Uxío explica las penurias vividas en el Salamanca UDS y apunta a un hecho «desagradable» con el Puma Chávez para su adiós

«Decidí marcharme unos días antes de que cogiera el covid. Unos días antes hay un suceso súper desagradable en el club. En esos diez días de positivo me dio tiempo a pensar en las repercusiones del suceso y decidí continuar en este momento hasta que acabase la temporada», señaló el gallego. «En ese momento supe que el club no estaba hecho para mí. Fue bastante sonado. El culpable no es Puma. Cualquier profesional puede cometer errores y el club está para solucionarlos. El problema es que cuando te ves ninguneado, pisoteado como profesional del fútbol sabes que este lugar no está hecho para ti. He currado durante todo el año al máximo, las cosas no me han salido, pero lo que no puede pasar en ningún club profesional es que se menosprecie a un profesional que tanto ha dado por el club. Sentí que no contaba para nadie. Yo defendía al club, cosas indefendibles y que al final me he tenido que tragar. Tanto buen proyecto que se hablaba del inicio de temporada y si no llega a ser por la llegada de Lolo Escobar y los fichajes en invierno hubiésemos descendido a Tercera RFEF. No hay palabras para describir lo que siento en ese momento. En ese momento Lolo tenía el papel de entrenar y hacer buen año para llegar a una categoría mejor y lo ha conseguido. Chapeau, de '10'. Me deja un buen recuerdo personal y profesional. Y él deriva todo a la dirección del club. Cuando se lo digo al club, a varias personas, pareció como que yo faltaba el respeto a un compañero por haberlo contado. Y volví a no dar crédito. ¿Cómo se pueden estar defendiendo estas actitudes en fútbol profesional?», se preguntaba Uxío en los micrófonos de la Cope y añadía «quizá cultural o intereses que no llego a conocer, pero la situación fue muy desagradable para mí y para muchos de mis compañeros. El resto me pedían calma para salir de esa situación de descenso. Lo entiendo pero hay que verse siendo suplente de un jugador que crea o genera circunstancias muy desagradables. Yo como segundo capitán nunca levanté polvo del asunto, tragué muchos meses y no aguanté más, porque si lo hubiera aguantado más era no tener amor propio y no podía dejarlo pasar».

«Si se hicieran bien las cosas yo me retiraría en el Salamanca. Pero dado que el club no hace bien las cosas... no me encuentro cómodo y estoy lejos de mi casa. No puedo dar tanto en algún sitio que se me menosprecia», apuntó el delantero gallego, que fue sincero al reconocer que «el mayor responsables de no haber jugado he sido yo. No hay otra», dijo el punta sobre su pequeño papel esta temporada en el equipo: «Si no juegas no puedes tener chispa con 85 kg. El año ha sido muy duro».

Presta dinero a compañeros

Uxío da Pena confesó haber dejado dinero esta temporada a compañeros por los retrasos en los pagos: «Sí, ese tema parece que soy una hermanita de la caridad y no es así. Yo fui el primero en ofrecerme que alguien tenía un día un problema podía contar conmigo para todo. Hubo compañeros que acudieron a Rafa Dueñas (director general) para que les dejase dinero y respondió. Y cuando volvieron a necesitar les costaba volver a Rafa Dueñas a pedirle porque a nadie le gusta pedir dinero si le están debiendo. Yo me siento orgulloso de ayudar y creo que le ayudaba al club haciendo ese tipo de cosas. Para eso también he estado».

Varios de sus compañeros han denunciado al club por los impagos «y es un derecho que tiene cualquier trabajador y yo particularmente no he denunciado. Pero no pasa nada. ¿Cómo no vas a denunciar a un club que te debe meses? Es lo que hay que hacer y lo que te aconseja AFE? Es un derecho, no pasa nada. Estoy súper agradecido a Lovato, tiene que pagar mucho porque no solo hay que pagar a los jugadores... pero muchas cosas que en una institución tan grande como el Salamanca...».

La falta de profesionalidad del club

«El mayor problema del Salamanca es que no está profesionalizado. Iría mejor con un presidente en Salamanca. A Lovato le ha ido bien en la vida porque ha trabajado mucho. Le invito que venga más a España. Es muy básico, el Salamanca depende de una persona que es Manuel Lovato y él delega todo en una persona que es Rafa Dueñas. Rafa vive por y para el Salamanca, lo intenta hacer lo mejor que puede y sabe pero es imposible controlar el tallaje de las camisetas, fichar, retirar la nieve del campo, controlar la base... no puede pasar todo por una persona. Un club funciona bien cuando hay personas competentes pero sobre todo cuando hay una sincronización. Si todo tiene que pasar por él... un día le va a 'petar'», relató el gallego.

En el día a día, «lo más importante de un club es que esté al día de pagos... a cualquier persona le gusta saber qué día va a cobrar y cobrar. Y afrontar sus gastos. Aquí hay alguna buena ficha pero también más normales como las del filial».

«Lolo Escobar también percibía los errores de dentro. No es normal que de un club como el Salamanca se vayan tantos jugadores año a año. Y no es porque nos vayamos al Bayern de Munich. Vemos cosas que se escapan del control del jugador y hacen ver que no es el sitio idóneo para desarrollar la actividad del futbolista y además convivir con una familia y compañeros», esgrimió el todavía delantero del Salamanca UDS. Sobre la renovación del técnico -recientemente fichado por el Mirandés de Segunda División-, Uxío da Pena relató que «si después de lograr lo que ha conseguido, doce partidos sin perder y me pide la sangre de una 'virgen', cuerno de unicornio, el cráneo de Mozart y 12.000 euros al mes, trataré de lograrlo... y si no se ha llegado a un acuerdo me hace ver que el club no ha hecho todo lo posible para tener al mejor entrenador, al que conocía la casa, tan querido por la afición, alguien que iba a ilusionar a 10.000 personas para hacerse socios. Ahora a estar pendiente de quién ve va a llegar. Aunque luego se abone la gente como voy a hacer yo». «Con Escobar empecé sin jugar, luego tuvo problemas personales, estuvo distante, no supo ver jugadores que estábamos pasándolo mal... me vi un poco fuera del club, no me sentí importante y mi rendimiento fue malo y así el entrenador no contó conmigo», explicó el delantero formado en la cantera del Deportivo.

Por último, sobre la nueva posible desbandada de jugadores este verano del club dijo que «es normal. Al final tú cuando llegas al Salamanca y ves lo que conlleva el club dices 'no me lo creo'. Pero una vez que estás dentro, ves lagunas y llega un equipo con infraestructura menor pero esas lagunas las cubre y la tranquilidad que eso le aporta al futbolista y el Salamanca no las puede ofrecer. Y no lo digo por mí, sino al 90% de los jugadores que han pasado. Confío en Manuel Lovato, es inteligente y emprendedor y espero que en algún momento lo considere. Le salió mal el primer año con Movilla pero no siempre tiene que ser así. Que delegue y genere unas infraestructuras que sin preocupaciones, con un presupuesto abierto o cerrado, que los socios puedan ver las cosas con transparencia, que no haya situaciones para desconfiar. Sí que hay esperanza para el futuro. Cuando tenga hijos quiero ver un partido del Salamanca en Primera en el Helmántico», finalizó en los micrófonos de la Cope.