Los 105 años mejor llevados

Entre aplausos, globos y guirnaldas de colores cantaron a Rafaela de Andrés su último cumpleaños. La ocasión lo merecía. No eran 60, 80 o 90 los otoños que celebraba, sino 105. La mujer centenaria, residente en el centro de carácter social para la atención a personas mayores de La Alameda, ubicada en Nava de la Asunción, pudo soplar una de las velas más especiales que ha asistido esta localización hasta el momento.

Rafaela vistió sus mejores galas, con una banda de colores en la que se leía 'Felicidades', así como una corona dorada de laurel en la que figuraba la cifra mágica: 105. Se trata de un acontecimiento que solo ocurre una vez en la vida y, a su vez, en muy pocas vidas. Por ello, los trabajadores y sus compañeros de residencia no escatimaron en celebraciones. Hubo tarta, un 'photocall' creado para la ocasión, tirones de orejas y también espectáculos musicales especialmente creados para la ocasión.

La Unidad de Convivencia Ribera de Los Alisos festejó este nuevo aniversario, como en los últimos años, sin faltar detalle. La protagonista sopló las velas mientras decenas de asistentes cantaban al unísono el 'Cumpleaños feliz', interpretado por el dulzainero y fisioterapeuta del centro residencial Álvaro Yuber.

Hubo multitud de sorpresas y regalos. Uno de los que más disfrutó la residente, según confirman fuentes del centro residencial de la Diputación, fue la exhibición de bailes de salón. Un obsequio cortesía de Mari Luz López, trabajadora de La Alameda, y Rafa, profesor de la escuela de bailes de ritmos latinos, que se vivió con gran emoción.

Entre sonrisas y aplausos, Rafaela, nacida en 1918, año que marcó el fin de la Primera Guerra Mundial y la etapa más dura de la pandemia de gripe, pudo pedir un deseo. Así, puede que este se cumpla según espera a su próximo 106 cumpleaños.

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