La USAL ata la formación de los futuros policías y entierra seis años de dudas

La Universidad de Salamanca ha dado este lunes un paso de gigante, decisivo e irreversible, para recuperar y atar de cara al futuro la formación de los agentes de los cuerpos de policía y evitar que se repita lo ocurrido en 2016 cuando se rompió con 30 años de docencia policial avalada por el estudio salmantino. Se ha conseguido con la rúbrica del acuerdo para convertir la Escuela de Policía de Ávila en centro adscrito de la Usal, una firma que evitará que cualquier otra universidad se pueda hacer con la formación de los agentes como ya ocurrió hace unos años.

El acto tenía su trascendencia y era muy esperado desde que, hace años, una decisión del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, abriera la puerta a que otras universidades compitieran por gestionar la docencia de los agentes que se forman en la escuela abulense de referencia estatal. Ese papel lo había ejercido la Usal durante 30 años hasta que en 2016 una universidad privada se presentó al concurso abierto y, con una oferta económica a la baja, se llevó el contrato abierto por el Gobierno, entonces con el PP al frente.

Desde entonces, la Usal ha batallado por darle la vuelta a esta situación. En 2018 recuperó la formación tras sólo un año de paréntesis y la ha mantenido desde entonces. Sin embargo, con este convenio se va a más. La universidad ya tiene la formación, pero la ata para el futuro ya que la Escuela Nacional de Policía pasa a ser centro adscrito.

En su nueva situación, no habrá competencia para formar a los futuros agentes de los diferentes cuerpos policiales, que seguirán recibiendo una docencia avalada por la Usal, y a la que ahora no podrá acceder ninguna otra universidad. Esta es una de las claves del convenio, ya que hasta ahora se podían presentar otras, aunque la universidad salmantina se ha alzado con el contrato siempre que ha salido a concurso. Y se despeja la opción de que el centro se hubiera adscrito a otra universidad.

El convenio firmado hoy, que tiene una vigencia de cuatro años, culmina el proceso por el que el centro de formación que el ministerio tiene en Ávila, la Escuela Nacional de Policía, se integre en la estructura de la Universidad de Salamanca.

Este cambio de situación permite que los estudios del grado en Estudios Policiales y el máster en Seguridad y Función Policial adquieran rango universitario. En concreto, el grado en Estudios Policiales, que comenzará a impartirse en el mes de octubre en Ávila ofrecerá formación universitaria a 400 oficiales de la Policía Nacional.

El proceso ha sido campo abonado para la controversia política entre los representantes de los diferentes partidos en Salamanca. Durante años, los diputados socialistas denunciaron que un ministro del PP había entregado la docencia a una universidad privada y de los socialistas partió una iniciativa para convertir la Escuela en centro adscrito de la Usal y garantizar su vínculo.

Esa iniciativa salió adelante en el Congreso poco después de que la Usal perdiera por primera y única vez el contrato de docencia de la escuela abulense y, hasta 2018, fueron los parlamentarios socialistas los encargados de fustigar al Gobierno popular con el incumplimiento.

Las tornas cambiaron con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno. Desde entonces los parlamentarios 'populares' no han dejado de reclamar que se cumpliera el compromiso de convertir la Escuela Nacional en centro adscrito de la Usal y, por lo tanto, atarla a la universidad salmantina. Este lunes, por fin, se ha cumplido una de esas promesas que, aunque fuera por circunstancias, ha puesto de acuerdo a PP y PSOE en la provincia.

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