Existe una gran laguna y un desconocimiento casi absoluto entre la villa romana que fue Villoria en sus orígenes y su posterior fundación en el asentamiento actual muchos siglos después. Entre ambos lugares distan apenas unos centenares de metros pero cientos de años de vacío historiográfico.
Publicidad
A lo largo de los siglos, Villoria pasó por vicisitudes y hechos históricos comunes a la mayoría de los pueblos de la provincia: fin de la reconquista, la época imperial, la decadencia, la invasión francesa, los movimientos obreros y campesinos, la Restauración, la Guerra Civil, la Dictadura, las emigraciones y la actual Democracia. Todo ello trufado de pandemias, pestes, hambrunas, ligeras recuperaciones económicas y lucha por la supervivencia. Es decir, todo eso que poco a poco y siglo tras siglo va marcando la idiosincrasia, la forja y el carácter de un pueblo.
Y ese carácter es el que nos ha traído hasta aquí y hasta hoy. Somos un pueblo profundamente emprendedor, que nunca se arredra ante las dificultades y estamos orgullosos de serlo. Siempre nos hemos caracterizado por hacer de la necesidad virtud. La despoblación nos afecta como a todo el mundo rural, pero menos porque tenemos la peculiaridad de querer vivir en nuestro pueblo aunque salgamos fuera a trabajar, y los que no pueden, vuelven cada cierto tiempo.
Villoria es un pueblo puntero de la provincia porque los villorejos lo hemos querido así.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.