que se han ido descartando con el paso de las jornadas en 'negro'. Según el alcalde de Muñopedro, «primero dijeron que si la avería podía estar en Lastras; luego que si entre Marugán y Bercial, y la última noticia es que si se encontraba en la línea entre Muñopedro y Marugán... pero seguimos sin luz».

El regidor, quien asevera que ha llamado todos los días a la eléctrica sin éxito en la resolución del problema, avanza que se van a interponer varias reclamaciones ante la compañía por el desaguisado. En este sentido, insta a los vecinos a que se informen sobre cómo proceder en estos casos si se les ha averiado algún electrodoméstico a causa de los constantes apagones. «A veces son de segundos, la luz se va y vuelve al instante, y otros son más prolongados». Este martes, por ejemplo, estuvieron a ciegas entre las once de la mañana y las dos de la tarde; el suministro volvió, pero a las hacia las tres y media, se volvió a ir.

«Los chispazos» que se producen cuando suceden esas idas y venidas instantáneas de la luz «son los que fastidian los aparatos», apunta el alcalde de Muñopedro, quien deduce que habrá vecinos que tendrán algún electrodoméstico inservible tras estos apagones «inesperados».

«Es una pena», insiste Velasco, quien lamenta las pérdidas que la avería puede ocasionar en los negocios de este municipio de algo más de trescientos vecinos. Por ejemplo, el restaurante, que debido a los imprevistos cortes de luz se ha visto obligado a no dar comidas porque no saben cuando dejará de funcionar el horno. Eso por no hablar de las cámaras frigoríficas para conservar los alimentos y que los apagones también se ceban con ellas. «El otro día tenían veinte o treinta personas para comer cochinillo y se les estropeó todo», dice el regidor de Muñopedro. Los que aún conservan las antiguas cocinas de gas pueden funcionar con cierta normalidad.

Sus colegas al frente de los Ayuntamientos de Labajos, Cobos de Segovia y Bercial relatan los mismos inconvenientes y las mismas molestias con las que conviven desde la noche del pasado jueves. «Si no se fue la luz quince o veinte veces...», recuerda la alcaldesa de Labajos. Margarita Meroño tiene pensado registrar este mismo miércoles una queja ante la eléctrica.

Cree que si los municipios afectados se unen, mejor para presionar en la reclamación. «El domingo estuvimos desde las doce del mediodía hasta las once y media de la noche sin luz, y en el pueblo hay mucha gente mayor que no ha podido encender la calefacción», critica.

Meroño llama la atención sobre el hecho de no poder tener agua para cocinar o para el propio aseo personal. Hay algunos vecinos que están funcionando con generadores, pero por lo general las casas de Labajos no disponen de estos motores. Los bares «han tenido que cerrar» por momentos, e incluso «hemos ido a Muñopedro para cargar los teléfonos» al ver que la caída eléctrica se alargaba durante horas.

A todos los trastornos de los apagones, el alcalde de Bercial, Miguel Ángel Rivilla, añade uno más que le han comentado en el centro de salud. Y es que existe el temor en el equipo asistencial de que los cortes prolongados puedan estropear las dosis de vacunas contra la gripe. Su homólogo de Cobos de Segovia, José Mariano Agüero, repite el escenario que pintan sus colegas y, en su caso, confía en que la actividad de la fábrica de chorizos que hay en el término no se vea demasiado damnificada pese a los cortes constantes en la corriente.