Unionistas ruge en Lezama para dormir líder de la Primera RFEF (0-1)

Que bien tiró el fuera de juego toda la línea defensiva de Unionistas durante el encuentro en Bilbao, qué partidazo de Marín -no solo por el gol ni mucho menos-, que solvencia atrás de Ramiro y Fer Román por alto y por bajo... De nuevo portería a cero y ya van tres en cuatro partidos. Un arranque para ilusionarse sin duda.

Unionistas sabía que tenía que 'aguantar' el fuerte empuje inicial que el equipo vasco imprime siempre a sus encuentros caseros. Bien posicionado en un ordenado bloque bajo y replegando bien y rápido cuando atacaba, el equipo de Mori fue pasando los minutos sin excesivos agobios. Apenas un lejano lanzamiento de Artola a los tres minutos a las manos de Salva de la Cruz, y otro en la incorporación desde la segunda línea por el centro Prados que tras realizar la pared en la frontal con un compañero, disparó a la derecha del meta charro.

Pero a medida que Unionistas fue viendo que el rugido de los cachorros no asustaba, el equipo de Mori comenzó a dar pasos al frente volcándose como ante el Extremadura hacia la banda de Íñigo Muñoz, ex del club local. Pero esas incursiones murieron en la zona de tres cuartos sin inquietar en ningún momento a Agirrezabala, meta que inició la temporada como titular con el primer equipo ante las vacaciones de Unai Simón.

Eso sí, no sin el único gran susto de la primera parte cuando se llegaba al primer cuarto de hora: todo se inició en un centro lateral desde la derecha que despejó el meta Salva en un primer instante pero se el esférico estrelló en el central Ramiro dejando el cuero suelto en el área chica y cuando un Ewan Urain iba a rematar en boca de gol Fer Román rebañó el balón a córner.

De Unionistas en la primera mitad se pudieron rescatar una falta en el 27 que colgó Nespral y remató de cabeza Ramiro a las manos del portero pero anulada por fuera de juego. Y solo uno después, cuando un robo en la salida del balón de Carlos de la Nava fue culminado por el capitán con un chutazo que se va por encima de la portería. Nada más. Eso sí, mención merece la gran exhibición física de Marín en toda la primera parte en Lezama, no parando de subir al campo rival doblando a un Íñigo Muñoz mucho más apagado que el domingo anterior.

Inicio similar

El descanso y el 0-0 hicieron justicia a la espera de la segunda parte en la que Unionistas volvió a dar un mazazo encima de la mesa como ya hiciera en Ferrol o remontando ante la Cultural. Como en el primer tiempo, los de De la Sota salieron fuertes a meter a Unionistas en su área. Estaba avisado el equipo charro, que siguió sin sufrir en su tarea defensiva. Lo más destacado llegó en el 52 en una internada de Núñez, que pasó al medio y allí Diarra lanzó a las manos de Salva de la Cruz.

Y al igual que en la primera parte, poco a poco el equipo charro se fue sacando de encima el dominio local para tratar de inquietar al meta bilbaíno. Ya en el 57 lo pudo hacer Acosta, al que le quedó un balón suelto en la frontal tras un primer disparo de Espina, pero el medio lo mandó arriba.

Acto seguido Mori empezó a intervenir en el encuentro retirando a los dos puntas: Carlos de la Nava y Espina por Pitu Doncel y De Miguel. De nuevo acertó el asturiano, que cada vez que saca la varita mágica con los cambios tiene efecto inmediato en los partidos del equipo salmantino.

Al larguero y gol después

Se empezó entonces a desperezar Unionistas, entrando en acción por fin la banda derecha. De allí surgió la primera gran ocasión charra con un centro chut de Iñigo Muñoz que se envenenó hasta tal punto que terminó pegando en el larguero y se marchó fuera. Llegaron dos córners a favor de los charros. Rondaba el área vasca y terminó llegando el gol.

Se inició en un saque de banda que peleó en el área Pitu Doncel hasta que pudo cambiar el balón al segundo palo y allí Marín, incorporándose en segunda línea, batió al vasco con un potente disparo. Era el minuto 65 del partido.

Y no fue la única ocasión de un crecido Unionistas. De nuevo, con subida de Marín. Ahora para poner un centro que el recién entrado De Miguel disparó mordido a las manos de Agirrezabala en el 68. La presión unionista estaba causando estragos.

El siguiente paso de Mori fue meter a Borja Herrera de extremo, Lamadrid y el debut de Manu Sánchez. Le tocaba ahora tirar de oficio a los charros para conservar tan preciado botón. Defender y contragolpear.

En el 82 un gran zapatazo de Diarra desde muy lejos salió cerca del larguero charro. Y la más peligrosa, ya en el 90, un centro lateral que cabeceó Ewan cruzado y que salió cerca del palo derecho de Salva. Pero incluso en el 92 Unionistas a la contra pudo irse con una victoria más amplia de Lezama, pero el remate en plancha de Doncel que desbarató el meta. Al final y lo que importaba, los puntos viajaron para Salamanca en el bus de un Unionistas que duerme líder. Y ya van dos temporadas asombrando por el fútbol español de arranque. Ya no será casualidad.